Tradición que está en el olvido
La corona de Adviento recuerda que Dios no tiene principio ni fin, por lo que refleja su unidad y eternidad. Es señal del amor que se debe tener hacia él.
La corona de Adviento recuerda que Cristo está vivo.
Una de las tradiciones de los cristianos católicos para fin de año es la corona de Adviento, sin embargo, poco a poco va desapareciendo.
Esta corona simboliza el transcurso de las cuatro semanas del Adviento que quiere decir "La venida del Redentor".
"Es el primer anuncio de la Navidad", señala el catequista Cristian Sánchez.
"El tiempo ha cambiado, las personas han cambiado... los padres están ya tan metidos por ejemplo en sus trabajos, en sus cosas y ya no tienen tiempo para enseñarles a sus hijos las tradiciones y todo lo que se hacía antes", comparte Isabel de Chérigo, catequista en la capilla de Los Llanitos en San Carlos.
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Es más esta tradición corre el riesgo a ser olvidada, porque "los mayores no les enseñan a nuestros hijos y los jóvenes no lo hacen y con el tiempo va a ir perdiéndose esta bonita tradición", reflexiona preocupada Chérigo.
IniciosLa corona de Adviento es una práctica de origen luterano, aunque por su nivel de aceptación se extendió a muchas otras denominaciones cristianas, incluyendo la Iglesia católica.
Cada elemento tiene un significado, el círculo que se utiliza como base significa "que no tiene principio ni fin". Mientras que las ramas verdes simbolizan la inmortalidad.
En Panamá se utilizan ramas de pino artificial de color verde, "porque es un tiempo de esperanza", explica Chérigo.
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La luz de las velas se identifican con el espíritu y la fuerza de la vida que persiste, aún en medio de los días cortos y del frío que gobierna usualmente el Hemisferio Norte en el tiempo de Adviento.
En algunas regiones utilizan cinco velas, en Panamá se usan cuatro y se encienden cada domingo hasta el día de Navidad.
La primera vela en encenderse es la de color morado que representa la penitencia; le sigue el color rojo que representa el sacrificio; continúa el rosado que es la alegría; y por último el color blanco que es la pureza de la llegada del Niño Jesús.
Cada vez que encienden las velas (o sea cada domingo) se debe acompañar de un pasaje bíblico, sostiene Cristian Sánchez.
En familia
La corona de Adviento es una tradición que se practica tanto en las iglesias como en los hogares, dice el catequista Cristian Sánchez.
Es decir que se hace en las misas de Adviento y se aconseja que las personas también lo ejecuten en sus casas en familia. Lo pueden hacer en las noches o después de la cena.
Sánchez asegura que si en el momento no tienen las velas del color que se ha indicado, de igual manera pueden hacer su corona de Adviento, ya que lo más importante es lo que significa, que no es más que esa luz que va intensificándose con la proximidad del Nacimiento de Jesús, quien es la Luz del Mundo.
Hay quienes llevan su corona a la iglesia para que el padre la bendiga. No es obligatorio, pero el que desee lo puede hacer.
Según el sitio "www.padresam.com", si bien es cierto que la palabra adviento significa venida, también es el tiempo litúrgico que prepara durante 4 semanas para la celebración de la solemnidad de la Natividad del Señor, o Navidad. La corona del Adviento es uno de los símbolos más representativos del tiempo del Adviento.