Transmutación de monolitos

El pintor y docente panameño Antonio Madrid confirma con el título de su octava muestra pictórica individual "Transmutación Visual 2010" que ha subido a un nivel superior en las artes plásticas.

Madrid lo define como el resultado de un trabajo más íntimo, espiritual y especializado, donde ilustra por medio del arte, una serie de imágenes que plasman un intercambio cultural “entre dos mundos”.

Encuentro del tercer tipo? La temática de los cuadros del profesor de Artes Plásticas tiene como protagonista el figurativismo, plasmados en una serie de imágenes con formas de "monolitos", inspiradas en estas piedras que se encuentran en el Caño, en la provincia de Coclé.

Este intercambio ilustrativo fue presentado en la pasada exposición "Ritos y ofrendas" en la cual ambas partes intercambian sus riquezas más preciadas.

Nuestros indígenas ofrendan canastos con numerosas frutas como: marañones, nances, guineos, jobos entre otros, y artículos como cuernecillos de diablitos sucios y los visitantes espaciales realizan un “trueque” con la entrega de objetos tecnológicos.

Al respecto, Madrid nos confirmó que no ha sido testigo de una experiencia similar a un “contacto cercano” y mucho menos ha estado obsesionado con el tema.

Simplemente se deja guiar por su imaginación y lo desarrolla con el realismo mágico.

"Soy como un instrumento de arte y me dejo llevar y empiezo a pintar" agregó Madrid, quien considera que todo es una "especie de sueño" que necesita ser expuesto al público.

El también profesor universitario comentó que recibe una especie de "indicación divina" que le dice que pinte lo que recrea en su mente y deje fluir el "niño interior" que lleva adentro.

Técnica, color y composición.

En las obras de "Transmutación Visual 2010" el pintor Madrid maneja varias técnicas, como la mixta (óleo y acrílico) la cual trabaja en ciertas ocasiones con "veladura".

También trabaja con glaze medium, gesso y molding paste, para crear una textura de relieve.

Manejar varias técnicas entre sí, le permite crear un efecto 3D, que le permite crear una secuencias de movimientos y con el cual puede transformar sus “monolitos” en figuras de diferentes proporciones y puedan desplazarse y flotar dentro de su obra.

“Juego con todos los espacios posibles”, agregó el docente, quien trabaja la composición oblicua, triangular y en espiral para darle movimiento, balance y equilibrio en sus trabajos pictóricos.

En cuanto a los colores, Madrid se confiesa “un enamorado del fuscia” y utiliza los colores brillantes y neones como una “explosión de alegría”.

Los tonos morados y lilas los ha incluido por su significado de transmutación o conversión, en medio del encuentro inicial con su mundo pictórico, hasta el contacto permanente entre lo autóctono y lo que aún nos falta por conocer.