Un día como hoy desapareció Ismael Rivera
- Humerto Cornejo O.
- - Publicado: 12/5/2000 - 11:00 pm
Hoy hace exactamente trece años, que el renombrado salsero boricua Ismael Rivera, reconocido internacionalmente como "El Sonero Mayor", dejó de existir físicamente, víctima de un infarto en la residencia de su madre, Margarita Rivera.
Fue un trece de mayo de 1987, a las 5:15 de la tarde. La muerte lo sorprendió frente a su televisor, a la edad de 56 años y luego de haber despilfarrado una fortuna calculada en unos tres millones de dólares.
Su muerte entristeció al mundo salsero, pero su música lo mantiene vivo, con éxitos inmortales como "Besito de Coco", "Arrecotín - Arrecotán", "De todas maneras rosas", "El incomprendido" y "El Nazareno".
A propósito, el año pasado, Panamá le ofreció un significativo homenaje que consistió en la develación de un busto en Portobelo, pueblo que recibió muchas veces al cantante, quien era fiel devoto del Nazareno, Cristo Negro que se venera en este sector de país.
Panamá fue muy importante en la vida artística del sonero boricua. En 1962, todos recuerdan que Ismael y su amigo Cortijo fueron detenidos a su regreso de Panamá, acusados de posesión de cocaína. Fue condenado a cuatro años de prisión en Kentucky.
Al salir de la cárcel fue catalogado de vicioso y expresidiario. Amigos como Bobby Capó, Tite Curé Alonso y Henry Dávila, lo apoyaron en su rehabilitación, logrando que Ismael siguiera triunfando y se convirtiera en vocero social de los salseros latinos.
En 1983 su voz se fue "al traste", debido según muchos, a un cáncer de garganta. La escultura que le rinde tributo, además del rostro del también llamado "Brujo de borinquen", tiene la figura del Cristo Negro y parte de la canción que en honor a "El Nazareno", interpretó muy popularmente, Ismael Rivera. Ahora será su hijo el que seguirá la tradición del "Sonero Mayor", rindiendo tributo al famoso Cristo Negro de Portobelo.
"A Ismael siempre se le escuchó decir, "si no hubiera sido puertorriqueño, me hubiese gustado ser panameño". Y es que aquí se le recuerda con mucho cariño, por frases características como "Maribelembe", "Ecuajey" y "Sacude zapato viejo".
Y es que la música de Rivera se convierte en un himno para las fiestas patronales en San Felipe de Portobelo; él en sus canciones practicó una especie de evangelización folclórica, hasta el punto que la gran mayoría de las personas que han visitado Portobelo en el Atlántico panameño, han escuchado hablar y cantar sobre El Nazareno.
Se buscó, más que conmemorar o recordar, agradecer a Ismael Rivera, su labor de difundir la fe y el fervor en el Cristo Negro, en el ámbito nacional e internacional, a través de sus canciones.
Fue un trece de mayo de 1987, a las 5:15 de la tarde. La muerte lo sorprendió frente a su televisor, a la edad de 56 años y luego de haber despilfarrado una fortuna calculada en unos tres millones de dólares.
Su muerte entristeció al mundo salsero, pero su música lo mantiene vivo, con éxitos inmortales como "Besito de Coco", "Arrecotín - Arrecotán", "De todas maneras rosas", "El incomprendido" y "El Nazareno".
A propósito, el año pasado, Panamá le ofreció un significativo homenaje que consistió en la develación de un busto en Portobelo, pueblo que recibió muchas veces al cantante, quien era fiel devoto del Nazareno, Cristo Negro que se venera en este sector de país.
Panamá fue muy importante en la vida artística del sonero boricua. En 1962, todos recuerdan que Ismael y su amigo Cortijo fueron detenidos a su regreso de Panamá, acusados de posesión de cocaína. Fue condenado a cuatro años de prisión en Kentucky.
Al salir de la cárcel fue catalogado de vicioso y expresidiario. Amigos como Bobby Capó, Tite Curé Alonso y Henry Dávila, lo apoyaron en su rehabilitación, logrando que Ismael siguiera triunfando y se convirtiera en vocero social de los salseros latinos.
En 1983 su voz se fue "al traste", debido según muchos, a un cáncer de garganta. La escultura que le rinde tributo, además del rostro del también llamado "Brujo de borinquen", tiene la figura del Cristo Negro y parte de la canción que en honor a "El Nazareno", interpretó muy popularmente, Ismael Rivera. Ahora será su hijo el que seguirá la tradición del "Sonero Mayor", rindiendo tributo al famoso Cristo Negro de Portobelo.
"A Ismael siempre se le escuchó decir, "si no hubiera sido puertorriqueño, me hubiese gustado ser panameño". Y es que aquí se le recuerda con mucho cariño, por frases características como "Maribelembe", "Ecuajey" y "Sacude zapato viejo".
Y es que la música de Rivera se convierte en un himno para las fiestas patronales en San Felipe de Portobelo; él en sus canciones practicó una especie de evangelización folclórica, hasta el punto que la gran mayoría de las personas que han visitado Portobelo en el Atlántico panameño, han escuchado hablar y cantar sobre El Nazareno.
Se buscó, más que conmemorar o recordar, agradecer a Ismael Rivera, su labor de difundir la fe y el fervor en el Cristo Negro, en el ámbito nacional e internacional, a través de sus canciones.
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