El secreto de la victoria
Fabricio Werdum ganó el título interino de los pesos pesados de la UFC, al noquear al neozelandés Mark Hunt, sin embargo, más allá de vencer por su fuerza, el brasileño salió airoso por un video en que vio a su hija caminar por primera vez.
El secreto de la victoria
@KarolElizabethL
Antes de partir hacia la Arena Ciudad de México para librar el combate contra Mark Hunt, el brasileño Fabricio Werdum recibió un emotivo mensaje que le sirvió de inspiración para lograr su cometido: ganar el cinturón.
“Vai Cavalo” se apoderó la noche del sábado del campeonato interino de peso completo, tras superar al neozelandés llamado “Super Samoan” por nocaut en el segundo round del evento 180 de la UFC, realizado en el Distrito Federal.
Werdum, quien al inicio del duelo fue víctima de los potentes golpes de Hunt, conectó un rodillazo certero al rostro del oceánico, el cual fue suficiente para frustrar el sueño de su rival.
“Este cinturón es para mis hijas, mi esposa, mi familia y mi equipo. Soy un hombre muy sensible cuando hablo de mi familia, no lo quería decir, pero al salir del hotel mi esposa me envió un video en el que se veía a nuestra hija, de meses, dar sus primeros pasos. Fue una buena señal, eso me motivó”, confesó con voz pausada el sudamericano.
Con relación al dominio de Hunt al principio de la pelea, Werdum explicó que la ansiedad le jugó una mala pasada.
“En el primer asalto me tardé en reaccionar, tenía mucha ansiedad, tengo casi dos meses que no veo a mi familia. No pude hacer nada en el suelo. Hunt es inteligente y pelea bien, pero gracias a Dios le conecté bien y ahora estoy muy feliz por haber ganado”, manifestó Werdum, quien agregó que conseguir esa faja era un sueño que tenía desde hace mucho tiempo.
“Se siente increíble ser campeón UFC. Quería ganar esto no desde hace dos meses, sino desde hace varios años”, añadió.
Werdum (19-5-1) igualmente agradeció el respaldo del pueblo mexicano y dijo que la victoria es para toda América Latina.
En cuanto a su próximo duelo contra el campeón mundial de peso completo, Caín Velásquez, el nacido en Porto Alegre aseguró que le gustaría que la pelea fuera en Brasil, pero que si tiene que regresar a México, lo hará.
“Me gustaría que el combate fuera en Brasil, en mi tierra, pero si es en la Ciudad de México lo respeto y pelearé con Caín aquí”, apuntó Werdum.
Por otro lado, Hunt (10-9-1) reconoció la superioridad de su adversario y manifestó que seguirá adelante con su carrera.
“Fabricio es una gran persona, no hay duda que fue su noche. Desde el inicio la pelea era entre Caín y él, así que el camino continúa. Tuve mi oportunidad y quiero agradecerle a mi familia y amigos. Ahora es tiempo de regresar a casa”, dijo.
Otros combates
En otros resultados, el mexicano-estadounidense Kelvin Gastelum acabó con un “mataleón” a Jake Ellenberger en el primer asalto y Ricardo Lamas terminó a Dennis Bermúdez con una “guillotina”, también en el primer asalto.
En tanto, el azteca Augusto “Dodger” Montaño noqueó a Chris Heatherly en el primer asalto y Héctor Urbina se impuso sobre Edgar García con una sumisión en el primer asalto.
El mexicano Marco Beltrán superó al ecuatoriano Marlon Vera, mientras que su compatriota Enrique Briones hizo lo mismo, pero ante el argentino Guido Cannetti.
Las norteamericanas Leslie Smith y Jessica Eye disputaron la única pelea femenina del evento 180 de la UFC, y el duelo cumplió con las expectativas.
El combate, que terminó con el triunfo de Eye, fue uno de los más sangrientos de la noche, debido a que la ganadora le destrozó la oreja a Smith.
“En cuanto la conecté y vi que su oído sangraba, me concentré en pegarle en esa zona, le iba a pegar hasta que detuvieran la pelea o se le cayera (parte de la oreja) al piso. Mi meta es ser la primera chica en ganar por nocaut. Sé que puedo lograrlo. Con esta pelea subí un peldaño más en mi carrera, veré cuáles son mis opciones, siento que estoy casi en el top”, manifestó posteriormente en conferencia de prensa Eye.
Smith, por su parte, luchó hasta el final para terminar la pelea y se retiró del octágono gritándole a los presentes “no me duele”.