Arantxa Sánchez, el triunfo del tesón

El tesón es la virtud que ha consagrado a Arantxa Sánchez Vicario como la mejor tenista española de todos los tiempos y como una de las deportistas más importa de la historia de España, poseedora de cuatro medallas olímpicas.

Nacida en Barcelona el 18 de diciembre de 1971, Arantxa se crió entre raquetas y empezó a jugar al tenis a los cuatro años en el Club Pedralbes de la Ciudad Condal, tal vez para imitar a sus hermanos mayores Emilio y Javier, también tenistas profesionales.

Arantxa se convirtió pronto en una alumna aventajada de ambos y con el paso de los años consiguió para el tenis español hazañas inimaginables.

La fuerza de voluntad, la perseverancia y el coraje, más que sus cualidades técnicas, han sido la clave de sus grandes éxitos deportivos.

Arantxa nunca se rinde en una pista de tenis.

Sus rivales lo saben y ese pundonor la convierte en una jugadora muy difícil de doblegar.

En los partidos más importantes, ante las adversarias más fuertes y en las situaciones más difíciles, ha demostrado muchas veces que sabe sobreponerse y convertir en una victoria lo que parecía una derrota segura.

Es en esos momentos cuando Arantxa muestra el carácter ganador que lleva dentro.

"¡Vamos, vamos!", se grita siempre a sí misma cuando se apresta a disputar un punto importante durante cualquier partido.

Ese "grito de guerra" lo hizo famoso cuando ganó su primer título de Roland Garros el 10 de junio de 1989, con sólo 17 años, ante la alemana Steffi Graf, entonces número uno mundial, que partía como indiscutible favorita y que hasta entonces siempre había derrotado con claridad a la española.

España entera, prendada de la simpatía que siempre ha caracterizado a Arantxa, vivió ese día con emoción la hazaña de su nueva estrella, que se impuso a la germana en tres sets, por 7-6 (8-6), 3-6 y 7-5, en una final apasionante en la que la barcelonesa hizo una exhibición admirable de entrega y coraje.

Era la primera vez que una española ganaba un torneo del "Grand Slam".

"Lo dije ayer.

Sabía que iba a ganar.

No me hacían caso y nadie me creyó, pero yo estaba segura, muy segura", afirmó a la conclusión del partido.

La barcelonesa siempre ha derrochado confianza en sí misma.

Fue su primer gran éxito deportivo, en una competición en la que volvió a reinar en dos ocasiones.

En 1994 se hizo con el título del torneo francés con un triunfo en la final sobre Mary Pierce, por 6-4 y 6-4, y en 1998 lo ganó ante Monica Seles, por 7-6, 0-6 y 6-2.

El otro torneo del "Grand Slam" que figura en su palmarés es el del Abierto de Estados Unidos de 1994.

Lo ganó con una victoria en la final sobre Graf, por 2-6, 7-6 (7-3) y 6-4.

Arantxa ha conseguido 27 títulos individuales y 58 de dobles en el circuito de tenis, además de cuatro medallas olímpicas, y encabezó la clasificación mundial entre el 6 de febrero y el 10 de abril de 1995.

Pero uno de los galardones que más aprecia es el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes que le fue concedido el 3 de septiembre de 1998.