El golpe que puso otra vez en la gloria a Velásquez

La revancha había llegado para el peleador estadounidense de raíces mexicanas, Caín Velásquez.

Ante sus ojos tenía a su verdugo, el brasileño Junior Dos Santos, quien le había arrebatado la gloria el 1 de noviembre del año pasado, gracias a un impresionante nocaut a un minuto y segundos de haber comenzado el combate.

En la noche del pasado sábado, Velásquez no podía permitirse ser sorprendido nuevamente por un golpe demoledor del campeón peso completo del Ultimate Fighting Championship (UFC).

Alerta sobre el octágono del MGM Grand, de Las Vegas, Nevada, Velásquez dejó clara su estrategia desde el inicio. No buscó intercambiar golpes, pero sí derribar a su oponente. Lo hizo, pero Dos Santos se puso rápidamente de pie. ¿Entonces? ¿Qué hacer? Sencillo, tremenda bomba de derecha y el brasileño al suelo a mediados del primer asalto.

Como un animal hambriento, Velásquez se lanzó sobre su presa. Sabía que estaba herida de muerte y quería aniquilarla.

Las puertas del triunfo se le habían abierto. El público enloquecía ante el ataque endemoniado de Velásquez. Dos Santos se trataba de defender en la lona. Golpes le llovían por todos lados. No había cómo detener ese ataque infernal. Solo la campana podía apiadarse de él y así sucedió. El castigo había llegado a su fin, pero igual continuaría en los siguientes cuatro asaltos.

La presión del mexico-americano continuó. Era increíble cómo golpeaba una y otra vez a su oponente que, llamativamente, logró mantenerse de pie a lo largo de los 25 minutos.

Durante este ataque de Velásquez, Dos Santos nunca logró conectar alguna combinación para mantener preocupado a su rival que, a pesar de eso, trabajó con mucho cuidado de no cruzarse a intercambiar con la guardia baja buscando desesperadamente un golpe que le pusiera punto final al encuentro.

La diferencia entre los dos mejores pesos completos de la actualidad en las artes marciales mixtas fue realmente abismal.

Al final del pleito, los tres jueces demostraron en sus tarjetas la superioridad de Velásquez, quien ganó por 50-43, 50-44 y 50-45.

Fue un triunfo claro para Velásquez, quien no solo vuelve a ser campeón peso pesado de la UFC, sino que también logra quitar la única mancha de su récord como peleador profesional.

Mucho se había hablado en la previa de las posibilidades que tenía Velásquez y de lo difícil que sería su motivación en caso de volver a perder. Pero al mexico-americano no lo atormentaron nunca esos pensamientos y lo demostró desde el primer momento que subió al octágono. Su mirada lo dejó claro desde el principio: un hombre motivado y enfocado puede cumplir cualquier meta.

Declaraciones.
Velásquez no escondió su alegría cuando el árbitro le levantó la mano derecha por ser el triunfador.

“Es lo mejor que me pudo haber pasado. Fue la pelea más dura de mi vida. Es muy bueno para mí recuperar el título, no puedo sentirme mejor”, expresó Velásquez.

Y su rival derrotado dejó muy claro la superioridad de su oponente.

“Él fue mucho mejor que yo, sus derribos, sus golpes, su presión, fue mejor en todo y realmente no tuve qué hacer”, comentó.

Lo que viene.
Ahora como campeón, las puertas para grandes combates se han abierto para Velásquez.

Obviamente, el primer lugar en la lista de futuros oponentes para Velásquez lo ocupa el holandés Alistair Overeem.

Pero, antes de que se llegue a cumplir este interesante choque, Overeem deberá derrotar al brasileño Antonio “Pezao” Silva el próximo 2 de febrero.

Después, hay una gran lista de competidores que, de conseguir una victoria, quedarían cerca, tal es el caso de Fabricio Werdum, pero también se puede pensar en cerrar la trilogía frente al poderoso Dos Santos.

No hay duda de que una tercera pelea entre Velásquez y Dos Santos sería de las más importantes de la historia de los pesos pesados y emularía dos gigantes del octágono como Andrei Arlovski y Tim Sylvia, quienes ya han realizado tres combates con el cinturón de la máxima categoría.