El peso ideal, riesgo en la balanza
Publicado 2002/07/06 23:00:00
- Mayra Madrid/
"Es mejor que se pierda la bolsa y no la vida de un boxeador por someterlo a un esfuerzo físico excesivo para hacer el peso o utilizar algún método que pueda ponerlo en peligro", sentencia el doctor Héctor Sánchez.
Los riesgos para un boxeador van más allá de intercambiar golpes con un adversario dentro de un cuadrilátero. Hay golpes que pueden ser más letales que los del puño de un rival. Las reglas de este rudo deporte están bien definidas, en donde el peso es justamente su centro de gravedad.
Es así como el boxeo está dividido en diferentes categorías que atienden al peso de los contendientes y en base al cual se pactan los pleitos y se tasan las bolsas que se pondrán en juego.
Del peso "ideal" dependen muchas cosas, entre ellas que se postergue, cancele o cambie una pelea. Pero más que eso, este factor es determinante para la victoria, derrota, salud y en caso extremo la vida o muerte de un gladiador.
La resistencia de un púgil depende un cien por ciento de la preparación física a la que debe someterse mediante un riguroso entrenamiento, proceso cuya meta final es llegar y mantenerse en el peso de su categoría para sus compromisos correspondientes.
Algunos boxeadores tienen más facilidad que otros para hacer el peso de la división en la que combaten. Sin embargo, a otros les cuesta más la senda que tienen que transitar para lograr ese objetivo.
En muchas ocasiones durante un pesaje previo, que por lo general se da dos o tres días antes de una función de boxeo, un peleador puede confrontar problemas con la báscula. Por lo general está por lo menos unas cinco a seis libras por encima del peso en que está pactada la pelea.
Para que el pleito no se "caiga" el boxeador deberá por los medios a sus disposición rebajar las libras que tenga de más. En algunas ocasiones le otorgan lo que se denomina libras de tolerancia que no deben exceder las dos por encima del peso en que se pactó el combate. También es común verlos pesarse desnudos, rasurarse y hasta correr forrados en plástico para hacer el peso, si no lo logran recurren a otros métodos.
Según el doctor Héctor Sánchez, del Cuerpo Médico de la Comisión de Boxeo Profesional de Panamá (COMIBOX), ese colegiado no recomienda que ningún boxeador suba a pelear si tres días antes de la pelea tiene un peso que exceda las cinco libras, ya que puede representar un riesgo para su salud.
Empero, el galeno declaró a El Panamá América que los boxeadores, con su apoderado, entrenador, promotor o equipo buscan en algunos casos cualquier forma para eliminar las libras de más con tal de llegar al peso para que no se cancele la contienda.
"Es mejor que se pierda la bolsa y no la vida de un boxeador por someterlo a un esfuerzo físico excesivo para hacer el peso o utilizar algún método que pueda ponerlo en peligro".
La vía para rebajar de peso es mediante la eliminación de líquidos. No obstante esa eliminación de líquidos no debe implicar una posible deshidratación del boxeador. Sánchez aduce que una rápida rebaja de peso representa un alto riesgo para él.
Como anotó el médico Héctor Sánchez los boxeadores y quienes trabajan con él se valen de más de una maña para lograr rebajar velozmente las libras que tengan de más. El facultativo recomendó que lo aconsejable en este caso es hacerlo mediante el ejercicio físico, siempre y cuando no sobrepase los límites permitidos.
Pero en más de una ocasión se recurre a otros métodos que representan peligros, cuyas consecuencias pueden ser letales, como por ejemplo el uso de diuréticos. Estas son sustancias que alteran el metabolismo o funcionamiento de los riñones acelerando el proceso de filtración y eliminación de líquidos.
Explicó el médico que la pérdida acelerada de líquidos representa el mayor riesgo para el cerebro. Esto hace que este órgano vital disminuya de volumen. Al ser golpeado el boxeador la masa cerebral rebota como pelota de caucho dentro de la bóveda craneal, pudiendo darse lesiones no sólo externas, sino internas de probables consecuencias fatales.
Aclaró que éstas no es que sean sustancias prohibidas propiamente, pero su uso no es recomendable para rebajar. Además en las pruebas sobre control antidopaje no es muy fácil detectarlas.
Los diuréticos se presentan con una infinidad de nombres y marcas comerciales bajo las cuales se comercializan entre los que se pueden mencionar: Clortalidona, diurex, ameride, hidrosaluretil, tertensif, Xipamida y muchas más.
Quizás nadie pueda hablar con mayor propiedad sobre los métodos más efectivos para rebajar de peso que la gloria del boxeo panameño y universal Roberto "Manos de Piedra" Durán.
En el tiempo que a él le correspondió boxear no existían las técnicas y adelantos médicos de ahora. Se refiere a la década del 70 y parte del 80. Dice que su entrenador Freddy Brown tenía un método especial para mantenerlo en su peso de 135 libras (categoría ligeros).
"Me hacía rebajar a base de filete de pesca"o, media tacita de té y medio vaso de agua. Era un esfuerzo muy grande que tenía que hacer. Comía muy poco y entrenaba mucho. Hacía mucho guante y carretera, lo que acaba a cualquier boxeador".
Desde luego que le favorecieron su juventud y unas condiciones físicas incomparables como pocos peleadores han llegado a tener. "El Cholo" comentó que sabe muchos secretos para rebajar, pero que por el momento no los quiere revelar.
Durán recomendó a todo boxeador y especialmente a los que tienen problemas de peso que se hagan de los servicios de un especialista en nutrición. Según la leyenda del boxeo estas personas tienen el conocimiento para hacer que el boxeador esté en su peso sin nunca dejar de comer. El debe elaborar una lista de lo que debe comer para que esté fuerte y en buenas condiciones.
Roberto admite haber consumido diuréticos para rebajar, pero en una época en que no conocía los métodos adecuados, para fortalecerse sin hacerse daño. "El boxeador debe tomar mucha vitamina y potacio para recuperar las sales y la s fuerzas que uno pierde y no deshidratarse. Esto ayuda a fortalecer el cerebro que es uno de los órganos más importantes", aconsejó Durán.
El extraordinario boxeador, que se prepara para recibir un gran homenaje por su retiro del boxeo el próximo 19 de julio sintetiza de esta manera los riesgos que implica para un púgil buscar el peso ideal.
"Te puedes baldar [quedar lisiado] y te puede dar un faracho, se te puede parar el corazón. Hay que saber hacer las cosas. Conocí a un entrenador que sus boxeadores no podían llegar a hacer nada porque los mataba entrenando".
Es así como el boxeo está dividido en diferentes categorías que atienden al peso de los contendientes y en base al cual se pactan los pleitos y se tasan las bolsas que se pondrán en juego.
Del peso "ideal" dependen muchas cosas, entre ellas que se postergue, cancele o cambie una pelea. Pero más que eso, este factor es determinante para la victoria, derrota, salud y en caso extremo la vida o muerte de un gladiador.
La resistencia de un púgil depende un cien por ciento de la preparación física a la que debe someterse mediante un riguroso entrenamiento, proceso cuya meta final es llegar y mantenerse en el peso de su categoría para sus compromisos correspondientes.
Algunos boxeadores tienen más facilidad que otros para hacer el peso de la división en la que combaten. Sin embargo, a otros les cuesta más la senda que tienen que transitar para lograr ese objetivo.
En muchas ocasiones durante un pesaje previo, que por lo general se da dos o tres días antes de una función de boxeo, un peleador puede confrontar problemas con la báscula. Por lo general está por lo menos unas cinco a seis libras por encima del peso en que está pactada la pelea.
Para que el pleito no se "caiga" el boxeador deberá por los medios a sus disposición rebajar las libras que tenga de más. En algunas ocasiones le otorgan lo que se denomina libras de tolerancia que no deben exceder las dos por encima del peso en que se pactó el combate. También es común verlos pesarse desnudos, rasurarse y hasta correr forrados en plástico para hacer el peso, si no lo logran recurren a otros métodos.
Según el doctor Héctor Sánchez, del Cuerpo Médico de la Comisión de Boxeo Profesional de Panamá (COMIBOX), ese colegiado no recomienda que ningún boxeador suba a pelear si tres días antes de la pelea tiene un peso que exceda las cinco libras, ya que puede representar un riesgo para su salud.
Empero, el galeno declaró a El Panamá América que los boxeadores, con su apoderado, entrenador, promotor o equipo buscan en algunos casos cualquier forma para eliminar las libras de más con tal de llegar al peso para que no se cancele la contienda.
"Es mejor que se pierda la bolsa y no la vida de un boxeador por someterlo a un esfuerzo físico excesivo para hacer el peso o utilizar algún método que pueda ponerlo en peligro".
La vía para rebajar de peso es mediante la eliminación de líquidos. No obstante esa eliminación de líquidos no debe implicar una posible deshidratación del boxeador. Sánchez aduce que una rápida rebaja de peso representa un alto riesgo para él.
Como anotó el médico Héctor Sánchez los boxeadores y quienes trabajan con él se valen de más de una maña para lograr rebajar velozmente las libras que tengan de más. El facultativo recomendó que lo aconsejable en este caso es hacerlo mediante el ejercicio físico, siempre y cuando no sobrepase los límites permitidos.
Pero en más de una ocasión se recurre a otros métodos que representan peligros, cuyas consecuencias pueden ser letales, como por ejemplo el uso de diuréticos. Estas son sustancias que alteran el metabolismo o funcionamiento de los riñones acelerando el proceso de filtración y eliminación de líquidos.
Explicó el médico que la pérdida acelerada de líquidos representa el mayor riesgo para el cerebro. Esto hace que este órgano vital disminuya de volumen. Al ser golpeado el boxeador la masa cerebral rebota como pelota de caucho dentro de la bóveda craneal, pudiendo darse lesiones no sólo externas, sino internas de probables consecuencias fatales.
Aclaró que éstas no es que sean sustancias prohibidas propiamente, pero su uso no es recomendable para rebajar. Además en las pruebas sobre control antidopaje no es muy fácil detectarlas.
Los diuréticos se presentan con una infinidad de nombres y marcas comerciales bajo las cuales se comercializan entre los que se pueden mencionar: Clortalidona, diurex, ameride, hidrosaluretil, tertensif, Xipamida y muchas más.
Quizás nadie pueda hablar con mayor propiedad sobre los métodos más efectivos para rebajar de peso que la gloria del boxeo panameño y universal Roberto "Manos de Piedra" Durán.
En el tiempo que a él le correspondió boxear no existían las técnicas y adelantos médicos de ahora. Se refiere a la década del 70 y parte del 80. Dice que su entrenador Freddy Brown tenía un método especial para mantenerlo en su peso de 135 libras (categoría ligeros).
"Me hacía rebajar a base de filete de pesca"o, media tacita de té y medio vaso de agua. Era un esfuerzo muy grande que tenía que hacer. Comía muy poco y entrenaba mucho. Hacía mucho guante y carretera, lo que acaba a cualquier boxeador".
Desde luego que le favorecieron su juventud y unas condiciones físicas incomparables como pocos peleadores han llegado a tener. "El Cholo" comentó que sabe muchos secretos para rebajar, pero que por el momento no los quiere revelar.
Durán recomendó a todo boxeador y especialmente a los que tienen problemas de peso que se hagan de los servicios de un especialista en nutrición. Según la leyenda del boxeo estas personas tienen el conocimiento para hacer que el boxeador esté en su peso sin nunca dejar de comer. El debe elaborar una lista de lo que debe comer para que esté fuerte y en buenas condiciones.
Roberto admite haber consumido diuréticos para rebajar, pero en una época en que no conocía los métodos adecuados, para fortalecerse sin hacerse daño. "El boxeador debe tomar mucha vitamina y potacio para recuperar las sales y la s fuerzas que uno pierde y no deshidratarse. Esto ayuda a fortalecer el cerebro que es uno de los órganos más importantes", aconsejó Durán.
El extraordinario boxeador, que se prepara para recibir un gran homenaje por su retiro del boxeo el próximo 19 de julio sintetiza de esta manera los riesgos que implica para un púgil buscar el peso ideal.
"Te puedes baldar [quedar lisiado] y te puede dar un faracho, se te puede parar el corazón. Hay que saber hacer las cosas. Conocí a un entrenador que sus boxeadores no podían llegar a hacer nada porque los mataba entrenando".
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