Estados Unidos despierta y piensa a lo grande
Publicado 2002/06/18 23:00:00
- Redacción/
La victoria de 2-0 lograda por Estados Unidos frente a México en la Copa del Mundo, no sólo ha abierto otro frente más de patriotismo entre los ciudadanos de este país, sino que además los comentaristas y columnistas ya hablan de un nuevo orden mundial dentro del deporte rey.
Los estadounidenses, con su presidente, George W.Bush, a la cabeza han despertado de su “ignorancia deportiva”, todo lo que no sea NBA, Fútbol Americano, Béisbol y Juegos Olímpicos, no les interesa para nada o pensaban que no existía, y han comenzado a considerar al fútbol y al mundial como algo que merece la pena su atención.
Bush fue sincero cuando al hablar por teléfono con el entrenador Bruce Arena y los jugadores les reconoció que no “sabía nada del deporte del fútbol, como otros muchos estadounidenses”, pero les deseaba suerte para que siguiesen siendo ganadores y protagonistas.
Algunos jugadores de Estados Unidos manifestaron que ellos podían ganar el título en Corea y Japón.
La primera señal en esa dirección la generó el triunfo por 3-2 que la selección de Estados Unidos logró frente a Portugal en la primera ronda del torneo, y que obligó a los medios de comunicación a tener que destacarla como lo más importante dentro del deporte rey desde que en 1950 el equipo nacional ganó 1-0 a Inglaterra.
Pero todos pensaban que la actuación de la selección no iba a ir a más después del angustioso y poco merecido empate a 1-1 que lograron frente a Corea del Sur y la humillante derrota por 3-1 ante Polonia para completar la primera ronda.
Una selección a la que conocían muy bien y a la que con las estadísticas en la mano habían dominado por completo desde 1991 con una marca de nueve triunfos, seis derrotas y cinco empates.
El dominio de Estados Unidos frente a México ha sido más claro todavía desde que en 1998 se hizo cargo del equipo nacional, el entrenador Arena, porque sólo han perdido un partido de los cinco que han disputado bajo su dirección.
La única derrota de Estados Unidos frente a México se dio durante la fase de clasificación al mundial y fue por 1-0 en el partido disputado en el Estadio Azteca con Javier Aguirre como nuevo entrenador.
Nada que ver con lo que había sucedido desde 1937 hasta 1980 cuando México ganó 21 de los 24 partidos que ambas selecciones disputaron y empataron los otros tres.
Las estadísticas, que son inseparables para hacer cualquier valoración dentro del mundo del deporte profesional en Estados Unidos, han servido a los comentaristas para calificar a la selección de su país como algo real, una fuerza no una farsa, superior a México y el nuevo poder del fútbol dentro del área de la Concacaf.
El “Adiós Amigo” también ha sido un título muy utilizado por los medios de comunicación estadounidenses para destacar la victoria ante México, que siempre se había considerado muy superior tanto en la competición de liga como a nivel de selección.
Los medios de comunicación no han escatimado ningún tipo de adjetivos y expresiones para definir la victoria frente a los mexicanos.
Los estadounidenses, con su presidente, George W.Bush, a la cabeza han despertado de su “ignorancia deportiva”, todo lo que no sea NBA, Fútbol Americano, Béisbol y Juegos Olímpicos, no les interesa para nada o pensaban que no existía, y han comenzado a considerar al fútbol y al mundial como algo que merece la pena su atención.
Bush fue sincero cuando al hablar por teléfono con el entrenador Bruce Arena y los jugadores les reconoció que no “sabía nada del deporte del fútbol, como otros muchos estadounidenses”, pero les deseaba suerte para que siguiesen siendo ganadores y protagonistas.
Algunos jugadores de Estados Unidos manifestaron que ellos podían ganar el título en Corea y Japón.
La primera señal en esa dirección la generó el triunfo por 3-2 que la selección de Estados Unidos logró frente a Portugal en la primera ronda del torneo, y que obligó a los medios de comunicación a tener que destacarla como lo más importante dentro del deporte rey desde que en 1950 el equipo nacional ganó 1-0 a Inglaterra.
Pero todos pensaban que la actuación de la selección no iba a ir a más después del angustioso y poco merecido empate a 1-1 que lograron frente a Corea del Sur y la humillante derrota por 3-1 ante Polonia para completar la primera ronda.
Una selección a la que conocían muy bien y a la que con las estadísticas en la mano habían dominado por completo desde 1991 con una marca de nueve triunfos, seis derrotas y cinco empates.
El dominio de Estados Unidos frente a México ha sido más claro todavía desde que en 1998 se hizo cargo del equipo nacional, el entrenador Arena, porque sólo han perdido un partido de los cinco que han disputado bajo su dirección.
La única derrota de Estados Unidos frente a México se dio durante la fase de clasificación al mundial y fue por 1-0 en el partido disputado en el Estadio Azteca con Javier Aguirre como nuevo entrenador.
Nada que ver con lo que había sucedido desde 1937 hasta 1980 cuando México ganó 21 de los 24 partidos que ambas selecciones disputaron y empataron los otros tres.
Las estadísticas, que son inseparables para hacer cualquier valoración dentro del mundo del deporte profesional en Estados Unidos, han servido a los comentaristas para calificar a la selección de su país como algo real, una fuerza no una farsa, superior a México y el nuevo poder del fútbol dentro del área de la Concacaf.
El “Adiós Amigo” también ha sido un título muy utilizado por los medios de comunicación estadounidenses para destacar la victoria ante México, que siempre se había considerado muy superior tanto en la competición de liga como a nivel de selección.
Los medios de comunicación no han escatimado ningún tipo de adjetivos y expresiones para definir la victoria frente a los mexicanos.
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