Fama, dedo y personalidad hípica
- Redacción /
Tras su reapertura en el 2009, a principios de esta semana se realizó la tercera ceremonia de exaltación al Salón de la Fama de la Hípica Panameña.
Esta vez los honores fueron para Adolfo y Nicanor De Obarrio en la categoría propietario; Antonio José Alessandría, criador; Dependable, crianza; Eugenio, ejemplar; Rafael Fernández y Rubén Orillac, preparador; Gabriel “Pipo” Alfaro, jinete; Esteban Perdomo, personalidad; y Guillermo Medina Matos, comunicador social.
Pasado el capítulo del Salón de la Fama, ahora los focos del escenario hípico estarán sobre la selección de los valores hípicos 2011, cuyas votaciones se realizaron recientemente y queda pendiente la premiación.
La novedad de este año es que los periodistas, comentaristas, pronosticadores y narradores no tuvieron la oportunidad de escoger a la personalidad hípica del año, la cual fue eliminada de las nominaciones.
En ese reglón siempre ha habido discusiones y suspicacias debido a que el ganador es el resultado de la popularidad y la simpatía de los votantes.
Este vez, sencillamente, la personalidad hípica será reconocida por un par de dedos que lo apuntarán y no por el juicio de quienes durante toda la temporada le dieron seguimiento periodístico a las figuras que actuaron esa tempo rada.
Nos parece una decisión lamentable e irrespetuosa, no solo para los medios, sino para el que reciba el premio, puesto que no hay nada más honroso que llegar a un sitial con esfuerzo propio o por la decisión espontánea de la gente, no porque un dedo lo señale.
No vamos a discutir los “méritos hípicos” que tienen las personas que han sido mencionadas (dos diputados) para regalarles el galardón, pero hubiera contribuido más a sus imágenes que se sometieran al escrutinio de la prensa o que se le otorgara una mención especial, en vez de darles las llaves de la puerta de la cocina.
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