Fox proyecta confianza para ganar elecciones mexicanas

El principal candidato opositor a la presidencia de México, Vicente Fox, espera ganarse a los votantes proyectando una imagen de mucha confianza, pero analistas han advertido que su estrategia puede dar un resultado contrario al deseado.

Francisco Labastida, candidato del partido gobernante, y Fox, un ex ejecutivo de la Coca Cola, están inmersos en una campaña cada vez más caliente, matizada por exabruptos, con miras a los comicios del 2 de julio.

Fox, un relativamente nuevo personaje de la escena política, representa una coalición entre el conservador Partido Acción Nacional (PAN) y el Verde Ecologista de México (PVEM).

Fue gobernador del estado central de Guanajuato, pero nunca ostentó un cargo dentro de gobierno federal.

En contraste, Labastida, un ex ministro del Interior, es un político de carrera.

Fox, con sus dos metros de altura, tiene una imagen de típico macho.

Vestido muchas veces con botas vaqueras y pantalones jeans y usando un lenguaje tosco, ha llegado incluso a cuestionar la masculinidad de Labastida.

Fox, quien pinta su victoria como algo seguro, mostró su hilacha el viernes, en un debate transmitido por televisión con Labastida y el veterano candidato izquierdista Cuauhtémoc Cárdenas.

En el debate, Fox le dijo al defensivo Labastida: "Francisco, tú nunca vas a ser presidente".

Aunque la mayoría de los comentaristas no vieron un ganador claro en el debate del viernes, se percibió que Fox tuvo una buena actuación y que se deshizo de la publicidad negativa derivada de un pequeño berrinche que hizo el martes en una discusión para establecer la fecha del debate.

El columnista político Sergio Sarmiento dijo que muchos mexicanos vieron a Fox como un engreído.

"Se mostró muy seguro de sí mismo, pero no creo que eso lo debilite", dijo Sarmiento a Reuters.

"A mucha gente le gusta un ganador.

A los mexicanos les fascina que alguien de la oposición se acerque a la elección con una actitud de ganador.

" ¿FOX DEMASIADO SEGURO?En contraparte, algunos observan la presuntuosa postura de Fox como un error de cálculo.

"Están usando (esa postura) como un elemento de propaganda política", dijo el politólogo Federico Reyes Heroles.

"Pero lo que vimos el martes fue a una persona que ya está mostrando una impetuosa postura de arrogancia como si ya hubiera ganado".

Federico Estévez, un especialista político del Instituto Tecnológico Autónomo de México, dijo que Fox estaba aplicando sus conocimiento de mercadotecnia y la experiencia adquirida en la Coca Cola para su lucha política.

"Antes de que Fox se hiciera cargo de la Coca Cola en México, Pepsi era la líder del mercado aquí.

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y él la hizo una ganadora.

Así que ha usado exactamente la misma estrategia para la campaña presidencial", explicó.

Fox apareció en televisión después del debate con una sonrisa de oreja a oreja, haciendo la "V de la victoria" en compañía de sus dos hijas adoptadivas.

"Hemos ganado", dijo.

Una encuesta telefónica publicada por el diario Reforma el sábado mostró que el 47 por ciento de los 611 entrevistados pensaban que Fox ganó el debate, mientras que sólo el 19 por ciento favoreció a Labastida y el 18 por ciento a Cárdenas.

Sin embargo, las encuestas de opinión muestran que la carrera está lejos de tener un resultado claro.

La última, publicada el viernes por el Dallas Morning News y basada en 4.

896 entrevistas, mostró a Labastida y a Fox empatados con un 33 por ciento de las preferencias de voto.

"Los números no le dan a ninguno de ellos la razón para presumir o dejar de preocuparse", dijo Daniel Lund, responsable en México de la encuestadora Mund, empresa que realizó el sondeo.

"Claramente, Fox tiene una pelea en sus manos.

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Está manteniendo elevado su propio espíritu y el de sus tropas", dijo Lund.

El desafío más importante que Fox ha encarado con éxito en esta campaña, agregó, fue de terminar con la idea de que el PRI ganará inevitablemente cuanto comicio se celebre en el país.