Japón satisfecho con el primer empate en Copas del Mundo
Publicado 2002/06/04 23:00:00
- Jairo Corenjo
El francés Philippe Troussier, técnico de la selección de fútbol de Japón, elogió a su equipo que consiguió el primer punto de su historia en los campeonatos mundiales al igualar 2-2 con Bélgica.
Alentados por los miles de aficionados que colmaron el estadio, los japoneses se repusieron de una desventaja de 0-1 y lograron irse adelante en el marcador, sólo para verse alcanzados por los europeos a 15 minutos del final. "Es un punto histórico porque es el primer punto que Japón ha conseguido en una Copa del Mundo. Jugamos contra un muy buen equpo europeo", dijo Troussier. En 1998, en su única aparición anterior, los japoneses perdieron sus tres partidos pero éste fue un equipo muy distinto, tanto en cuanto a sus jugadores como a su actitud.
"Es cierto que fue un empate pero estoy muy satisfecho. Faltan dos partidos y creemos que podemos calificar", agregó. Japón y Bélgica integran el Grupo H de la Copa del Mundo, junto a Rusia y Túnez, que se enfrentan el miércoles.
El técnico del equipo belga, Robert Waseige, se declaró también satisfecho por la manera en que su equipo reaccionó para remontar la ventaja que habían tomado los locales.
"Mostramos un buen espíritu de lucha. Sentía que estábamos controlando bien el partido y a Japón, pero de pronto perdimos el control y ellos se fueron arriba por 2-1. Así que estoy muy contento de que pudimos regresar y conseguir un punto", dijo.
Polonia pasó a ejercer de dominador en la segunda parte, pero lo hacía sin excesivo criterio y con nulo peligro. La defensa coreana contenía sin apuros a sus contrarios.
Lejos de presagiarse el empate, era Corea la que parecía en disposición de ampliar la renta. En el minuto 49, un duro disparo de Park fue enviado a córner por Jerzy Dudek con una ágil réplica.
Sin embargo, cuatro minutos después, el guardameta del Liverpool fue incapaz de neutralizar, pese a tocar el balón, el derechazo desde fuera del área de Sang Yoo, que escribía con su gol un capítulo casi definitivo de la más hermosa historia del fútbol de su país.
Pese a que aún quedaban casi cuarenta minutos de juego, el partido se presumía sentenciado. Los jugadores de Jerzy Engel reaccionaron sin lustre. Disponían de la posesión del balón pero eran incapaces de acercarse al área rival con soltura. El perfecto sistema defensivo asiático les mantenía a raya.
Alentados por los miles de aficionados que colmaron el estadio, los japoneses se repusieron de una desventaja de 0-1 y lograron irse adelante en el marcador, sólo para verse alcanzados por los europeos a 15 minutos del final. "Es un punto histórico porque es el primer punto que Japón ha conseguido en una Copa del Mundo. Jugamos contra un muy buen equpo europeo", dijo Troussier. En 1998, en su única aparición anterior, los japoneses perdieron sus tres partidos pero éste fue un equipo muy distinto, tanto en cuanto a sus jugadores como a su actitud.
"Es cierto que fue un empate pero estoy muy satisfecho. Faltan dos partidos y creemos que podemos calificar", agregó. Japón y Bélgica integran el Grupo H de la Copa del Mundo, junto a Rusia y Túnez, que se enfrentan el miércoles.
El técnico del equipo belga, Robert Waseige, se declaró también satisfecho por la manera en que su equipo reaccionó para remontar la ventaja que habían tomado los locales.
"Mostramos un buen espíritu de lucha. Sentía que estábamos controlando bien el partido y a Japón, pero de pronto perdimos el control y ellos se fueron arriba por 2-1. Así que estoy muy contento de que pudimos regresar y conseguir un punto", dijo.
Polonia pasó a ejercer de dominador en la segunda parte, pero lo hacía sin excesivo criterio y con nulo peligro. La defensa coreana contenía sin apuros a sus contrarios.
Lejos de presagiarse el empate, era Corea la que parecía en disposición de ampliar la renta. En el minuto 49, un duro disparo de Park fue enviado a córner por Jerzy Dudek con una ágil réplica.
Sin embargo, cuatro minutos después, el guardameta del Liverpool fue incapaz de neutralizar, pese a tocar el balón, el derechazo desde fuera del área de Sang Yoo, que escribía con su gol un capítulo casi definitivo de la más hermosa historia del fútbol de su país.
Pese a que aún quedaban casi cuarenta minutos de juego, el partido se presumía sentenciado. Los jugadores de Jerzy Engel reaccionaron sin lustre. Disponían de la posesión del balón pero eran incapaces de acercarse al área rival con soltura. El perfecto sistema defensivo asiático les mantenía a raya.
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