La Diosa Fortuna y la Copa América
- Eliécer Navarro
La Diosa Fortuna se molestó mucho al ver los emparejamientos de los cuartos de final de la Copa América, y al conocer que los cronistas deportivos de todo el mundo declaraban a Chile, Brasil, Argentina y a Colombia favoritos, sin tener en cuenta sus menesteres.
No tenerla en cuenta a ella, a La Fortuna, y a su hija La Suerte, rompió en carcajadas. Y se fue a ver al Dios más grande. Él le dijo que no podía hacer nada pues era casi imposible torcer el destino. Para que estos equipos quedaran eliminados tenían que pegar 12 balonazos en los postes, que los defensas de los equipos contrarios sacaran la pelota en las rayas de gol, que los porteros se convirtieran en figuras y que en fin, las defensas de Perú, Venezuela, Uruguay y Paraguay prevalecieran ante los delanteros que se habían convertido en las estrellas del mercado.
La Fortuna llamó a La Suerte y entre ambos comenzaron a tomar nota de aquella difícil receta ganadora. Y entonces se fueron de incógnitas a los estadios argentinos durante esos partidos y vaya que sí trabajaron bien. Lo primero que hicieron fue eliminar a los anfitriones.
Las dos diosas también asistieron al partido Colombia-Perú y de forma inesperada los peruanos recobraron su memoria histórica.
Faltaban dos partidos, eran los más difíciles. Pero las deidades tuvieron el refuerzo del Azar, un dios menor pero poderoso. Brasil, trató y trató en 120 minutos y no pudo anotar. Y aunque el Dios más grande le dio la oportunidad de los tiros penales, no anotaron ni uno. Eliminados.
En el último partido los protagonistas fueron los palos horizontales, que se encargaron de rechazar los cañonazos de los delanteros chilenos. Mientras los vales, en dos pelotas paradas, anotaron dos goles.
Para las semifinales tanto La Fortuna como La Suerte han sido encerradas, pero el Dios más grande se olvidó de algo… del Azar.
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