Muchos desaparecidos lanzados al mar, según informe
Publicado 2001/01/08 00:00:00
- Bogotá
Los militares chilenos confirmaron que los detenidos desaparecidos durante la dictadura de Augusto Pinochet fueron lanzados al mar, arrojados en las montañas o incinerados, informaron ayer fuentes de prensa.
Los datos están contenidos en el informe que las Fuerzas Armadas han elaborado junto a varias instituciones religiosas y de la Masonería, y que se presentó el pasado viernes al Gobierno, tras seis meses de investigación de acuerdo a lo decidido en la Mesa de Diálogo sobre Derechos Humanos.
La información reunida, que según datos extraoficiales puede permitir aclarar unos 400 casos de detenidos desaparecidos, fue entregada el sábado por el presidente Ricardo Lagos al Poder Judicial, y el presidente de la Corte Suprema, Hernán Alvarez, anunció el nombramiento de jueces especiales para las correspondientes investigaciones.
El diario "La Tercera" de Santiago publicó una parte del documento entregado por las Fuerzas Armadas, que revela el lanzamiento al mar o a ríos de unos 70 presos políticos, la incineración de otros 182 y el enterramiento ilegal de unos 160.
La mayoría de los casos aclarados corresponden a presos políticos hechos desaparecer entre septiembre de 1973 y marzo de 1974, y, según la publicación, en unos 180 casos se conocen los nombres y apellidos de las víctimas, pero sólo se consigna el paradero exacto de 45 cadáveres, con mapas y coordenadas que detallan los lugares que fueron inhumados.
De las 180 víctimas mencionadas con nombres y apellidos, el informe también contiene precisiones acerca de su destino, es decir, se establece si fueron lanzadas al mar, a las montañas -cráteres de volcanes, según fuentes de derechos humanos- o incineradas.
De los casos informados, 27 presos fueron lanzados al mar desde helicópteros frente a las costas de San Antonio, a 110 kilómetros al suroeste de Santiago, o cerca del balneario de Pichilemu, algunos kilómetros más al sur.
En Pichilemu, el Ejército tiene una mansión donde Augusto Pinochet pasaba sus vacaciones cuando era gobernante de facto y comandante en jefe de esa institución, y en sus cercanías adquirió la finca "Los Boldos", su actual lugar de descanso, en el que se encuentra en estos momentos.
Además se reconoce el lanzamiento de cuerpos en los ríos Bío Bío, a 500 kilómetros al sur de Santiago, y Toltén, 190 kilómetros más al sur.
El documento también señala que los cuerpos de 182 personas asesinadas en los días posteriores al golpe militar de 1973 fueron incinerados en el Cementerio General de Santiago "por razones sanitarias", mientras otros 160 fueron sepultados en el Patio 29 de esa necrópolis.
De estos, alrededor de 130 han sido exhumados desde 1990, y se ha logrado identificar a varias decenas de ellos.
Los datos están contenidos en el informe que las Fuerzas Armadas han elaborado junto a varias instituciones religiosas y de la Masonería, y que se presentó el pasado viernes al Gobierno, tras seis meses de investigación de acuerdo a lo decidido en la Mesa de Diálogo sobre Derechos Humanos.
La información reunida, que según datos extraoficiales puede permitir aclarar unos 400 casos de detenidos desaparecidos, fue entregada el sábado por el presidente Ricardo Lagos al Poder Judicial, y el presidente de la Corte Suprema, Hernán Alvarez, anunció el nombramiento de jueces especiales para las correspondientes investigaciones.
El diario "La Tercera" de Santiago publicó una parte del documento entregado por las Fuerzas Armadas, que revela el lanzamiento al mar o a ríos de unos 70 presos políticos, la incineración de otros 182 y el enterramiento ilegal de unos 160.
La mayoría de los casos aclarados corresponden a presos políticos hechos desaparecer entre septiembre de 1973 y marzo de 1974, y, según la publicación, en unos 180 casos se conocen los nombres y apellidos de las víctimas, pero sólo se consigna el paradero exacto de 45 cadáveres, con mapas y coordenadas que detallan los lugares que fueron inhumados.
De las 180 víctimas mencionadas con nombres y apellidos, el informe también contiene precisiones acerca de su destino, es decir, se establece si fueron lanzadas al mar, a las montañas -cráteres de volcanes, según fuentes de derechos humanos- o incineradas.
De los casos informados, 27 presos fueron lanzados al mar desde helicópteros frente a las costas de San Antonio, a 110 kilómetros al suroeste de Santiago, o cerca del balneario de Pichilemu, algunos kilómetros más al sur.
En Pichilemu, el Ejército tiene una mansión donde Augusto Pinochet pasaba sus vacaciones cuando era gobernante de facto y comandante en jefe de esa institución, y en sus cercanías adquirió la finca "Los Boldos", su actual lugar de descanso, en el que se encuentra en estos momentos.
Además se reconoce el lanzamiento de cuerpos en los ríos Bío Bío, a 500 kilómetros al sur de Santiago, y Toltén, 190 kilómetros más al sur.
El documento también señala que los cuerpos de 182 personas asesinadas en los días posteriores al golpe militar de 1973 fueron incinerados en el Cementerio General de Santiago "por razones sanitarias", mientras otros 160 fueron sepultados en el Patio 29 de esa necrópolis.
De estos, alrededor de 130 han sido exhumados desde 1990, y se ha logrado identificar a varias decenas de ellos.
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