Nacido para saltar, triunfar y conquistar tierras y corazones.
A pesar de las complicaciones que tuvo a raíz de una enfermedad, Irving Saladino es un ganador, ese fue el primer obstáculo que saltó el hoy campeón olímpico. Nace la familia Saladino-Aranda Irving da sus primeros pasos. Sus comienzos en el atletismo Una juventud a puro deporte
Cuando los genes de dos personas dedicadas y con visión se unen, por lo general el producto de esa unión debe ser igual o mejor que ellos.
Tal es el caso de David Saladino y Cristina Aranda, progenitores de Irving
Saladino, actual campeón mundial y olímpico de salto de longitud.
David y Cristina eran vecinos, desde que la vio, a David le gustó la guapa mujer. Pasaban los días y no había forma de llegar a la hermosa morena, hasta que se presentó la oportunidad. A través de una prima de Cristina fue como el joven David pudo conocerla, enamorarla y, al cabo de un tiempo, convertirla en la señora Saladino.
El matrimonio Saladino tenía su residencia en la calle 7 y avenida Balboa. De ellos nacieron tres hijos: David, Irving, y Abdul Saladino.
Nace un campeón.
Irving Jahir Saladino Aranda llega a este mundo el 23 de enero de 1983. Desde niño fue normal como todo infante, inquieto, ya que había que tenerle los ojos encima, debido a que te echaba tierra en los ojos, se movía por todas partes de la casa,y era bastante travieso como todo niño de su edad.
El pequeño padeció de una enfermedad en los inicios de su vida, todo lo que comía lo vomitaba. Esto causó gran temor en sus padres por la vida de Irving,
"Estábamos asustados, se tuvo que hacer una junta médica, porque podía haber algo malo, según los médicos. Pero lo revisaron y no le encontraron nada. Cuando el infante fue bautizado, todos los males que tenía fueron exterminados.
A él le encantaba correr, como todo niño de su edad que todo lo quiere hacer corriendo, y había que tener cuidado para que no se cayera y se golpeara.
Irving Saladino también fue un niño que aprendió a defenderse ya que le encantaba pelear, no se dejaba de nadie, al que le pegaba, él le respondía de la misma manera.
Como todo niño fue bien juguetón, él no tenía que estar con alguien para jugar, ya que se entretenía con cualquier juguete, con sus hermanos mayores y con los amiguitos con los que contaba.
Su infancia no fue llena de opulencia, tuvo momentos en los que las cosas se encontraban bastante apretadas, lo que significa que su estilo de vida fue normal, como cualquier familia de clase trabajadora de Colón, donde hay que luchar, y superar muchos obstáculos si quieres llegar a ser alguien en la vida.
Saladino realiza sus estudios primarios en la Escuela República del Uruguay, en el año 1988. En 1990, a la edad de siete años, es descubierto por su maestra de educación física, Maritza Escalona, quien es la esposa de Wilfredo Bartley, en ese entonces instructor de atletismo, quien fungía como Presidente de la Liga Provincial de ese deporte.
Irving practicó diversos deportes tradicionales, como el fútbol, el béisbol; es más, su padre, David Saladino, deseaba que Irving se dedicara al béisbol, ya que él fue un gran pelotero que representó a la provincia de Colón en diversos torneos nacionales. Sin embargo, en esos momentos el niño no tenía inclinación por ninguna disciplina deportiva en especial.
La pasión de Irving Saladino por el atletismo comenzó cuando participó por primera vez en una competencia escolar representando a Colón, cosechando éxitos.
Los dotes que se habían descubierto en él, para el atletismo, eliminaron el anhelo de su progenitor, quien comentó, que aceptó bien la elección de su hijo de practicar dicho deporte, y fue su hermano mayor David, quien lo llevó por primera vez al estadio Roberto Mariano Bula para que iniciara sus entrenamientos.
Irving Saladino participó de diversos eventos a nivel interprimario, donde tuvo muy destacada actuación. En sus inicios participó de los 70 metros, el salto triple y, por supuesto, el salto de longitud.
En 1994, el pequeño Saladino recibe en la Escuela República del Uruguay, su certificado de sexto grado.
El joven atleta colonense inicia sus estudios secundarios en 1995, en el conocido Instituto Profesional y Técnico de Colón (IPTC). Tal y como lo fue en la escuela primaria, Saladino fue un buen estudiante, disciplinado en sus tareas, respetuoso para con sus mayores, asimilando muy bien las enseñanzas que sus padres le inculcaron en el hogar.
Irving nunca fue un joven de estar en las calles como los chicos de hoy, que andan de fiesta en fiesta, y de discoteca en discoteca, siempre estaba en su casa, y el único lugar al que asistía, era al estadio Roberto Mariano Bula, donde entrenaba.
Tampoco fue un joven de estar con toda clase de chicas, es un joven muy selectivo en ese sentido, así como con sus amistades, siempre se relacionó con buenas personas, de las que podía aprender cosas que le ayudaran a ser mejor.
Luego de algunas victorias y buenas marcas a nivel nacional, Irving fue llamado a competir a nivel internacional. Representó a Panamá en El Salvador, Guatemala y Jamaica, donde mostró su gran capacidad.
Una pequeña crisis.
En el año 2000, Saladino recibe el diploma de sexto año, al graduarse de e electricista. El joven había decidido estudiar esta carrera, inspirado en su señor padre que es electricista, y quien laboraba en una empresa privada.
Ya graduado, Irving Saladino decide entonces iniciar sus estudios universitarios, que combinaba con el entrenamiento y la participación en diversos torneos locales, y nacionales.
Después de un tiempo, Irving se volvió algo indisciplinado, y entrenaba un día si, y otros no, y pasaba gran parte del día en la casa, situación que llevó a su padre David, a decirle que iba a tener que ir a trabajar, para que se pagara sus estudios, ya que no podía pasar en casa todo el día sin hacer nada.
El joven tenía una carrera promisoria en su natal Colón. Era uno de los que trabajaban más duro y había mostrado toda su capacidad, lo que llevaba a sus amigos a pensar que podría ser un gran... electricista.
Hoy día, aquel que muchos pensaban sería un gran electricista, es el campeón mundial y olímpico de salto de longitud, nacido en una ciudad marginada por los gobiernos. Pero él luchó contra todo obstáculo, que con sus largas zancadas pudo saltar, para poder lograr lo que tanto soñó, y anhela todo atleta: una medalla de oro olímpica.
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