Panamá
Semana 6- Cruda realidad en la NBA
Después de perder a su estrella, Paul George, los Pacers siguieron el mismo guion de siempre.
- Elías Poveda B.
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- Estudiante de la UTP
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- - Actualizado: 03/2/2021 - 01:34 am
La última semana hemos observado que los Toronto Raptors han empezado a tomar las riendas de la temporada. Sus primeros 15 partidos fueron abismales, pero poco a poco piezas como Pascal Siakam y Fred VanVleet tienen excelentes partidos que nos hacen recordar que, aunque el tiempo de campeones ha pasado, seguirán siendo un equipo que llegue consistentemente a la postemporada. Estarán en la posición que tenían a mediados de la época de DeRozan y Lowry, una franquicia que pelea por pasar de la segunda ronda, pero les falta una pieza para llegar más allá. Muchos dirán que es una mala situación, pero el mercado de Toronto, aunque tiene una gran fanaticada, no atrae a esos grandes agentes libres que cambian las mareas de la liga.
La mayoría de los equipos de la NBA estarían felices con solo llegar, y a continuación hablaremos de la franquicia que representa esta noción más que ninguna.
Los Indiana Pacers son moderadamente buenos. Después de perder a su estrella, Paul George, los Pacers siguieron el mismo guion de siempre. Y esta fue una de las razones por las que George indicó que quería irse de la franquicia. La realidad es que un mercado pequeño rara vez puede competir para ser el mejor equipo de la liga, dado que, como antes he mencionado, ningún gran agente libre quiere ir a Indianápolis en este caso.
Todos los equipos en la NBA tienen el mismo presupuesto para su plantilla, pero si ustedes tuviesen la oportunidad de hacer más de 10 millones de dólares en cualquier equipo ¿escogerían Indianápolis o California?
A pesar de mis fuertes críticas, los Pacers son un buen equipo, actualmente tienen a uno de los mejores alero-pívot de la liga en Domantas Sabonis, un gran centro defensivo en Myles Turner y un buen base-escolta en Malcolm Brogdon. El equipo tiene gran química, un buen lugar en su conferencia, buen entrenador y la banca funciona como una buena locomotora; y aun así, tal vez no pasen de la segunda ronda.
Los Orlando Magic tienen una maldición, y no lo digo a la ligera. Empezaron esta temporada con un gran ritmo, a pesar de que nadie esperaba un gran salto este año; pero la primera señal de que no iba a durar empezó antes del primer silbato de la temporada. Un mes antes de empezar se anunció que uno de los mejores jugadores defensivos de la liga, Jonathan Isaac, se lesionó su ligamento cruzado anterior (LCA) y no podría participar en la temporada 2020-2021.
Aun así, los Magic sorprendieron en las primeras cuatro semanas, posicionándose en la parte alta de la Conferencia Este y preparándose para llegar a la postemporada y tratar de elevar un poco el nivel que ha mostrado en los últimos años; luego, una tragedia azotó al equipo. Durante un partido contra los Cleveland Cavaliers, Markelle Fultz sufrió la misma lesión que su compañero Jonathan Isaac, meses atrás.
Deben comprender que la carrera de Markelle Fultz antes de comenzar esta temporada era menos que estelar. Fue el primer pique en 2018 y tras lesiones de hombro, juego inconsistente y problemas con su confianza, los Philadelphia 76ers abandonaron al joven de 20 años, traspasándolo junto con un pique por Jonathon Simmons (esencialmente un jugador de rol que no estuvo con el equipo por más de 6 meses).
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Los Magic aceptaron a un joven con potencial, pero la temporada 2019-2020 fue dura para Fultz. Peleó por su titularidad la mayor parte del año, pero salió victorioso antes de que la pandemia suspendiera la temporada. Los Magic ganaron un partido ante los Milwaukee Bucks y dieron una gran batalla, contemplando que era el equipo #8 contra el #1 de la conferencia.
Comenzando esta temporada, Markelle se veía como un "All-Star". Tenía confianza, buenas maniobras acrobáticas en la pintura, y aunque no tenía una gran precisión de media y larga distancia, el joven recuperó un aspecto poco apreciado en el mundo de los deportes: la confianza. Él junto a Nikola Vucevic, Aarón Gordon y el novato Cole Anthony impulsaron a Orlando a los reflectores, hasta que lo impensable ocurrió.
Desde entonces los Magic han sido promedios y ese brillo y vigor con el que jugaban poco a poco se desvaneció. Un aspecto positivo ante esta situación fue que el novato Anthony obtiene más minutos, y ha mostrado una brillante capacidad cuando el juego está en sus fases finales.
Esta semana exploramos cómo las buenas situaciones no son suficiente y cómo las grandes promesas se esfuman en segundos.
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