Simpatizantes de Labastida caricaturizan a su rival Fox
Publicado 2000/05/20 23:00:00
- José Miguel DomÃnguez F.
El cartel en la puerta de un centro de convenciones facilitaba las cosas. El candidato presidencial opositor, Vicente Fox, aparecía con el uniforme nazi, amenazando a cualquiera que se cruzara con él en un campo de concentración.
Evidentemente, el lugar no era sitio de reunión para los simpatizantes del derechista Partido Acción Nacional (PAN) de México, cuyo candidato Fox espera obtener un histórico triunfo en la elección presidencial del 2 de julio.
Pero para Francisco Labastida, candidato del largamente gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien corre cabeza a cabeza con Fox en los sondeos de intención del voto, fue la oportunidad de incendiar los ánimos entre sus partidarios locales.
Labastida, luciendo una camisa deportiva azul y pantalones beige, prometió a su auditorio que destinará cuantiosos recursos a la educación, a la salud y a la recuperación de la acosada clase media mexicana.
Guadalajara, la segunda más populosa ciudad de México, está actualmente gobernada por el PAN, pero Labastida no habría podido pedir un mejor y más entusiasta auditorio, como el que lo recibió en el centro de convenciones.
El griterío de más de 1.000 dirigentes partidarios locales calentó el ambiente antes de la aparición de Labastida, con exclamaciones de "vamos a ganar" y "duro, duro, duro".
Pese a lo que las encuestas de opinión sostienen, los seguidores de Labastida parecían no tener ninguna duda de que ganarán la elección. Su abierta antipatía por Fox, un impetuoso orador y ex ejecutivo de la Coca Cola de México, era palpable.
Un veterano militante del PRI comparó a Fox con el último gran comediante de México: Cainflas.
"Fox es muy popular, como Cantinflas, pero ?podrá llegar a ser presidente?", preguntó José Eduardo Rivera Gámez, un ex alcalde Tlaquepaque, municipio de la zona metropolitana de Guadalajara.
Evidentemente, el lugar no era sitio de reunión para los simpatizantes del derechista Partido Acción Nacional (PAN) de México, cuyo candidato Fox espera obtener un histórico triunfo en la elección presidencial del 2 de julio.
Pero para Francisco Labastida, candidato del largamente gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien corre cabeza a cabeza con Fox en los sondeos de intención del voto, fue la oportunidad de incendiar los ánimos entre sus partidarios locales.
Labastida, luciendo una camisa deportiva azul y pantalones beige, prometió a su auditorio que destinará cuantiosos recursos a la educación, a la salud y a la recuperación de la acosada clase media mexicana.
Guadalajara, la segunda más populosa ciudad de México, está actualmente gobernada por el PAN, pero Labastida no habría podido pedir un mejor y más entusiasta auditorio, como el que lo recibió en el centro de convenciones.
El griterío de más de 1.000 dirigentes partidarios locales calentó el ambiente antes de la aparición de Labastida, con exclamaciones de "vamos a ganar" y "duro, duro, duro".
Pese a lo que las encuestas de opinión sostienen, los seguidores de Labastida parecían no tener ninguna duda de que ganarán la elección. Su abierta antipatía por Fox, un impetuoso orador y ex ejecutivo de la Coca Cola de México, era palpable.
Un veterano militante del PRI comparó a Fox con el último gran comediante de México: Cainflas.
"Fox es muy popular, como Cantinflas, pero ?podrá llegar a ser presidente?", preguntó José Eduardo Rivera Gámez, un ex alcalde Tlaquepaque, municipio de la zona metropolitana de Guadalajara.
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