Arranca tanga y matanga

En un tiempo, Tito Piedra, Pipo Ayala, Negro Reyes y yo teníamos dichos curiosos, inalámbricos. Entre ellos uno muy explícito: “Why I quit the vice”, traducido del poema de Manuel Bernal “Por que me quité del vicio”. Pero era mentira, no dejábamos el bullanguero vicio de beber. Sin embargo, lo que no pudo el personaje de “Días sin huellas” (pocos recordarán la película y el Oscar que ganó Ray Milland en el rol de un dipsómano sin salida), lo hizo con mucha facilidad la tanda de años que nos cayó. Por eso cambiamos también ese otro dicho de cuando nos veíamos después de cierto tiempo: «Hombre, hace más de caja y media de Carta Vieja que no te veo». Ahora, cuando por casualidad nos encontramos en esta meteórica ciudad, decimos: «Oye, hace dos elecciones, cuatro catarros y un flat que no te veo». En verdad, extraño a mis amigos, quisiera verlos con más frecuencia (menos a Pipo, que murió hace años). Me gustaría saber qué pensaría Tito Piedra de los mensajes que recibo y que aturden por su tenacidad y sus extraños ofrecimientos. Miren este: ÉNLARGÊ YOÚR PËNIS TODAY. Lo copié “sic erat scriptum”, Los eróticos acentos le dan fuerza y misterio. Lo firma una tal Arabelle Z. Nellum, y no pongo su dirección porque algunos podrían interesarse y entonces esta humilde columna se convertiría en un anuncio. Pero algo ha logrado. Antes cuando me bañaba, no prestaba la menor atención, aparte de la jabonada, a mi pene, ahora lo contemplo y platico con él: ¿Por qué querríamos alargarte si así, normal, te ha ido bastante bien? Él, prudente, calla. Y pienso que está de acuerdo conmigo.

Lo de “arranca tanga y matanga” es otro cosa. En esa carabela llena hasta el carajo (que es la cofa del vigía) de spam, me llegó también la vieja trampa de la pobre viuda que recibe siete millones de herencia pero que me necesita para cobrarlos y como sabe que soy honrado, me ofrece uno de sus millones. Creí que habían convencido a estas amables personas de la futilidad de sus intentos, pero Pipo tenía razón: “Todos los días sale un pendejo a la calle”.

¿Pero por qué “arranca tanga y matanga”? Nada más porque es una expresión zulú que quiere decir “violación carnal”. Y, aunque intimidante, suena a tingo talango.