Custodio del patrimonio cultural de nuestro país
- Yessika Valdés
Según los registros que se llevan de las visitas y consultas el sector docente es el menos asiduo a la biblioteca, mientras que los universitarios frecuentan mucho las diferentes salas y dependencias las institución.
Los periódicos son los más consultados. Los estudiantes universitarios los principales usuarios y también escritores, historiadores, investigadores e intelectuales tienen como parte importante de su agenda, una visita a la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero.
Uno de los intelectuales que solía acudir a esta cita con los libros era el Dr. Diógenes de La Rosa, quien aún después de fallecido es recordado, no sólo por su sapiencia, verbo, elocuencia, sencillez y carisma, sino también porque en la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero, -que está de aniversario- cuenta con 7 mil volúmenes de la colección personal de este panameño singular, entre las 140 mil obras, de las que es albacea.
Por estos días entre sus más asiduos visitantes se cuentan los niños del "Club de los Súper Lectores", quienes en el Bibliobús descubren la magia de la lectura guiados por cuentacuentos u otros aliados de la industria literaria. También el Sr. De la Guardia, jubilado, aprovecha sus años dorados para visitar cotidianamente la Hemeroteca, para nadar entre tanta información que lo nutre y utiliza para sus faenas como comunicador social.
Lástima que los políticos no tengan tiempo para la cultura. De esto da testimonio la presidenta de la Fundación Pro Biblioteca Nacional, Dra. Rosa María Britton, quien se lamenta de que muchos de ellos, forman parte de los panameños que no tienen siquiera la menor idea de dónde queda la Biblioteca Nacional (BINAL).
De cara al próximo milenio.
Hace más de una década, tras cumplir la mediana edad, la BINAL, con el apoyo de Japón, estrenó edificio en el Parque Omar y se puso pantalones largos. Dejó las vetustas instalaciones que ocupara en la Plaza 5 de Mayo, próximo al Palacio Legislativo. Ahora, quién lo diría, llega a los 66 algo limitada de espacio y con muchas proyecciones. Porque, estar a la altura de las expectativas de los lectores del Siglo XXI es un reto al que hacen frente con entusiasmo y mucho profesionalismo Nitzia Barrantes y su equipo de 46 colaboradores.
En esta entrega de Día D, Barrantes, quien hace diez años dirige la institución que custodia y preserva el patrimonio documental de la Nación, nos pone al tanto de la realidad que vive la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero.
¿Es la falta de espacio el principal problema o también la necesidad de microfilmar más documentos?.
Es la falta de espacio. El patrimonio documental de la Hemeroteca amerita que los originales impresos en papel se preserven y se conserven en el tiempo. Los formatos alternos como la microfilmación o la digitalización son importantes para ampliar el acceso a estos recursos y reducir el uso de los originales para evitar su deterioro.
Día D: ¿Cuáles son los documentos más antiguos que tienen en la hemeroteca. ¿De cuándo datan?
En la Hemeroteca existen tesoros bibliográficos para el estudio de Panamá y los panameños.
Entre las colecciones de gran porte se erigen los periódicos como el Star & Herald que incluye los primeros fascículos que se publicaron en el Istmo desde 1849, la Estrella de Panamá que posee números desde 1853, la Gaceta Oficial que parte de 1855, el Panamá América que inicia en 1925.
De las colecciones menores del siglo XIX podemos mencionar: El Norte desde 1897, Rx de 1898 a 1899 y El Centinela de 1896 a 1918.
Entre los periódicos publicados en las primeras décadas del siglo XX destacan títulos como: Diario de Panamá 1905-1933; La Prensa 1908-1967; Los Hechos 1911-1912; El Tiempo de Colón 1912-1913; Diario Nacional 1920-1923; Nuevo Diario 1922-1940; La Prensa Ilustrada 1926-1937; Acción Comunal 1923-1943; El Mundo Gráfico,1924-1965; El Centinela 1932-1950; Ecos del Valle, 1933-1963.
Entre 1940 y 1960 los periódicos más característicos son: Calle 6, 1941-1950, La Nación 1944-1960, La Hora 1947-1973, El País 1950-1961, El Día 1955-1968.
En la actualidad se han establecido relaciones fructíferas con las empresas editoras de periódicos, que con regularidad bastante eficiente proveen los títulos que circulan regularmente: La Estrella de Panamá, Panamá América, La Prensa, Panorama Católico, Crítica, El Siglo, Día a Día y Mi Diario, Martes Financiero, Capital Financiero entre otros, así como los suplementos que regularmente acompañan sus ediciones.
¿Como cuántas revistas (nombres de algunas locales e internacionales) y periódicos tienen en la hemeroteca de la BINAL?
La Hemeroteca posee 195 títulos de periódicos y 1,100 títulos de revistas panameñas.
Entre las revistas panameñas brillan títulos como: El Registro Judicial de Panamá desde 1889, La reseña escolar 1907-1908, La Ley 1917-1942, la revista nueva 1916-1918, Cuasimodo 1919-1920, Estudios, órgano del Instituto Nacional editada a partir del año 1922-1944; Juventud, edición de 1924; y el Boletín de la Academia Panameña de la Lengua, 1926-1994.
A partir de 1930, se distinguen el Boletín de la Sociedad Bolivariana de Panamá, 1931-1957; Boletín de la Academia Panameña de la Historia, 1933??"1987; Revista Universidad 1936-1981 y 1992-96; Revista Cultural Lotería, 1941 a la actualidad; Biblioteca Selecta, 1933-1947; Epocas, 1946-1954.
De años más recientes podemos mencionar Tareas que data de 1960 y cuya colección está completa; Tierra y Dos Mares, que editó 71 fascículos entre 1960 y 1974; Hombre y cultura, 1962 y la Revista Nacional de Cultura, publicada a partir de 1975.
¿La Hemeroteca ha rescatado todas las ediciones de revistas publicadas en Panamá a través de las épocas?
Lamentablemente no, Juan Antonio Susto reporta en sus estudios la existencia de 280 títulos de revistas panameñas publicadas entre 1888 y 1945, al comparar este listado con las existencias de la Biblioteca Nacional se nota la ausencia de muchos títulos, lo cual indica la necesidad de dedicar grandes esfuerzos a la labor de rescate de esta parte de la bibliografía nacional.
Del listado de Susto, por citar algunos títulos, se observa la ausencia de ediciones sustantivas como Nuevos Ritos, que inició Ricardo Miró en 1907; Memphis que circuló entre 1916 y 1919; la Revista Niño, publicada de 1923 a 1931 por José Daniel Crespo y Octavio Méndez Pereira; Nueva Luz, órgano de la Escuela Normal entre 1929 y 1937; y El Faro de Colón de los años 1928 a 1945.
¿Qué otros documentos tienen allí?
Una colección de valor excepcional son las 217 memorias anuales de los ministerios, entidades autónomas y otras organizaciones panameñas, es una de las más completas, se distinguen por su antigüedad y secuencia. Entre éstas se encuentran: Memoria del Ministerio de Hacienda y Tesoro - 61 volúmenes, 1878-1879 y luego 1906 a la actualidad; Los Anales de la Asamblea Legislativa, 1904 ??" 1972; Memoria del Ministerio de Educación, 1905 a la actualidad; Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores, 1906 a la actualidad; Memoria del Ministerio de Gobierno y Justicia, 1908 a la actualidad; Memoria de Obras Públicas, 1907 a la fecha; Memoria del Ministerio de Desarrollo Agropecuario, 1928 a la actualidad.
Estas obras fueron ampliamente demandadas en el año 2003, cuando diferentes organizaciones preparaban su historia institucional en el marco del centenario.
¿Podría decirse que con la BINAL está pasando lo mismo que pasó con el Hospital Santo Tomás. Que parecía que era muy grande y ya se está quedando corta de espacio?
Si, el origen de esta situación está en que el conocimiento crece exponencialmente y con ello las publicaciones que lo registran. Las Bibliotecas Nacionales en virtud de su misión de recopilar, organizar, conservar y dar acceso a la riqueza intelectual del país solo tienen un futuro: crecer. Nuestra Biblioteca Nacional tiene 5 mil metros cuadrados, muchos pensarán que es muy grande, pero si la comparamos con otras cercanas es considerada pequeña. La Biblioteca Nacional de Costa Rica, por ejemplo, tiene dos edificios uno para monografías, otro para Hemeroteca. La Biblioteca Nacional de Venezuela tiene 80 mil metros cuadrados.
¿De qué manera la empresa privada y el gobierno pueden ayudar a solucionar el problema de falta de espacio en la hemeroteca de la BINAL?
El Gobierno, otorgando el permiso para que se permita la construcción de un anexo a la Biblioteca Nacional para crear nuevos depósitos y la empresa privada aportando recursos para este gran proyecto.
¿Qué espacio ocupa la hemeroteca. Cuánto espacio necesita?
Los dos depósitos de la Hemeroteca, que son los más extensos de toda la Biblioteca, en su conjunto poseen un área de 580.74 m2. y su área de servicio al público tiene una extensión similar, no obstante la mitad del área destinada al público ya ha sido ocupada por el creciente número de documentos. Cada día llegan a la Hemeroteca los fascículos de todos los periódicos que se publican en el país, sin excepción y además, mediante donaciones llegan ejemplares restrospectivos que completan colecciones. El nuevo proyecto de la Hemeroteca contempla 2800 metros cuadrados.
¿Cuántas consultas anuales se realizan en la Biblioteca Nacional? ¿Cuántas en la hemeroteca?
Aquí llegan personas a buscar un edicto publicado, una foto, una declaración, es decir evidencias de todo tipo para sustentar sus casos jurídicos; también acuden investigadores para formular sus estudios; los historiadores para dar seguimiento a hechos, opiniones o datos que confirman sus descubrimientos, los coleccionistas que siguen la pista a sus intereses y hasta algunos tesistas extranjeros de Universidades reconocidas.
¿Cuánto costaría ampliar la hemeroteca?
El anteproyecto concebido está en el orden de los 3 millones de dólares.
¿Los mayores retos de la BINAL en el Siglo XXI, de cara a las demandas de un mundo globalizado que exige mayor protagonismo de todos los actores sociales?
La Biblioteca debe acompañar los esfuerzos nacionales dirigidos a elevar el nivel educativo, cultural, social y económico de los ciudadanos para lograr las grandes transformaciones que requiere el país, esto lo hará proporcionando una puerta de acceso a la información y al conocimiento con las calidades y formatos que exigen los tiempos modernos.
La Biblioteca Nacional debe ser símbolo del saber y la verdad, ofreciendo a los panameños la oportunidad de gozar de una fuente de inagotable riqueza que es el conocimiento.
La Biblioteca debe continuar cumpliendo de manera impecable su misión Patrimonial, es decir, de ente responsable de salvaguardar la producción intelectual de los panameños y panameñas, para que las presentes y futuras generaciones puedan apuntalar su porvenir reconociendo su identidad y su propia historia.
¿En cuanto a tecnología de punta y personal especializado en su manejo, qué tal anda la BINAL?
Internet, también incursionamos en la tecnología para producir nuevos formatos a partir de la digitalización de fascículos, lo que nos falta es mayor cantidad de equipo y mano de obra para esta última labor que requiere mucho tiempo de dedicación.
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