En el 90 aniversario de la revolución Guna
'An Dula', historia basada en la gran resistencia guna
- Egbert Lewis (@EgbertLewis)
Los aborígenes gunas se alzaron por la imposición que pretendía el poder de las autoridades convencionales del país en 1925. La Revolución Dule tuvo saldo cruento, pero sirvió para que se mantuvieran invariables muchas tradiciones que se consideraban amenazadas.

Al cumplir el nonagésimo aniversario de la rebelión de Tule, un grupo de origen guna se ha organizado, no para resistirse a la civilización que les quería imponer la policía colonial en 1925, sino para mostrar que siguen vivos.
Para ello 20 jóvenes, entre 15 y 25 años, se presentarán en las inmediaciones del conjunto monumental de Panamá La Vieja en una obra teatral llamada An Dula, que en lengua guna quiere decir Sigo vivo.
Antecedente
El 25 de febrero de 1925 se produjo un alzamiento en la que posteriormente se llamó comarca Kuna Yala, debido a que por órdenes superiores la policía colonial - como la describe Benjamín Ávila, director artístico de An Dula-, quiso impedir que los aborígenes conservaran sus tradiciones más visibles, como la indumentaria de molas y las argollas en la nariz por parte de sus mujeres.
Aunque la independencia geopolítica no se dio, la llamada Revolución Dule conjuró las pretensiones civilizadoras de los latinos.
Ahora, 90 años después, la juventud guna se organiza para presentar, por primera vez en la capital y con el auspicio del Instituto Nacional de Cultura (Inac), otra cara de su gente y su cultura.
La intención de esta obra de teatro es mostrar lo que somos, dice Benjamín Ávila, quien ha estado ensayando por más de dos meses con una veintena de jóvenes, en su mayoría universitarios, que actuarán en An Dula para así mostrar que ellos y sus raíces siguen vivos.
La novedad es que esta será la primera vez que se monta en escena esta expresión teatral fuera de los linderos de la comarca y sobre un escenario con todas las de la ley.
La obra
An Dula narra en tres escenas los acontecimientos de ese 25 de febrero de 1925, cuando se le quiso imponer una civilización que no aceptaron, explica Ávila, quien lleva 15 años en el mundillo del teatro y ha participado en películas como El viento y el agua (2008) y Siguiendo las estrellas (2011).
En la primera parte de la obra se relata la pubertad, el casamiento y las danzas ancestrales, como una muestra de lo que somos, explica Ávila.
Más adelante en la obra se cuenta la manera cómo los policías coloniales pretendieron implementar sus leyes y, finalmente, se da cuenta de cómo los líderes de la Revolución Dule (Ologindibibbilele y Nele Kantule) levantaron al pueblo guna para repeler el atropello.
Con esta presentación esperamos que, tras 90 años de la revolución guna, que siempre se ha celebrado en la comarca, ahora con un perfil más artístico, con luces y el escenario, el panameño conozca nuestra identidad, sostiene Benjamín Ávila, quien está en la última fase de sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Panamá.
Se trata de una mezcla de teatro, danza, poesía, canto y expresión corporal, mediante los cuales esperamos mostrar que sí hubo un pueblo que se alzó, pero somos mucho más abiertos de lo que la gente se imagina, recalca el artista que en su condición de actor ha estado en numerosos escenarios de la localidad.
Posibilidad
Es la primera vez que esta obra (An Dula) se monta con apoyo oficial y en la ciudad capital.
Benjamín Ávila espera que este sea el primer eslabón en el camino, de que en el futuro se pueda organizar periódicamente el festival indígena de cine en Panamá.
Hemos recibido un inmenso respaldo de Maritza Vernaza, directora de artes del Inac, y de la propia directora general Mariana Núñez. Eso nos da motivos para pensar que podemos avanzar más adelante hacia eventos más ambiciosos desde el punto de vista artístico, considera Benjamín Ávila.
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