El sol en 'El extranjero'
- Emiliano Pardo-Tristán (Compositor)
Cantus Interruptus Acude a la tensión de la imagen del sol y logra efectos similares al de la música en una película: “El sol estaba ahora abrasador”.





«Durante todo este tiempo no hubo otra cosa más que el sol...». Albert Camus en El extranjero, utiliza el sol como un leitmotiv wagneriano. Un recurso literario que contrasta con la lobreguez y frialdad de la historia. Luz radiante, calor abrasador, se reiteran a lo largo de la novela. El sol recrea estados de ánimo, «Hoy, el sol desbordante que hacía estremecer el paisaje, lo tornaba inhumano y deprimente»; escondidos tras la hipálage, ya que el paisaje no se torna deprimente, sino quien lo observa. Tiene visos poéticos: «El cielo estaba lleno de sol. Comenzaba a pesar sobre la tierra ...». Indica el paso del tiempo «Me sorprendía la rapidez con que el sol se elevaba en el cielo», o que el tiempo no pase «A mi alrededor continuaba siempre el mismo campo luminoso colmado de sol».
Camus acude a la tensión de la imagen del sol y logra efectos similares al de la música en una película: «El sol estaba ahora abrasador. Se rompía en pedazos sobre la arena y sobre el mar». Las propiedades del sol pueden erotizar el texto: «Quizá, hace mucho tiempo, había buscado allí un rostro. Pero ese rostro tenía el color del sol y la llama del deseo: era el de María». El sol es determinante en el asunto crucial de la novela —el asesinato del árabe—, como si presagiara la tragedia: «Cuando Raimundo me dio el revólver el sol resbaló encima». Y es la única razón que da el protagonista cuando le preguntan en el juicio la causa del crimen: «Mezclando un poco las palabras y dándome cuenta del ridículo, dije rápidamente que había sido a causa del sol. En la sala hubo risas». Es un símbolo conector entre las dos muertes trascendentales del relato: «Era el mismo sol del día en que había enterrado a mamá ...». Es premonitorio, «... el cielo se abría en toda su extensión para dejar que lloviera fuego», y revelador «Sacudí el sudor y el sol. Comprendí que había destruido el equilibrio del día, el silencio excepcional de una playa en la que había sido feliz».
Según el musicólogo británico Robert Donington, los motivos conductores de Wagner, los leitmotive, «revelan los pensamientos detrás de las palabras», o sea, lo que se calla y sólo la música puede describir. El sol en El extranjero es un motivo medular. Sin él el personaje principal perdería su mejor aliado y la trama carecería de buena parte del andamiaje que la sostiene. El sol ilumina la psique de Meursault y nos descubre lo que no dice, lo que Camus escribió entre líneas.
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