Globalización de la cultura alimentaria
El libro de Castillero Calvo es también una geografía humana, física, urbana, turística de Panamá en íntima vinculación con la historia alimentaria colonial llena de incógnitas y sorpresas.
Alfredo Castillero Calvo, el historiador-historiador panameño nos presenta en su Cultura alimentaria y Globalización. Panamá siglos XVI a XXIuna obra que enorgullece a nuestro país. Es un libro científico sobre la Revolución Ecológica que se da en todas las latitudes como consecuencia del descubrimiento de América.
Somos lo que comemos, cómo nos alimentamos es consecuencia de la cultura que poseemos. La dinámica histórica con la interrelación de distintas etnias y culturas propicia una globalización gastronómica sin precedentes. En el caso de Panamá tenemos una identidad colectiva, somos muchos rostros en uno, la diferencia es lo que nos caracteriza. Por tanto nuestra cultura alimentaria tiene que ver con el fascinante devenir panameño, una historia de múltiples raíces que nos hace cosmopolitas y una nación multicolor.
El libro es un homenaje a Jorge Nicolás Liakópulos y Leticia del Carmen Falcón de Liakópulos de sus hijos. La familia Liakópulos Falcón representa la una cultura planetaria de nuestra nación, él vino del Peloponeso y ella de las tierras santeñas. Trabajaron con ahínco desde El Café El Pueblo (La Puñalada) hasta la exitosa cadena de los Niko’s Café. La excepcional obra de valor histórico y sociológico debe estimular a otras familias para que patrocinen estudios de nuestro pasado común.
Productos americanos.
En el proceso de intercambio cultural, nuestro continente aportó al mundo: plantas comestibles como el maíz, tomate, la papa, el cacao, aguacate, zapallo, frijoles, yuca, piña, marañón, el cacahuate (maní), el camote, la papaya, la guayaba, otoe, mamey, guanábana, guabas, plátano, pixbaes. Plantas medicinales como el palo santo o guayacán, la zarzaparrilla, el tabaco, la quina. Colorantes como la grana cochinilla de Oaxaca, el índigo (azul), el palo Campeche (rojo). También el caucho, la quinina, el ají (chile picante).
Productos de otras latitudes.
Panamá y América reciben de otros continentes el trigo, la vid, la oliva, guineos, caña de azúcar, arroz, café, té, tamarindos, la canela, banano, el ñame africano, la pimienta, limoneros, naranjas, cría de cerdos, vacas y gallinas, bueyes, mulas y caballos, las pastas italianas.
Alfredo Castillero Calvo, en su enjundioso análisis da cuenta de las características de cada producto, su historia y distribución por distintos lares. La investigación es minuciosa y ampliamente documentada.
Panamá y su geografía económica.
Castillero Calvo desarrolla un recuento del espacio geográfico panameño al estilo del maestro Ángel Rubio. Destaca las endémicas carestías de alimentos y agua. Es una geografía del hambre desde la colonización del istmo canalero hasta la institucionalidad republicana. Explica el irregular abastecimiento alimenticio de la sociedad panameña, sus periódicas crisis, indica cómo nos afectó la posición de tránsito en nuestros plan de autoabastecimiento, cómo la extrema economía dependiente del exterior con las Ferias de Portobelo, la California y el canal interoceánico determina el modo de ser del panameño.
El agua es otro de los problemas considerados por Alfredo Castillero Calvo.
Las penurias ante la falta de agua potable de la Vieja Ciudad de Panamá como de la Nueva, dramatizan el diario vivir del istmeño. Es en 1906 cuando, finalmente, contamos con un acueducto y alcantarillado en la capital. Así mejora nuestra calidad de vida. La crisis del agua en la actualidad no es nueva, tiene un arrastre de varios siglos.
Cada aspecto tratado por el historiador-historiador Castillero Calvo le da la oportunidad de abordar aspectos sobresalientes del desconocido acontecer nacional, su libro Cultura alimenticia y globalización es en realidad una historia monumental del devenir panameño. Es una guía para acercarnos al Panamá que somos y comprendernos como un ente nacional tan singular en la historia americana, tal como lo definió Lope de Vega en La dama boba.
El libro de Castillero Calvo es también una geografía humana, física, urbana, turística de Panamá en íntima vinculación con la historia alimentaria colonial llena de incógnitas y sorpresas.
Diseño literario.
Alfredo Castillero Calvo es sin duda, el gran historiador de Panamá. Su fina y didáctica prosa, y el dominio de la heurística y hermenéutica, son relevantes en los 19 capítulos de la investigación documental. Sobresalen las numerosas citas a pie de página que le dan un valor agregado, además de la significativa bibliografía que respalda sus acertados comentarios. El enfoque conceptual de su perspectiva histórica coincide con la escuela francesa que la da valor a la vida cotidiana, a lo que hace el hombre común. Son didácticas las ilustraciones, mapas, cuadros estadísticos, pinturas, fotos. La impresión es de calidad, es un libro de colección. Recomiendo al gobierno panameño obsequiarlo a las distinguidas personalidades que nos visitan así como a las bibliotecas nacionales de los países a los cuales acuden nuestros mandatarios en sus compromisos internacionales. Es el libro que todo panameño debe leer.
Dedicado a Diógenes Cedeño Cenci humanista y cervantista, y a Alfredo Figueroa Navarro destacado sociólogo panameño.
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