Sólo quiero un juicio justo

El expresidente de Costa Rica, Miguel Ángel Rodríguez, aseguró a Panamá América que poderosos intereses se conjugan en su contra, en un proceso en el que sistemáticamente se difunde información parcializada, se omiten datos fundamentales y no incluyen los puntos de vista de mis defensores cuando se trata de aclarar las medias verdades o mentiras completas que difunden.
No hay - añade- una respuesta clara todavía, que nos permita saber a mí y a los costarricenses cuáles son los intereses poderosísimos que están en juego, pero segura que en esta fase de su vida está empeñado en limpiar su nombre.
Rechaza asimismo que su renuncia a la secretaria General de la Organización de Estados Americanos haya sido consecuencia de su detención. Todavía no se le han formulado cargos. El afirma que renunció para enfrentar a los tribunales.
Rodríguez aparece como sospechoso de enriquecimiento ilícito, y la acción lanzada contra él tuvo todas las características de un combate contra la corrupción. Pero… es así?
La corrupción y los procesos que se siguen contra ella, así como los factores de inestabilidad que ha provocado en la región han sido tan frecuentes en los últimos años que, pese al rechazo y la condena, han dejado de impactar; que se denuncie, sin embargo, a un alto funcionario y se le instruya un sumario es otra historia.
Así que nada extraño tuvo el impacto que causó en el continente la detención del ex presidente de Costa Rica Miguel Ángel Rodríguez en octubre pasado, bajo la acusación de supuesto enriquecimiento ilícito y de asociación ilícita para delinquir.
Que fuera precisamente él, un alto dirigente socialcristiano reconocido internacionalmente no solo como un político prestante sino como un académico de méritos, provocó reacciones encontradas.
En Panamá, por ejemplo, su amigo personal por casi 30 años, el doctor Ricardo Arias calderón, no silenció su asombro, y si bien ratificó su amistad hacia Rodríguez le reclamó reparar el daño que se hacía asimismo y a la gente que le conocía y había confiado en él.
Rodríguez fue involucrado en el caso por el ex directivo del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), José Antonio Lobo, según el cual el ex mandatario le pidió que aceptara un "premio" millonario de la empresa ALCATEL que se repartirían entre los dos a razón de un 60% para Rodríguez y un 40% para Lobo.
¿Pero hasta dónde son veraces las declaraciones de Lobo y hasta dónde se siguió a Rodríguez un proceso sin irregularidades?
En marzo pasado los tribunales costarricenses le dieron casa por cárcel, pero en principio no podía hacer declaraciones. Esta semana sin embargo el ex presidente contestó a un cuestionario de Semblanzas, en el que ratifica su inocencia, denuncia por inconsistente el caso que le sigue el Ministerio Público y asegura que no existe acusación en su contra, que se está en la fase de investigación, pese a lo cual lleva seis meses privado de libertad, cuatro y medio de ellos metido en un calabozo.
El presidente de Costa Rica entre 1998 y 2002, licenciado en economía, derecho y ciencias sociales, doctorado en ciencias económicas en la Universidad de Berkely, en California.
El menor de seis hermanos proveniente de una familia de clase media y de vocación católica con una trayectoria política socialcristiana que arranca en 1966 cuando ingresa en la administración del entonces presidentes José Joaquín Trejos Fernández, como Director de Planificación Nacional, y que lo lleva hasta la primera magistratura de ese país a finales de la década del 90.
En una artículo aparecido en Semblanzas del Panamá América el 14 de noviembre del año pasado el Doctor Ricardo Arias Calderón lo describe así: " Miguel Angel no ha sido un puro teórico. Sus conocimientos económicos le han permitido ser en la práctica asesor de grupos empresariales, miembro de juntas directivas bancarias y representante de su país en diversas conferencias e instituciones económicas internacionales. Él mismo fue empresario con sus éxitos y sus dificultades. Estas dificultades han estado vinculadas a los costos que representó para él la actividad política."
En marzo pasado, después de cuatro meses y medios de retención carcelaria, los tribunales costarricenses le dieron casa por cárcel. No se le ha formulado aun acusación alguna y se le mantiene solo en condición de sospechoso.
Semblanzas : Sus primeras declaraciones, al concedérsele casa por cárcel, fueron "no siento amargura ni rencor" ¿Cómo se deben interpretar estas declaraciones a la luz de las acusaciones que se le formularon? ¿Fue una equivocación su detención, se siente Usted culpable o conspiraron contra Usted?
MAR: He señalado reiteradamente que en mi caso se ha violado el debido proceso, y lo he denunciado así ante las propias autoridades judiciales costarricenses. Creo como Sócrates que aún frente a injustas acusaciones debo someterme a los Tribunales competentes (el juez natural), claro de modo que se respete el debido proceso, con posibilidad del ejercicio del derecho de defensa, de modo que se garanticen los principios de inocencia, libertad y mis otros derechos humanos. Con plena vigencia de mis derechos constitucionales y las garantías procesales del sistema penal. Pero el problema es cuando esos principios, que son sagrados y parte de los derechos de todo ser humano, no se respetan. Imagínese que más de 6 meses después, ni siquiera se ha planteado formalmente acusación en mi contra.
Desde el inicio de esta persecución dije que me sometería a los jueces de Costa Rica. Cuando contesté al Presidente de la República quien, en violación de la separación de Poderes y de mi estado de inocencia, pidió mi renuncia a la Secretaría General de la OEA apenas se hicieron las publicaciones en los medios, a él le manifesté que haría mi defensa ante los Tribunales del país.
Renuncié antes de que se hubiese emitido orden judicial en mi contra y dije que lo hacía para viajar a Costa Rica a defenderme, lo cual cumplí después de emplear tan solo una semana para hacer entrega de mi cargo.
El 13 de Octubre del 2004 el Fiscal General recibió mi solicitud para que me otorgara una cita para presentarme a declarar ante el Ministerio Público en la tarde del 15 de ese mes. El día 14 mi abogado defensor, Lic. Rafael Gairaud, le comunicó al Fiscal el número del vuelo y la hora en que llegaría al día siguiente.
Pero, sabiendo todo eso, continuaron la persecución y la violación de mis derechos humanos, lo cual han hecho y continúan haciéndolo cada vez que les parece.
A mi llegada al país se me detuvo ilegalmente, pues aún estaba en el ejercicio de mi cargo y la orden judicial de captura especificaba taxativamente que solo debía ejecutarse cuando cesara en esas funciones. Se me esposó simplemente para "tomar la foto" y exhibirme en esa situación mientras bajaba la escalinata, rodeado de seguridad, pues una vez que bajé se me quitaron las esposas. Se abrió el circo a todos, menos a mi abogado defensor, a quien no se le permitió esperarme a la salida del avión. Violando el artículo 11 del Reglamento de Emisión de Carnés de Identificación e Ingreso a Áreas Restringidas del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, se convirtió la pista aérea en sala de espectáculos para la prensa. Se me torturó sicológicamente. Se permitió ilegalmente el sobrevuelo continuado de un helicóptero privado de un canal de televisión. Se me paseó para ser objeto de burla, en perrera, a alta velocidad, con sirenas, patrullas y motos en contra de los compromisos internacionales de trato de prisioneros aceptados por Costa Rica. Como lo que tienen en el expediente es tan débil, han querido juzgarme y condenarme por la opinión pública y no con un juicio justo, que es lo único que pido.
Se ha dado una reiterada violación por parte del Ministerio Público y ciertos medios de comunicación, del secreto del procedimiento preliminar, contraviniendo flagrantemente el artículo 295 del Código Procesal Penal. Así se ha dado a la publicidad en forma y momento que cause impacto y me perjudique, documentos, incluso los obtenidos ilegalmente, y declaraciones que el procedimiento exige sean secretos.
Tratan de influir por los medios en los momentos en los cuales los jueces tienen que tomar decisiones.
Se me mantuvo en un calabozo mientras el culpable confeso se defendía desde su casa, como debe ser si no hay ni peligro de fuga, ni de obstaculización del proceso, ni posibilidad de continuación de la supuesta acción delictiva, como es evidente que no los hay en mi caso.
Contra todas las violaciones a mis derechos he presentado denuncias ante el Poder Judicial las que están en curso, y para investigarlas se han integrado dos comisiones por parte de la Corte Suprema de Justicia, luego de que el propio Colegio de Abogados pidiera que se analizaran las violaciones a las normas.
Se me denegó reiteradamente la excarcelación a pesar de que se ha demostrado hasta la saciedad, que no cabe en mente recta alguna concebir que quien viene por su libre determinación a entregarse, lo haga para luego fugarse. Se me denegó la excarcelación cuando la única prueba que puede faltar de recoger es de movimientos bancarios que las entidades respectivas están obligadas a preservar y proteger sin tacha por largos períodos.
¿Entonces, es legítimo preguntarse, por qué se insistió en una prisión preventiva que era evidentemente innecesaria? ¿Qué es lo que resulta necesario "prevenir"?
El propósito evidente de esta prolongada y así llamada prisión preventiva es -ante la debilidad del caso judicial en mi contra- poner aún más presión sobre el juez que conozca mi caso, para que no se atreva a pronunciarse a mi favor. ¿Cómo hacer tal cosa, cómo declararlo inocente, dirán entonces, si después de haberlo mantenido tanto tiempo en prisión o en arresto domiciliario eso sería un baldón para el prestigio internacional del país?
Repito, no estoy sentenciado. Es más, ni siquiera existe acusación en mi contra. Estamos en fase de investigaciones. Y en esa condición llevo más de 6 meses de haber perdido mi libertad, cuatro y medio de ellos en un calabozo.
Semblanzas: Dado que su detención puso punto final a su condición de Secretario General de la Organización de Estados Américanos, existe la percepción de que tal medida ocultaba la intención política de relevarlo de ese cargo y darle paso a otras figuras ¿Coincide Usted con esta aprediación? Si no coincide, entonces a qué atribuye la detención?
MAR: Yo renuncié a la Secretaría General de la OEA, por mi propia voluntad, para venir a defenderme. No fue que con mi detención terminó mi función de Secretario General. Fuí electo por el voto de los 34 países miembros, y ante ellos presenté mi renuncia para poder ejercer mi defensa sin obstaculizar a la institución Debo reiterar mi agradecimiento a los países miembros que me brindaron el trato de persona inocente que en derecho corresponde, lo que no hizo el mío. Que intereses se movieron en la sombra para llevarme a esa renuncia es algo que deberá ser aclarado.
Semblanzas : Señor Presidente, Usted ha sido una figura admirada por importantes sectores costarricenses y de América ¿Podría contarle a ellos y a la opinión pública que ha pasado con esta etapa de su vida?
MAR: Sufrí un frenazo en mis planes y propósitos de trabajar intensamente en la transformación administrativa de la Secretaría General de la OEA, para cumplir mejor con las misiones estratégicas en las cuatro áreas básicas de democracia, derechos humanos, desarrollo humano y seguridad integral que tiene la Organización. Ya llevaba muchas semanas haciéndolo, incluso antes de entrar en funciones. La tortura sicológica a la que me han sometido, con los desfiles bufos en perrera, metiéndome a un calabozo por 4 meses y medio sin que exista ni siquiera acusación y el linchamiento público; todo ese circo público con el que han querido doblegarme, ha sido contrarrestado por el afecto, el cariño y la solidaridad que me han expresado miles de costarricenses, muchos de ellos muy humildes y por la tranquilidad espiritual que el Señor me ha brindado. He fortalecido mi vida interior, y mi compromiso con los derechos humanos fundamentales.
Semblanzas : Iniciará Miguel Angel Rodríguez un proceso destinado a limpiar su nombre?
MAR: Estoy dedicado a enfrentar esta persecución y lograr un juicio justo, para demostrar que me asiste la razón. Confío en que en la vía jurisdiccional, ante los jueces naturales y no ante los medios que se han autonombrados mis acusadores, juzgadores y condenadores podré encontrar la tradicional responsabilidad, objetividad e independencia de nuestros jueces.
Semblanzas : Si se trata de un linchamiento público quién es el responsable ?
MAR: Ha sido evidente la intención de ciertos medios de comunicación, que han tenido acceso privilegiado a información que solo la Fiscalía General poseía, de que este proceso no se realice dentro de cauce normal, ante el juez natural y con las garantías procesales, sino convertirlo en un linchamiento por la prensa, en el que ellos sean no solo acusadores, sino también jueces y verdugos, al punto que sistemáticamente difunden información parcializada, omiten datos fundamentales y no incluyen los puntos de vista de mis defensores cuando se trata de aclarar las medias verdades o mentiras completas que difunden. ¿A qué se debe esa coalición de intereses tan extraños? No hay una respuesta clara todavía, que nos permita saber a mí y a los costarricenses cuáles son los intereses poderosísimos que están en juego.