Andersen sólo es culpable de dar malos consejos a Enron
Publicado 2002/05/11 23:00:00
- Madrid
Uno de los socios de Arthur Andersen, Carl Bass, describió ayer ante el juez las divisiones internas que provocaron en la auditora las arriesgadas prácticas contables de Enron, pero precisó que la firma, acusada de obstrucción a la justicia, sólo es culpable de dar malos consejos.
El socio de Andersen repitió la tesis principal de la defensa: la auditora no sólo no destruyó los documentos de Enron, sino que además conservó los archivos de sus debates internos mientras el gigante energético se precipitaba en la mayor bancarrota de la historia de Estados Unidos.
A Andersen se la juzga desde el pasado lunes en Houston por haber destruido documentos de sus trabajos de auditoría en Enron para evitar que cayeran en manos de los investigadores de la Comisión de Valores (SEC por sus siglas en inglés). Los fiscales alegaron que la firma, con sede en Chicago, temía ser sancionada tras habese visto implicada en otros escándalos contables con las empresas Waste Management y Sunbeam.
Carl Bass aseguró que en Andersen se sucedieron enérgicas y en ocasiones intensas discusiones sobre Enron en septiembre y octubre del año pasado, cuando las luego polémicas sociedades fuera de balance empezaron a producir problemas financieros. Enron era uno de los mayores clientes de Andersen y también uno de los de mayor riesgo. Como consultor interno de Andersen sobre contabilidad, Bass asesoró a los auditores de la firma que inspeccionaban las cuentas de Enron sobre lo que el gigante de Houston podía o no hacer.
A la fecha se encuentran vigentes convenios de doble tributación con Canadá y México y se han suscrito acuerdos con Brasil y Corea del Sur, mientras se negocian convenios, además de España, con Estados Unidos, Venezuela, Malasia, Alemania, Reino Unido, Finlandia, Francia, Suecia y Holanda.
El socio de Andersen repitió la tesis principal de la defensa: la auditora no sólo no destruyó los documentos de Enron, sino que además conservó los archivos de sus debates internos mientras el gigante energético se precipitaba en la mayor bancarrota de la historia de Estados Unidos.
A Andersen se la juzga desde el pasado lunes en Houston por haber destruido documentos de sus trabajos de auditoría en Enron para evitar que cayeran en manos de los investigadores de la Comisión de Valores (SEC por sus siglas en inglés). Los fiscales alegaron que la firma, con sede en Chicago, temía ser sancionada tras habese visto implicada en otros escándalos contables con las empresas Waste Management y Sunbeam.
Carl Bass aseguró que en Andersen se sucedieron enérgicas y en ocasiones intensas discusiones sobre Enron en septiembre y octubre del año pasado, cuando las luego polémicas sociedades fuera de balance empezaron a producir problemas financieros. Enron era uno de los mayores clientes de Andersen y también uno de los de mayor riesgo. Como consultor interno de Andersen sobre contabilidad, Bass asesoró a los auditores de la firma que inspeccionaban las cuentas de Enron sobre lo que el gigante de Houston podía o no hacer.
A la fecha se encuentran vigentes convenios de doble tributación con Canadá y México y se han suscrito acuerdos con Brasil y Corea del Sur, mientras se negocian convenios, además de España, con Estados Unidos, Venezuela, Malasia, Alemania, Reino Unido, Finlandia, Francia, Suecia y Holanda.
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