Asesor de De La Rúa, implicado en fraude al BNA
Publicado 1999/11/29 00:00:00
- REDACCION
La justicia federal investiga un presunto fraude que le estaría causando al Banco de la Nación Argentina (BNA) un perjuicio de unos 70 millones de dólares, por una operación en cuyo origen habría estado involucrado el ex banquero Fernando de Santibañes, amigo y asesor del presidente electo Fernando De la Rúa.
Según una nota publicada por un diario local, el Banco Nación inició una acción penal que está a cargo del juez federal Gabriel Cavallo, a raíz de un pedido de pesquisa realizado por el actual directorio del BNA.
La operación presuntamente fraudulenta se centra en la obtención de avales por parte del Banco Nación para un fallido emprendimiento de la curtiembre Inducuer, que en 1989 pretendía emplazar una planta con tecnología de punta y para 600 trabajadores, en la localidad boanerense de Lanús (periferia sur).
El patrocinante del Banco Nación en esta causa es el abogado Jorge Torlasco, candidato a conducir la oficina Anticorrupción que la Alianza UCR-Frepaso pondrá en marcha, tras asumir el gobierno el 10 de diciembre.
Paradójicamente, uno de los sospechosos es Santibañes -ex dueño del Banco de Crédito Argentino (BCA), comprado por el Banco Francés-BBV- quien presidirá un "consejo de notables" que De la Rúa constituirá como equipo asesor y que funcionará precisamente en la sede del Banco Nación.
En la génesis del proyecto en noviembre de 1989 estuvo Santibañes quien fundó junto a su socio del BCA David Gorodish la sociedad Ferdar, controlante de la curtiembre Inducuer, fundada en 1971.
Un año después se produce la sustitución de los banqueros en la sociedad, poco antes de que el Banco Nación concediera el primer aval en enero de 1991. Sin embargo, el directorio del Banco sospecha de la solvencia de los sustitutos.
Según la versión periodística, los peritos designados por el juez descubrieron numerosas irregularidades en todo el trámite de la operación.
El proyecto tenía cuatro patas: las empresas italianas Giza Sps (construcción de la planta) y Capra (aportaría tecnología y compraría producción de curtidos), el frigorífico local Huancayo que suministaría los cueros y el gerenciamiento, y un grupo financiero nucleado en Ferdar.
En agosto de 1989 se obtiene la financiación del proyecto por Ultrafin AG, de la ciudad suiza de Lugano, para los equipos y servicios de Giza.El crédito fue a 10 años con dos de gracia.
Simultáneamente, Inducuer compararía dos plantas a Giza por valor de 90.149.476 marcos alemanes mediante un crédito otorgado por el Banco Gottardo que cubriría el 85% del monto y debería amortizarse en 17 cuotas semestrales pero con un aval de un banco oficial argentino, dado finalmente por el Banco Nación.
Según el matutino, el BNA lleva pagados desde 1996 más de 27 millones de dólares de los avales caídos por la financiación en marcos alemanes, de la que había aceptado ser garante.
La última de las siete cuotas pagadas se giró el 3 de septiembre pasado por más de 3.497.000 dólares y todavía faltan remitir 10 cuotas más.
Según una nota publicada por un diario local, el Banco Nación inició una acción penal que está a cargo del juez federal Gabriel Cavallo, a raíz de un pedido de pesquisa realizado por el actual directorio del BNA.
La operación presuntamente fraudulenta se centra en la obtención de avales por parte del Banco Nación para un fallido emprendimiento de la curtiembre Inducuer, que en 1989 pretendía emplazar una planta con tecnología de punta y para 600 trabajadores, en la localidad boanerense de Lanús (periferia sur).
El patrocinante del Banco Nación en esta causa es el abogado Jorge Torlasco, candidato a conducir la oficina Anticorrupción que la Alianza UCR-Frepaso pondrá en marcha, tras asumir el gobierno el 10 de diciembre.
Paradójicamente, uno de los sospechosos es Santibañes -ex dueño del Banco de Crédito Argentino (BCA), comprado por el Banco Francés-BBV- quien presidirá un "consejo de notables" que De la Rúa constituirá como equipo asesor y que funcionará precisamente en la sede del Banco Nación.
En la génesis del proyecto en noviembre de 1989 estuvo Santibañes quien fundó junto a su socio del BCA David Gorodish la sociedad Ferdar, controlante de la curtiembre Inducuer, fundada en 1971.
Un año después se produce la sustitución de los banqueros en la sociedad, poco antes de que el Banco Nación concediera el primer aval en enero de 1991. Sin embargo, el directorio del Banco sospecha de la solvencia de los sustitutos.
Según la versión periodística, los peritos designados por el juez descubrieron numerosas irregularidades en todo el trámite de la operación.
El proyecto tenía cuatro patas: las empresas italianas Giza Sps (construcción de la planta) y Capra (aportaría tecnología y compraría producción de curtidos), el frigorífico local Huancayo que suministaría los cueros y el gerenciamiento, y un grupo financiero nucleado en Ferdar.
En agosto de 1989 se obtiene la financiación del proyecto por Ultrafin AG, de la ciudad suiza de Lugano, para los equipos y servicios de Giza.El crédito fue a 10 años con dos de gracia.
Simultáneamente, Inducuer compararía dos plantas a Giza por valor de 90.149.476 marcos alemanes mediante un crédito otorgado por el Banco Gottardo que cubriría el 85% del monto y debería amortizarse en 17 cuotas semestrales pero con un aval de un banco oficial argentino, dado finalmente por el Banco Nación.
Según el matutino, el BNA lleva pagados desde 1996 más de 27 millones de dólares de los avales caídos por la financiación en marcos alemanes, de la que había aceptado ser garante.
La última de las siete cuotas pagadas se giró el 3 de septiembre pasado por más de 3.497.000 dólares y todavía faltan remitir 10 cuotas más.
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