Avanza reinvención del Grupo Santo Domingo
Publicado 2003/04/01 00:00:00
- Manila
Los analistas destacan que dejó de ser un grupo de poder para ser administrado como un verdadero conglomerado económico. Los resultados, sin embargo, solo se podrán juzgar dentro de varios años.
Acorde con la moda empresarial reinante en el mundo entero, enfoque, concentración en lo que se hace bien y expansión internacional con agresividad, son los pilares de la nueva estrategia del Grupo, que implica acabar o vender lo que no es negocio.
Analistas consultados por El Tiempo coinciden en asegurar que gran parte de los cambios en el grupo empresarial más poderoso del país tienen que ver con la aparición de Alejandro, el hijo mayor de Julio Mario Santo Domingo y Beatrice Dávila.
"Alejandro ha asumido las riendas del negocio", dijo otro ex directivo. Por ejemplo, ha estado al frente de la agresiva internacionalización de la cervecera Bavaria alrededor de Latinoamérica, agregó.
"También es un hecho que le creen sagradamente a Violy McCausland" -apuntó-. Se trata de la banquera de inversión colombiana radicada en Nueva York, mano derecha de Santo Domingo a la hora de pensar en estrategias de negocios.
Pero pocas decisiones muestran tan claramente el cambio drástico que se está dando en el Grupo Santo Domingo, como aquella de Avianca de acudir al Capítulo 11 o Ley de Bancarrotas en Estados Unidos.
Es cierto que la situación de la aerolínea -que hoy realiza su asamblea de accionistas en Barranquilla- es demasiado grave y que en eso influyen la devaluación y el incremento en los precios del combustible y de los seguros.
También lo es, sin embargo, que la crisis no es nueva y que en diversas ocasiones los directivos se han visto a gatas para encontrarle salidas a la compañía. Según pudo indagar El Tiempo, en más de una oportunidad se había contemplado la opción del Capítulo 11, incluso desde hace varios años.
Además se había evitado llegar a una causal de disolución en Colombia, gracias a los préstamos de la "vaca lechera" del Grupo -la cervecera Bavaria- y a maniobras contables, legales pero complejas, muchas de ellas basadas en el potencial futuro de uno u otro negocio. El año pasado, por ejemplo, fue necesaria una capitalización de Valores Bavaria a Avianca por 104,314 millones de pesos para salvar su patrimonio.
"Julio Mario prefería inyectarle los recursos que fueran necesarios antes de tomar una decisión de esa naturaleza. Unos dirán que lo hacía por orgullo, y es verdad, pero también lo hacía por el impacto de la decisión en el sector financiero, que no analiza empresa por empresa sino al grupo como tal", apuntó un ex funcionario del conglomerado.
Acorde con la moda empresarial reinante en el mundo entero, enfoque, concentración en lo que se hace bien y expansión internacional con agresividad, son los pilares de la nueva estrategia del Grupo, que implica acabar o vender lo que no es negocio.
Analistas consultados por El Tiempo coinciden en asegurar que gran parte de los cambios en el grupo empresarial más poderoso del país tienen que ver con la aparición de Alejandro, el hijo mayor de Julio Mario Santo Domingo y Beatrice Dávila.
"Alejandro ha asumido las riendas del negocio", dijo otro ex directivo. Por ejemplo, ha estado al frente de la agresiva internacionalización de la cervecera Bavaria alrededor de Latinoamérica, agregó.
"También es un hecho que le creen sagradamente a Violy McCausland" -apuntó-. Se trata de la banquera de inversión colombiana radicada en Nueva York, mano derecha de Santo Domingo a la hora de pensar en estrategias de negocios.
Pero pocas decisiones muestran tan claramente el cambio drástico que se está dando en el Grupo Santo Domingo, como aquella de Avianca de acudir al Capítulo 11 o Ley de Bancarrotas en Estados Unidos.
Es cierto que la situación de la aerolínea -que hoy realiza su asamblea de accionistas en Barranquilla- es demasiado grave y que en eso influyen la devaluación y el incremento en los precios del combustible y de los seguros.
También lo es, sin embargo, que la crisis no es nueva y que en diversas ocasiones los directivos se han visto a gatas para encontrarle salidas a la compañía. Según pudo indagar El Tiempo, en más de una oportunidad se había contemplado la opción del Capítulo 11, incluso desde hace varios años.
Además se había evitado llegar a una causal de disolución en Colombia, gracias a los préstamos de la "vaca lechera" del Grupo -la cervecera Bavaria- y a maniobras contables, legales pero complejas, muchas de ellas basadas en el potencial futuro de uno u otro negocio. El año pasado, por ejemplo, fue necesaria una capitalización de Valores Bavaria a Avianca por 104,314 millones de pesos para salvar su patrimonio.
"Julio Mario prefería inyectarle los recursos que fueran necesarios antes de tomar una decisión de esa naturaleza. Unos dirán que lo hacía por orgullo, y es verdad, pero también lo hacía por el impacto de la decisión en el sector financiero, que no analiza empresa por empresa sino al grupo como tal", apuntó un ex funcionario del conglomerado.
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