Mundo de Negocios
BlackRock se vuelve blanco del fervor anticapitalista en Francia
El clima social en Francia se ha vuelto más tenso después de una serie de huelgas recientes a nivel nacional en las que se protestó por la reforma a las pensiones.
- Liz Alderman
- - Publicado: 07/3/2020 - 12:00 pm
Hace tan solo unos meses, BlackRock, el gigantesco administrador de dinero de Estados Unidos, era apenas conocido para el público general en Francia. Sin embargo, debido a que el presidente Emmanuel Macron ha seguido adelante con una campaña controvertida para reformar la economía francesa, la empresa se ha vuelto uno de los blancos favoritos del creciente sentimiento anticapitalista.
Los manifestantes aseguran que BlackRock ha intentado influir en la reforma de Macron al sistema de pensiones de la nación para obtener ganancias de ella. Denuncian reuniones cordiales entre Macron y Laurence D. Fink, fundador y director ejecutivo de BlackRock. Además, temen que la inmensa firma de Wall Street esté trabajando tras bambalinas para desacreditar el sistema de protecciones sociales del país.
El 10 de febrero, las protestas escalaron con una acción: activistas ambientalistas que aseguran que BlackRock podría manejar las pensiones de los trabajadores franceses irrumpieron en las oficinas de la empresa.
El mes pasado, sindicatos y miembros del movimiento de los “chalecos amarillos” encabezaron a una multitud estridente que se dirigió al histórico edificio Le Centorial, donde tiene sus oficinas BlackRock, encendiendo bengalas y denunciando el que consideran un esfuerzo para imponer en Francia el tipo de reglas de libre mercado implementadas en Estados Unidos.
No hay evidencia de que BlackRock haya influido para que Macron invierta los ahorros para el retiro en esa empresa o en cualquier otro gigante financiero, aunque las firmas financieras podrían hacer negocios gracias a una parte de la reforma de pensiones que alienta a los empleados con los sueldos más altos a invertir en acciones.
BlackRock niega categóricamente las acusaciones. “Condenamos el hecho de que nuestra empresa siga involucrada en una controversia infundada provocada por objetivos políticos”, mencionó la empresa en un comunicado.
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Sin embargo, el papel de BlackRock como asesor de gobiernos y bancos centrales y como accionista importante en algunas de las empresas más grandes del mundo la ha convertido rápidamente en un símbolo en un país que desde hace mucho tiempo ha mostrado escepticismo respecto del capitalismo y el mercado bursátil. El clima social en Francia se ha vuelto más tenso después de una serie de huelgas recientes a nivel nacional en las que se protestó por la reforma a las pensiones.
BlackRock ha intentado presentarse como un líder de la industria en el tema de las inversiones responsables. El 10 de febrero, los manifestantes citaron que las inversiones de BlackRock en el gigante petrolero francés Total y la constructora Vince iban en contra de este argumento.
En una influyente carta anual dirigida a los líderes de las empresas más grandes del mundo, el mes pasado Fink mencionó que una de las metas principales de su firma iba a ser tomar las decisiones de inversión con base en la sustentabilidad ambiental. El 12 de febrero, BlackRock señaló que uno de sus fondos de más rápido crecimiento de orientación verde iba a dejar de invertir en empresas que obtuvieran ingresos de las arenas bituminosas de Alberta.
Este tipo de acciones han hecho poco por apaciguar al creciente cuadro de críticos en Francia, donde la empresa administra 27.000 millones de euros en activos para clientes locales e invierte más de 185.000 millones de euros (200.000 millones de dólares) en recursos propios de Francia y bonos corporativos y gubernamentales.
Esta semana, el Parlamento comenzó a debatir el proyecto de ley que busca reformar el enrevesado sistema de pensiones de la nación. Es probable que el proyecto de ley sea aprobado a pesar de los intentos de sus opositores por obstruirlo porque el partido de Macron tiene mayoría absoluta.
La controversia se destapó en diciembre, cuando Macron reveló los detalles de su propuesta para estandarizar los 42 esquemas privados y públicos de pensiones de Francia en un plan administrado por el Estado. Los críticos ya habían acusado al presidente, un exbanquero de inversiones, de favorecer a los ricos con una medida anterior para reducir los impuestos a los asalariados con los sueldos más altos.
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Los opositores sacaron partido de la nota de un analista de BlackRock que describía las opciones de inversión en pensiones, una señal de que el administrador más grande de activos de Wall Street estaba en busca de ganancias, según ellos. El documento hacía notar que los franceses, recelosos de las inversiones, tenían inmensas cantidades de ahorros en efectivo, bonos y activos no financieros, pero “decepcionantemente” pocos en acciones.
Para demostrar la relación amistosa, los activistas pronto comenzaron a circular en redes sociales fotografías de Fink al lado de Macron en una cumbre de finanzas verdes celebrada en el Palacio del Elíseo en julio. Los medios franceses publicaron artículos donde recalcaron que la evaluación de BlackRock era una señal de que la empresa está ansiosa por ver que el esquema de pensiones administrado por el Estado francés se incline hacia uno similar al sistema estadounidense, donde los trabajadores a menudo ahorran para sus pensiones por medio de inversiones.
En realidad, el proyecto de Macron mantendría prácticamente igual el sistema francés de reparto financiado con dinero público, un punto que algunos sindicatos han reconocido en últimas fechas.
No obstante, los opositores insisten en que el plan de Macron sigue dejando a Francia expuesta a la influencia de empresas como BlackRock. Resaltan una medida que les reduciría los impuestos sobre la nómina para las pensiones a las personas que ganan más de 120.000 euros al año —menos de un uno por ciento de la fuerza laboral francesa— y los alentaría a invertir en fondos privados de pensiones.
A la imagen que tienen de BlackRock sus detractores no le ayudó que, a inicios de enero, Macron condecorara al presidente de BlackRock France, Jean-François Cirelli, un exfuncionario público que trabajó para otros dos presidentes franceses, como oficial de la Legión de Honor, la orden del mérito más alta de Francia, justo cuando las huelgas a causa de los cambios en las pensiones alcanzaban sus niveles más altos.
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La noticia encendió las redes sociales y detonó una nueva tormenta de críticas por el hecho de que el fondo estadounidense estuviera tan cerca de Macron, y porque se beneficiaría de los cambios a las pensiones.
“BlackRock es un emblema”, comentó Benoît Martin, director de la división de París del combativo sindicato de la Confederación General del Trabajo. Martin mencionó que estuvo entre los manifestantes que irrumpieron en la sede francesa de BlackRock en enero.
El sindicato ha instado a más manifestaciones y huelgas para protestar por los cambios. Y es probable que BlackRock siga siendo un blanco, mencionó Martin.
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