Carlos Iván Zúñiga Guardia

La noticia del fallecimiento del Dr. Carlos Iván Zúñiga Guardia ocurrida en la madrugada del viernes pasado, me conmovió profundamente, y me mueve a expresar en estas líneas mi sincero pesar por su desaparición que deja un inmenso vacío en la conciencia nacional.

Mi memoria de las realizaciones de Carlos Iván no se circunscribe a sus brillantes ejecutorias académicas y profesionales. Carlos Iván hizo de la palabra escrita uno de los instrumentos preferidos para el ejercicio de su arraigada vocación de docencia cívica y de honestidad institucional.

Dueño de una extraordinaria capacidad intelectual, portador de una sensibilidad muy rica, Carlos Iván encontró tempranamente en su camino a la admirada poetisa Sydia Candanedo, formando con ella una pareja de calidad excepcional y una familia de sólidos valores ciudadanos.

Mi primer encuentro con Carlos Iván no ocurrió en un aula, ni en la calle. Nos encontramos en los espacios en que iniciamos un Congreso que congregó a jóvenes de toda la República en un proyecto idealista que denominamos Frente Patriótico de la Juventud.

Siempre se recordará a Carlos Iván por su labor parlamentaria en la curul del Frente Patriótico que compartimos en la Asamblea Legislativa en 1948-1950 y posteriormente en 1964-1968, como Diputado por Chiriquí elegido con el apoyo de los núcleos sindicales bananeros de los cuales era asesor.

También se destacó por su patriótico protagonismo al frente de la Federación de Estudiantes, al lograr el rechazo legislativo del ominoso Convenio de Bases Filós-Hines el 22 de diciembre de 1947.

Pocos espíritus tienen la fortaleza que tuvo Carlos Iván para no rendirse frente a la enfermedad y el sufrimiento, ni dejar que estos lo expulsaran de la realidad local o mundial ni de la lucidez en su interpretación y comentarios.

En enero del año 2002 elogié la nominación de Carlos Iván Zúñiga Guardia para presidir la "Comisión Investigadora de los Posibles hechos de Corrupción" creada por el Gobierno de turno.

En mi libro "Al Socaire" publicado en septiembre pasado, al tratar el tema que titulé "El Diagnóstico de la Corrupción" (páginas 490, 491, 492) están transcritas integralmente las consideraciones que me conducían a llamar la atención del recién inaugurado gobierno de Martín Torrijos sobre los resultados de la labor cumplida por la Comisión Zúñiga sobre la corrupción. Hice énfasis en que esa Comisión había producido un Informe que contenía 51 recomendaciones y que según había declarado el Dr. Zúñiga, la Presidenta Moscoso se "había comprometido a darle cumplimiento a esas recomendaciones". Desde entonces han transcurrido 6 años en los que nada indicó que las 51 recomendaciones de la Comisión Zúñiga fueran adoptadas por los sucesivos gobiernos de Moscoso y de Torrijos.

Hago mención singular de este asunto porque en este momento aciago para la patria, la familia y los amigos de Carlos Iván, es oportuno expresar que para ningún panameño o panameña ante su muerte puede ser indiferente. Ha muerto un patriota digno de ser honrado para la posteridad por su contribución a la conciencia del deber, del bien, del honor y de la verdad; un compatriota que soñó y actuó para que en Panamá, algún día, todos sus habitantes vivamos reconciliados con nuestra Historia, satisfechos de nuestro presente y entusiasmados con el futuro. A Sydia de Zúñiga, a sus hijos Guadalupe, Carlos Iván, Gloria, Juan Cristóbal, Sergio Pablo, sus nietos y demás familiares, nuestra solidaridad, amistad y comprensión.