Distribuidora Dos Pinos Panamá podría cerrar

Definitivamente el año 2005 se ha caracterizado, entre otras cosas, como el año de las constantes quejas que pesan sobre la dirección de Cuarentena Agropecuaria del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA).
Esta vez la distribuidora Dos Pinos de Panamá insiste en que su futuro es negro al no poder importar los productos lácteos procesados en Costa Rica.
Emilio Córdoba, gerente de la distribuidora, aseguró que de no haber respuesta positiva sobre la inspección de las plantas de procesamiento se verán obligados a cerrar las operaciones en Panamá. De suceder esto, podrían despedir a más de 40 empleados.
"La negativa a la certificación no se debe a problemas de las plantas propiamente, sino que el MIDA aduce que está realizando la evaluación de las medidas sanitarias de salud animal y vegetal específicamente sobre brucelosis y tuberculosis en el país. Estamos de acuerdo que así se haga, pero de una manera rápida", aseguró Córdoba.
El pasado 8 de agosto las plantas Dos Pinos en Costa Rica fueron inspeccionadas por técnicos del MIDA, fue hasta el 25 de octubre que las autoridades panameñas solicitaron más información sobre las enfermedades del vecino país y aún no han dado luz verde a las importaciones de los productos lácteos.
Aunque Córdoba no explicó la pérdida en dinero que esto les representa, confirmó que hasta este mes sus ventas han mostrado una desaceleración del 80%.
No faltan los que quieren darle otro matiz al asunto pero terminan en lo que la mayoría: la gente sí se fija mucho en el regalo final. Otra joven cuenta que en su trabajo habían puesto una cuota mínima de B/. 10.00 para el regalo, pero a ella le dieron una cartera de tan mala calidad y baratona, que tan pronto la sacó de la caja, comenzó a deshilacharse por un lado.
Las lluvias de quejas siguen, pero en el sondeo quedó claro que a la mayoría le gusta el misterio y son gente con esperanza.
Si con este juego son felices y se distraen, entonces que ¡viva el amigo secreto!, que se levanten esos ángeles caídos, que recobren la memoria los olvidadizos y que se vuelvan generosos los tacaños.