Estadísticas y curiosidades
Publicado 2006/04/05 23:00:00
- Redacción 10
El enfrentamiento Austria-Francia, realizado el 27 de mayo de 1934, en el estadio "Benito Mussolini" de Torino, fue el primer partido en que se jugó tiempo de prórroga, en Campeonatos del Mundo.
El gol más rápido de este Mundial, lo marcó el germano Ernst Lehner, al minuto de iniciado el encuentro que Alemania y Polonia, que ganaron los alemanes 3-2. Fue el 7 de junio de 1934, en la sureña ciudad de Napoli. El primer gol de esta Copa, lo marcó el argentino Ernesto Belis a los 3" del partido Suecia 3-Argentina 2, el 27 de mayo en Bologna.
Italia-España fue el primer encuentro que se jugó dos veces. El primero, en tiempo de prórroga, acabó en empate 1-1 el 31 de mayo de 1934 en Firenze. Volvieron a encontrarse al día siguiente, ganando 1-0 Italia, con gol de Giuseppe Meazza.
El choque entre italianos y checoslovacos, en la jornada definitoria del II Campeonato Mundial de fútbol, fue el undécimo enfrentamiento entre las selecciones absolutas de ambos países europeos. Hay, en esos 12 años que separan su primer encuentro y esta final, una equilibrada historia, que incluye tres victorias por bando, y cuatro empates, con 20 goles checoslovacos y 19 de Italia.
La radio era, por esa época, un medio de comunicación masiva que comenzaba a hacerse imprescindible para que las noticias tuvieran la amplitud de una expansión instantánea. Crónicas evocativas mencionan que toda Italia siguió la final de 1934, gracias a los comentarios y descripciones de Nicola Carosio.
El gol más rápido de este Mundial, lo marcó el germano Ernst Lehner, al minuto de iniciado el encuentro que Alemania y Polonia, que ganaron los alemanes 3-2. Fue el 7 de junio de 1934, en la sureña ciudad de Napoli. El primer gol de esta Copa, lo marcó el argentino Ernesto Belis a los 3" del partido Suecia 3-Argentina 2, el 27 de mayo en Bologna.
Italia-España fue el primer encuentro que se jugó dos veces. El primero, en tiempo de prórroga, acabó en empate 1-1 el 31 de mayo de 1934 en Firenze. Volvieron a encontrarse al día siguiente, ganando 1-0 Italia, con gol de Giuseppe Meazza.
El choque entre italianos y checoslovacos, en la jornada definitoria del II Campeonato Mundial de fútbol, fue el undécimo enfrentamiento entre las selecciones absolutas de ambos países europeos. Hay, en esos 12 años que separan su primer encuentro y esta final, una equilibrada historia, que incluye tres victorias por bando, y cuatro empates, con 20 goles checoslovacos y 19 de Italia.
La radio era, por esa época, un medio de comunicación masiva que comenzaba a hacerse imprescindible para que las noticias tuvieran la amplitud de una expansión instantánea. Crónicas evocativas mencionan que toda Italia siguió la final de 1934, gracias a los comentarios y descripciones de Nicola Carosio.

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