Fracaso de OMC golpe al multilateralismo
Publicado 2003/07/25 23:00:00
- Demetrio Olaciregui Q.
Los países que integran la OMC tienen intereses muy variados y no responden a ideologías sino a políticas comerciales dice el embajador de Noruega ante la OMC, Kare Bryn.
La recta final de las negociaciones que deberán establecer el marco de acción para la próxima Cumbre Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) "es complicada pero no tan desesperante como para anticipar el colapso total", dijo Carlos Pérez del Castillo, embajador de Uruguay y coordinador general de la agenda que se debatirá en septiembre en el balneario mexicano de Cancún. Sin embargo, en declaraciones a El Panamá América, hizo una advertencia. "El fracaso de la cumbre de Cancún será un golpe para la OMC y para el multilateralismo", sentenció.
Contrario a la Organización de Naciones Unidas (ONU), explicó el embajador de Noruega ante la OMC, Kare Bryn, donde EU y otros miembros del Consejo de Seguridad imponen medidas unilaterales, "los países que integran la OMC tienen intereses muy variados y no responden a ideologías sino a políticas comerciales. Por eso debemos estimular más el multilateralismo".
"¿Cómo se obliga a un estado?.", preguntó, por su parte, Ronald Saborío, embajador de Costa Rica ante la OMC y experto en derecho internacional egresado de la Universidad de Ginebra. "No hay cárceles para los estados", añadió. Es allí donde funciona el multilateralismo. "Las posibles sanciones son tangibles y muchos países quieren utilizar los mecanismos de solución de diferencias de la OMC porque se han dado cuenta que es lo más perfecto que se ha creado en toda la historia del derecho internacional", afirmó Saborío.
"Unilateralismo versus reciprocidad", planteó el mexicano Karsten Steinfatt, analista de la División de Exámenes de Políticas Comerciales de la OMC. "¿Cuál es la prioridad?. Los acuerdos regionales o los tratados bilaterales. Si en América latina se liberaliza tanto el comercio, no queda moneda de negociación. Es una posición de alto riesgo", advirtió. En forma multilateral, aseguró, la OMC tiene la capacidad de nivelar el campo de juego.
Como motor de la negociación de cara a la cita ministerial de Cancún, Pérez del Castillo tiene frente a sí una tarea enorme. "No me doy por vencido en pensar que podemos llegar a Cancún con progresos en algunos de los temas principales. Espero que lleguemos con señales de avances y señales de compromisos políticos", añadió. Aunque aceptó que el mandato de Doha, en referencia a la cita ministerial de la OMC en Qatar en el 2001, no se ha traducido en acciones concretas y en algunos casos se han producido retrocesos, pues no se han cumplido ninguno de los plazos fijados.
La realidad es que la cumbre ministerial de Cancún evaluará a mitad del camino los avances de la cita realizada en Doha. Cancún no es el final del camino, ni el comienzo de un nuevo proceso. "Cancún es la mitad de la ruta hacia el objetivo final que es diciembre del 2004 cuando concluya el mandato de Doha. Cancún no será objeto de fracaso, sino un momento para orientar e imprimirle impulso político a las negociaciones", dijo Bryn.
Pérez del Castillo indicó que el documento final será discutido en Ginebra el 24 de agosto con los 146 países miembros de la OMC, 10 días antes de la cita ministerial de Cancún. En ese momento presentará un documento breve y muy operativo, contrario al entregado en 1999 en Seattle, estado de Washington, que contenía 37 páginas y cuyo resultado fue un rotundo fracaso.
La tarea actual será producir un documento para que los países miembros tomen decisiones sobre cuatro ejes. Mantener los criterios del mandato de Doha, preservar el nivel de ambición en los diferentes campos, establecer la dimensión del desarrollo en todos los temas y lograr un equilibrio de negociación en el contexto global y no exclusivo.
"Ese documento tratará de conjugar los resultados positivos y mantener el momentum de las negociaciones. Debemos mantener el nivel de ambición en todos los campos", subrayó Pérez del Castillo. Debe haber compromisos políticos en propuestas de negociacion, una mayor flexibilidad y un cambio de postura en diferentes temas. El esfuerzo será tan difícil como mover un elefante de 146 patas.
Pérez del Castillo anticipó que espera suficientes progresos para resolver el tema de la propiedad intelectual y salud antes de Cancún, un paquete sustantivo en el trato preferencial y diferenciado y en la implementación del comercio como motor de desarrollo y erradicación de la pobreza. Hay que moverse en materia agrícola, pues si no hay acuerdo en ese punto sería el colapso. "Si no hay un claro progreso en el tema agrícola se trancan las cuestiones industriales", advirtió.
Majda Petschen, consejera de la División de Agricultura y Productos Básicos de la OMC, dijo que los objetivos a largo plazo son establecer un comercio agrícola equitativo orientado hacia el mercado. En ese sentido, la reforma a la Política Agrícola Común (PAC), anunciada por la Unión Europea (UE) el mes pasado, no se ha traducido en propuestas en la OMC. Es como un cheque depositado que los países irán cobrando. El problema es acceso a los mercados. La UE propone reducir en 36% los subsidios en seis años y un 15% de los productos más sensibles. Pero eso no está en línea con el mandato de Doha.
También están los productos industriales, textiles, la pesca y los forestales, que son rubros no agrícolas y sobre los cuales existen más de 30 modalidades de negociación, particularmente en lo relativo a la reducción arancelaria.
En el tema de propiedad intelectual y salud pública, por razones humanitarias más que comerciales, las negociaciones buscan que las industrias farmacéuticas contribuyan a aliviar epidemias como el SIDA, la malaria y la tuberculosis, además de otras 20 enfermedades. Actualmente, la industria farmacéutica establece licencias obligatorias y margina a los países en desarrollo de los beneficios de la producción de medicamentos genéricos. Eso debe resolverse entre las transnacionales farmacéuticas y sus gobiernos.
Las recientes posturas de Estados Unidos que revelan más flexibilidad, después de ocho meses de estancamiento en las negociaciones, permiten anticipar que antes de Cancún habrá acuerdo en materia de acceso a los medicamentos.
"Pese a los reiterados reveses, hemos hecho progresos, y estos últimos superan a los tropiezos, lo que me da plena confianza de que llegaremos a acuerdos antes de Cancún", dijo el tailandés Supachai Panitchpakdi, director general de la OMC. a un grupo de periodistas latinoamericanos, entre los que se encontraba el enviado de El Panamá América.
El acuerdo permitiría establecer una lista de naciones beneficiarias y enumerar los países que fabricarían los productos genéricos de exportación sin tener que cumplir con las exigencias de las patentes. Los posibles fabricantes serían, entre otros, Brasil, Corea del Sur y México.
Además, el tema de los servicios es otro asunto espinoso con el que tendrán que lidiar en Cancún los países miembros de la OMC.
Esa materia, en la que hay 28 propuestas hechas por los países en desarrollo, incluyendo Panamá, tiene que ver con los servicios marítimos, financieros y turísticos. Al mismo tiempo hay 88 propuestas de trato preferencial y diferenciado, de las cuales 38 son objeto de conversaciones.
Pérez del Castillo reconoció que al igual que en los países desarrollados, en las naciones en desarrollo no se pone mucho empeño en lograr acuerdos en Cancún, porque quieren prolongar la ronda hasta el 2004. La realidad es que la ronda Uruguay, que dio paso a la OMC, lanzada en 1986 y con una proyección de cuatro años duró ocho años. Además, el periodo de implementación a través de legislaciones en los países podría tomar ocho años más. También existe la preocupación de que los países en desarrollo no cuenten con la estructura institucional ni la capacidad financiera para impulsar los acuerdos de la OMC.
Al mismo tiempo señaló que el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que impulsa EU, no es alternativa a la OMC. Otros embajadores ante el organismo multilateral consideran que los avances del ALCA dependerán de los acuerdos que se alcancen en el marco de la OMC. Pérez del Castillo puso como ejemplo el tema de los subsidios que no puede ir a la OMC si no son tratados primero en el ALCA. "Además, si la OMC se paraliza no es posible avanzar en las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea", afirmó.
Un dato sobresaliente, por otro lado, es que desde su fundación en 1995, en el marco de la OMC se han suscrito 22,000 acuerdos bilaterales de inversión. Los inversionistas demandan seguridad jurídica y previsibilidad a largo plazo. La traducción es simple: proteger el desarrollo solo afecta a los países en desarrollo.
Contrario a la Organización de Naciones Unidas (ONU), explicó el embajador de Noruega ante la OMC, Kare Bryn, donde EU y otros miembros del Consejo de Seguridad imponen medidas unilaterales, "los países que integran la OMC tienen intereses muy variados y no responden a ideologías sino a políticas comerciales. Por eso debemos estimular más el multilateralismo".
"¿Cómo se obliga a un estado?.", preguntó, por su parte, Ronald Saborío, embajador de Costa Rica ante la OMC y experto en derecho internacional egresado de la Universidad de Ginebra. "No hay cárceles para los estados", añadió. Es allí donde funciona el multilateralismo. "Las posibles sanciones son tangibles y muchos países quieren utilizar los mecanismos de solución de diferencias de la OMC porque se han dado cuenta que es lo más perfecto que se ha creado en toda la historia del derecho internacional", afirmó Saborío.
"Unilateralismo versus reciprocidad", planteó el mexicano Karsten Steinfatt, analista de la División de Exámenes de Políticas Comerciales de la OMC. "¿Cuál es la prioridad?. Los acuerdos regionales o los tratados bilaterales. Si en América latina se liberaliza tanto el comercio, no queda moneda de negociación. Es una posición de alto riesgo", advirtió. En forma multilateral, aseguró, la OMC tiene la capacidad de nivelar el campo de juego.
Como motor de la negociación de cara a la cita ministerial de Cancún, Pérez del Castillo tiene frente a sí una tarea enorme. "No me doy por vencido en pensar que podemos llegar a Cancún con progresos en algunos de los temas principales. Espero que lleguemos con señales de avances y señales de compromisos políticos", añadió. Aunque aceptó que el mandato de Doha, en referencia a la cita ministerial de la OMC en Qatar en el 2001, no se ha traducido en acciones concretas y en algunos casos se han producido retrocesos, pues no se han cumplido ninguno de los plazos fijados.
La realidad es que la cumbre ministerial de Cancún evaluará a mitad del camino los avances de la cita realizada en Doha. Cancún no es el final del camino, ni el comienzo de un nuevo proceso. "Cancún es la mitad de la ruta hacia el objetivo final que es diciembre del 2004 cuando concluya el mandato de Doha. Cancún no será objeto de fracaso, sino un momento para orientar e imprimirle impulso político a las negociaciones", dijo Bryn.
Pérez del Castillo indicó que el documento final será discutido en Ginebra el 24 de agosto con los 146 países miembros de la OMC, 10 días antes de la cita ministerial de Cancún. En ese momento presentará un documento breve y muy operativo, contrario al entregado en 1999 en Seattle, estado de Washington, que contenía 37 páginas y cuyo resultado fue un rotundo fracaso.
La tarea actual será producir un documento para que los países miembros tomen decisiones sobre cuatro ejes. Mantener los criterios del mandato de Doha, preservar el nivel de ambición en los diferentes campos, establecer la dimensión del desarrollo en todos los temas y lograr un equilibrio de negociación en el contexto global y no exclusivo.
"Ese documento tratará de conjugar los resultados positivos y mantener el momentum de las negociaciones. Debemos mantener el nivel de ambición en todos los campos", subrayó Pérez del Castillo. Debe haber compromisos políticos en propuestas de negociacion, una mayor flexibilidad y un cambio de postura en diferentes temas. El esfuerzo será tan difícil como mover un elefante de 146 patas.
Pérez del Castillo anticipó que espera suficientes progresos para resolver el tema de la propiedad intelectual y salud antes de Cancún, un paquete sustantivo en el trato preferencial y diferenciado y en la implementación del comercio como motor de desarrollo y erradicación de la pobreza. Hay que moverse en materia agrícola, pues si no hay acuerdo en ese punto sería el colapso. "Si no hay un claro progreso en el tema agrícola se trancan las cuestiones industriales", advirtió.
Majda Petschen, consejera de la División de Agricultura y Productos Básicos de la OMC, dijo que los objetivos a largo plazo son establecer un comercio agrícola equitativo orientado hacia el mercado. En ese sentido, la reforma a la Política Agrícola Común (PAC), anunciada por la Unión Europea (UE) el mes pasado, no se ha traducido en propuestas en la OMC. Es como un cheque depositado que los países irán cobrando. El problema es acceso a los mercados. La UE propone reducir en 36% los subsidios en seis años y un 15% de los productos más sensibles. Pero eso no está en línea con el mandato de Doha.
También están los productos industriales, textiles, la pesca y los forestales, que son rubros no agrícolas y sobre los cuales existen más de 30 modalidades de negociación, particularmente en lo relativo a la reducción arancelaria.
En el tema de propiedad intelectual y salud pública, por razones humanitarias más que comerciales, las negociaciones buscan que las industrias farmacéuticas contribuyan a aliviar epidemias como el SIDA, la malaria y la tuberculosis, además de otras 20 enfermedades. Actualmente, la industria farmacéutica establece licencias obligatorias y margina a los países en desarrollo de los beneficios de la producción de medicamentos genéricos. Eso debe resolverse entre las transnacionales farmacéuticas y sus gobiernos.
Las recientes posturas de Estados Unidos que revelan más flexibilidad, después de ocho meses de estancamiento en las negociaciones, permiten anticipar que antes de Cancún habrá acuerdo en materia de acceso a los medicamentos.
"Pese a los reiterados reveses, hemos hecho progresos, y estos últimos superan a los tropiezos, lo que me da plena confianza de que llegaremos a acuerdos antes de Cancún", dijo el tailandés Supachai Panitchpakdi, director general de la OMC. a un grupo de periodistas latinoamericanos, entre los que se encontraba el enviado de El Panamá América.
El acuerdo permitiría establecer una lista de naciones beneficiarias y enumerar los países que fabricarían los productos genéricos de exportación sin tener que cumplir con las exigencias de las patentes. Los posibles fabricantes serían, entre otros, Brasil, Corea del Sur y México.
Además, el tema de los servicios es otro asunto espinoso con el que tendrán que lidiar en Cancún los países miembros de la OMC.
Esa materia, en la que hay 28 propuestas hechas por los países en desarrollo, incluyendo Panamá, tiene que ver con los servicios marítimos, financieros y turísticos. Al mismo tiempo hay 88 propuestas de trato preferencial y diferenciado, de las cuales 38 son objeto de conversaciones.
Pérez del Castillo reconoció que al igual que en los países desarrollados, en las naciones en desarrollo no se pone mucho empeño en lograr acuerdos en Cancún, porque quieren prolongar la ronda hasta el 2004. La realidad es que la ronda Uruguay, que dio paso a la OMC, lanzada en 1986 y con una proyección de cuatro años duró ocho años. Además, el periodo de implementación a través de legislaciones en los países podría tomar ocho años más. También existe la preocupación de que los países en desarrollo no cuenten con la estructura institucional ni la capacidad financiera para impulsar los acuerdos de la OMC.
Al mismo tiempo señaló que el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que impulsa EU, no es alternativa a la OMC. Otros embajadores ante el organismo multilateral consideran que los avances del ALCA dependerán de los acuerdos que se alcancen en el marco de la OMC. Pérez del Castillo puso como ejemplo el tema de los subsidios que no puede ir a la OMC si no son tratados primero en el ALCA. "Además, si la OMC se paraliza no es posible avanzar en las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea", afirmó.
Un dato sobresaliente, por otro lado, es que desde su fundación en 1995, en el marco de la OMC se han suscrito 22,000 acuerdos bilaterales de inversión. Los inversionistas demandan seguridad jurídica y previsibilidad a largo plazo. La traducción es simple: proteger el desarrollo solo afecta a los países en desarrollo.
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