Panamá es partícipe de nuevo comercio
Jugoso mercado del diamante busca espacio
- Giovanna Ferullo (EFE)
El consumidor latinoamericano paga más que cualquier otro por este tipo de mercancía, dijo Akerman. Con la entrada de la Bolsa de Diamantes podemos esperar 100% una bajada de los precios, y no solo para los consumidores finales, sino en toda la cadena, agregó.

El consumidor latinoamericano paga más que cualquier otro por este tipo de mercancía, dijo Akerman. Con la entrada de la Bolsa de Diamantes podemos esperar 100% una bajada de los precios, y no solo para los consumidores finales, sino en toda la cadena, agregó.
Interés
- Panamá se interesó desde el primer momento en el proyecto, que se remonta a 2005, y el Estado ofreció todas las facilidades, entre ellas la adhesión del país al proceso Kimberley de certificación de diamantes en bruto para que puedan ser comercializados desde su territorio.
- El sistema de certificación de proceso Kimberley (SCPK) fue instaurado en 2002 con apoyo de la ONU por iniciativa de países productores africanos, importadores, exportadores, sociedad civil y la industria, para evitar el desprestigio del comercio internacional legítimo de diamantes en bruto.
América Latina es la única zona del mundo en la que no ha florecido el mercado de los diamantes y el desarrollo de su potencial, calculado en hasta 32,000 millones de dólares por año, el cual espera ser impulsado por la primera bolsa regional, que operará en Panamá para comercializar esa y otras piedras preciosas.
El comercio regulado de diamante y de joyas elaboradas con esa y otras piedras preciosas en América Latina ronda ahora los $8,000 millones anuales, mientras que a nivel mundial mueve unos 200,000 millones, dijo en una entrevista con Efe el presidente del nuevo organismo bursátil, Erez Akerman.
Pero con la operación de la Bolsa de Diamantes de Panamá (PDE, por sus siglas en inglés), a partir de finales de este año vemos un potencial de crecimiento del mercado latinoamericano hasta por cuatro veces la cifra actual, para llegar hasta los 32,000 millones en un plazo de 5 a 7 años, dijo Akerman.
No solo se espera un crecimiento exponencial del comercio de los mejores amigos de una chica (Diamods are the best girls friend), como cantaba la mítica Marilyn Monroe (1926-1962), sino una bajada sustancial de sus precios en la región, cuyos joyeros se ven obligados a moverse a otras partes del mundo para adquirir los diamantes o las joyas que se elaboran con ellos.
El consumidor latinoamericano paga más que cualquier otro por este tipo de mercancía, dijo Akerman. Con la entrada de la Bolsa de Diamantes podemos esperar 100% una bajada de los precios, y no solo para los consumidores finales, sino en toda la cadena, agregó.
Con el lanzamiento oficial de la Bolsa de Diamantes de Panamá, comenzará la inscripción de las empresas en el corro.
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