La mina reconoce que el Estado panameño es el propietario de los minerales y expresa voluntad de alcanzar nuevo acuerdo justo
La compañía manifestó su disposición a reiniciar conversaciones con el gobierno panameño, tras la crisis que derivó en el cierre de la mina.
Mina de cobre. Foto: Archivo
First Quantum Minerals Ltd. (FQML), empresa operadora de la mina Cobre Panamá, reconoce que el Estado panameño es el propietario de los minerales del país, tal como lo ha indicado el presidente de la República, José Raúl Mulino.
En este contexto, la compañía manifestó su disposición a reiniciar conversaciones con el gobierno panameño, tras la crisis política y social de finales de 2023 que derivó en el cierre de operaciones del proyecto minero.
De acuerdo con un reporte de Bloomberg, el CEO de la compañía, Tristan Pascall, reafirmó el reconocimiento pleno de la propiedad soberana de los recursos de la República de Panamá.
“Mantenemos la esperanza de que, mediante un diálogo continuo y buena voluntad, podamos alcanzar un nuevo acuerdo justo y duradero que brinde los mejores resultados para todas las partes interesadas”, expresó Pascall durante una conferencia con inversionistas.
Pascall dejó claro que la empresa está comprometida con alcanzar una estructura fiscal “justa” que refleje no solo los beneficios compartidos, sino también los más de $10 mil millones ya invertidos en el país.
El ejecutivo también señaló que están listos para iniciar negociaciones formales con el nuevo gobierno para reactivar la que fue la mayor inversión privada del país, y que el reinicio podría significar un impulso importante tanto para la economía panameña como para el mercado global del cobre.
Bloomberg también informó que FQML suspendió en marzo dos procesos de arbitraje internacionales (uno bajo el tratado de libre comercio entre Canadá y Panamá y otro ante la Cámara de Comercio Internacional), en un gesto de buena voluntad para facilitar un nuevo acuerdo con la administración de Mulino.
La compañía espera ahora la definición oficial de la fecha de inicio para una auditoría independiente que permita evaluar las condiciones de las instalaciones y los riesgos ambientales, proceso que el gobierno había indicado que estaría listo hacia finales de este año.
Durante el último trimestre, FQML exportó el cobre almacenado en el sitio, utilizando los ingresos para preservar y cuidar las instalaciones cerradas.
Esta postura pública, según Bloomberg, abre una ventana de oportunidad para el país, ya que la reapertura de la mina “impulsaría la economía panameña”, pero el camino deberá recorrerse con cautela, luego de las protestas masivas que marcaron el cierre del proyecto.