Ordenan diferenciar billetes
- Guillermo Fernández R.
Prevén costos multimillonarios para fabricantes de cajeros automáticos y bancos en el mundo entero
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, los fabricantes de los cajeros bancarios automáticos y la mayoría de los bancos del mundo están a punto de tener una "cita ciega".
El encuentro lo ratificó hace una semana la Corte de Apelaciones del Circuito del Distrito de Columbia (Washington D.C.) al sentenciar que los Estados Unidos discrimina contra los ciegos porque su papel moneda o billetes son del mismo tamaño, independientemente de, o sin considerar, su valor monetario.
La cita había sido puesta en agenda, desde el 2002, por los ciegos del mundo comandados por los no videntes de los países desarrollados, especialmente de Estados Unidos y su Consejo Americano del Ciego (The American Council of the Blind).
La decisión del tribunal conduce a un justo y feliz logro para los ciegos --totales o parciales.
Además constituye un cambio drástico en la forma o apariencia de los billetes del dólar estadounidense.
Esta drástica transformación "billetónica" vendría con un ignoto, costoso y problemático encuentro, de magnitudes multimillonarias, tanto para el Departamento del Tesoro y la Oficina de Grabado e Impresión (Bureau of Engraving and Printing), como para los fabricantes de las cajas bancarias automatizadas y de las máquinas que expenden confituras y comida rápida, centenas de bancos en el mundo entero, y hasta para los manufactureros de billeteras o "wallets".
Único en el mundo.
- De las 180 autoridades (gobiernos y otros) que emiten papel moneda en el mundo, solamente Estados Unidos imprime billetes que son idénticos en tamaño y color en todas sus denominaciones.
Muchos países, como Costa Rica, por ejemplo, imprimen billetes de igual tamaño para todas sus denominaciones, pero les cambia el color según su valor monetario.
A lo largo del litigio se ha argumentado que los billetes del Euro, introducido en el 2002, se emite en mayores tamaños para mayores denominaciones y tiene números más grandes lo mismo que partes resaltadas en diferentes formas.
Igualmente, los billetes japoneses tienen formas en diferentes texturas que ayudan a identificarlos el tacto.
Los francos suizos tienen números perforados y otros papeles moneda usan secuencias de puntos perforados.
Ratificación.
- El fallo confirma la decisión tomada en el 2006 por el juez James Robertson de la Corte Federal del Distrito de Columbia, quien había concluido que "el gobierno estadounidense ilegalmente discrimina a las personas ciegas al imprimir su papel moneda en billetes del mismo tamaño que no pueden ser diferenciados por el tacto".
En esa ocasión, el juez Robertson ordenó al Departamento del Tesoro iniciar un diálogo que debía comenzar 3o días después de emitido el fallo (29 de noviembre del 2006) para buscar potenciales soluciones, "incluyendo diferentes tamaños de billetes para las diferentes denominaciones, aumentar el tamaño de los números y perforar puntos legibles al tacto con el método Braille en cada billete.
Sin explicación.
- Esta vez, la jueza Judith W. Rogers, quien redactó la sentencia del tribunal, afirma que "una gran mayoría de otros sistemas monetarios se han adaptado a los deficientes visuales o totalmente ciegos", por lo que no se explica porqué los billetes estadounidenses deban ser diferentes en forma alguna. (United States Court of Appeals for the District of Columbia Circuit. No. 07-5063. Argued November 19,200o7. Decided May 20, 2008. Appeal No. 02ms00864).
El tribunal sostuvo que el Departamento del Tesoro no demostró o probó que sería "una carga financiera indebida" el imprimir los billetes en diferentes tamaños según su denominación, o el agregarles una forma o figura que pueda ser leída al tacto a fin de que el no vidente distinga su valor monetario.
Pocas opciones.
Pese a que aún no es un caso cerrado, el gobierno estadounidense tiene muy pocas opciones de ganar litigio. Para David Stout del diario The New York Times, los representantes gubernamentales podrían solicitar al pleno de la Corte del Circuito de Columbia ??" 13 miembros que reconsideren la sentencia del tribunal de apelaciones.
También podrían pedir una "rápida revisión" a la Corte Suprema, para lo cual tendrían 90 días para resolver.
Costos crecientes.
El director de la Oficina de Grabado e Impresión aportó al tribunal estimaciones de costos de implementación de los cambios. Entre ellos, por ejemplo, el incluir un numeral de un tamaño de al menos el 60 % del alto del billete costaría aproximadamente $4.5 millones en cada denominación,, lo que representa el aumento de al menos $400 mil por emisión.
El producir billetes en diferentes tamaños costaría al menos $50 millones anuales, lo que representa un incremento de unos $14 millones en cada emisión.
Hace una década.
El movimiento para ayudar al ciego a identificar el valor de los billetes viene, al menos, desde hace una década.
Ya en 1997 el Departamento del Tesoro consideraba formas diferenciadoras para que los billetes fueran fácil y seguramente identificados por los 1.3 millones de estadounidenses ciegos, sin contar los 16.5 millones que en ese país tienen deficiencias visuales aún con lentes, ni quienes pierden visión por envejecimiento, o los no videntes del resto del mundo que usan, cotidiana y esporádicamente, al papel moneda que emite ese país.
Pero desde aquellos mismos años las autoridades del Tesoro desecharon, por "muy costosos e imprácticos" los cambios que la inmensa mayoría de los ciegos consideran como los más deseables.
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