Admirar y amar

Todos los días converso con mis amigas y amigos acerca del "amor". Hablamos sobre sus parejas, de sus ex o de las personas con quienes estamos saliendo. Este tema del amor se vuelve extenso porque hay mucho que contar, muchos consejos que dar y experiencias que compartir.

En un almuerzo con mi mejor amiga, comentábamos sobre el tema de la "admiración". Le decía a mi amiga que he llegado a un punto en mi vida en que comprendí que el hombre que quiero a mi lado debo "admirarlo". Y qué significa para mí "admirar". Le comenté que, después de tener algunas relaciones que no encajaban, entendí lo que buscaba en un hombre. Un hombre que tenga "algo que contar" ¡Ojo!, y no cualquier cosa, sino que, en lo que me cuente, tenga un gran contenido de aventuras, enseñanzas positivas, opiniones que me empujen a seguir mis sueños y, sobre todas las cosas, que "tenga un buen corazón".

Muchas veces, como mujeres decidimos entrar a una relación por desesperación, sin analizar si lo que nuestra pareja nos ofrece es lo que realmente necesitamos. Sí, lo acepto, después de los treinta nos ponemos un poco exigentes, pero esto tiene una razón. No es ego, sino más bien saber comprender que no podemos estar jugando a tener una relación o a entregarnos a una persona por el solo hecho de que estemos solas en este mundo y, para no estarlo, nos unimos a personas que no "admiramos".

Hoy entiendo la importancia de admirar a nuestra pareja. A saber cada logro, cada batalla, poder participar en sus sueños y colaborar en conjunto para alcanzar lo que cada uno desea. Admirar a tu pareja y que te admire a ti es un punto clave en cada relación. Imagínense un solo minuto si no nos admiraran, si no valoraran todo nuestro camino y nuestros esfuerzos. Es allí donde entendí que la admiración también es recíproca. Es seguir y que te sigan. Es convertirse en los mentores personales, es apoyarse, caminar y crecer juntos. Es estar en las buenas y en las malas. No solo en las alegrías, también en las tristezas.

Quienes admiran a su pareja entienden y valoran los sacrificios, las noches en vela, los trasnochos del trabajo, en fin, le dan importancia a todo detalle porque saben que todo esfuerzo vale la pena y que es por un fin, buscando un objetivo o un sueño.

Mi consejo para los que ya tienen pareja es que aprendan a valorar y admirar a su compañero(a). Que a pesar del día a día, los inconvenientes que se presentan en una relación, hagan un alto y reflexionen ¿por qué he elegido a mi pareja? Allí verás todo lo bueno y positivo que hay en él o en ella.

Para los que no tenemos pareja, tomar en cuenta la admiración, parte esencial, ese ingrediente que necesita una relación para que se pueda llevar sanamente. Estoy segura de que si admiramos a nuestra pareja, la relación no se tornará aburrida ni monótona.

Encontré en internet, una frase que habla de la admiración, y dice: "Amar es admirar con el corazón, admirar es amar con la mente". Comprendo, entonces, que estas dos palabras van unidas y que si no están una al lado de la otra, algo falla, y ese algo lo tenemos que arreglar de inmediato. Hay que darle brillo a la pareja, y esa luz lo otorgamos con la "admiración".

Si queremos relaciones duraderas, agreguemos la "admiración" en nuestra lista del amor. Pongamos ese punto como prioridad y dediqué-mosle tiempo para así tener relaciones fortalecidas, con chispa, con alegría y aprendizaje.