Los abortos en Panamá son más frecuentes de lo que creíamos
- Yessika Valdés
Hay médicos y personas no idóneas en Panamá que se dedican a realizar abortos clandestinos: inyectan a la mujer para dilatarle el útero, le hacen un curetaje, le ponen sondas ... en todo caso, es un proceso ambulatorio e ilegal.
Producto del incremento de embarazos en adolescentes (el 19 % de los embarazos anuales del país, porque cada vez las relaciones sexuales empiezan a más temprana edad.), se corre el riesgo de que vean en el aborto una opción/solución a un problema que se les presenta de pronto y que puede afectar sus estudios y su vida, lo cual no pensaron al momento de las relaciones sexuales.
Según conversación con el Prof. Ramón Hernández, Director de Promoción y Defensa Institucional de la Asociación Panameña para el Planeamiento de la Familia, APLAFA, siguen dándose abortos por el desenfreno sexual y por la falta de planificación familiar; ambos relacionados con la falta de educación en salud sexual y reproductiva. También, porque hay médicos que se prestan para provocarlos (los precios varían desde cinco balboas en el mercado público a mil en clínicas privadas) y dado que cuando la mujer, sea cualquiera su edad, decide que un embarazo no le conviene resulta difícil convencerla de que tenga el hijo, ni con argumentos moralistas, porque ante los intentos replica con expresiones como: "Y ¿quién me lo va a mantener, tú o el Papa?".
La Constitución panameña estipula que el aborto es ilegal.
Los científicos ponen los tres primeros meses del embarazo como decisivos si se va a interrumpir y despenalizan el aborto en ese período.
La Iglesia Católica, Pro Vida y Grupos moralistas dicen que hay vida desde el momento de la concepción.
El aborto terapéutico, cuando hay malformaciones congénitas o está en riesgo la vida de la madre, es aceptable en nuestro país. De allí que una mujer que ha padecido rubeola o ha estado en contacto el primer trimestre de su embarazo con personas que la padecen, que tiene el VIH o que se detecta en el ultrasonido que el bebé tiene el Síndrome de Down, puede someterse a un aborto.
Asimismo, el profesor Hernández reflexionó respecto a que un aborto mal practicado además de que es un crimen, porque se dispone de la vida de un ser humano incapaz de defender sus derechos, conlleva sanciones sociales, morales y legales y puede costarle la vida a la mujer.
Los riesgos aumentan si éste aborto clandestino se realiza en condiciones insalubres y en donde no se toma en cuenta el estado de salud de las mujeres las cuales, por ahorrarse costos, buscan por lo general lugares baratos y donde quienes les practican el aborto no son profesionales idóneos.
Si se lo hicieron mal le pueden ocasionar daños que incluyen: infecciones, porque utilizan materiales no esterilizados, hemorragias, hinchazón, fiebre, perforaciones del útero, infertilidad, daño psicológico y muerte. Aunque, como los médicos se protegen entre sí, al momento de escribir la causa de la muerte pondrán otra, menos un aborto provocado mal practicado.
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