Familiares de víctimas siguen esperando una respuesta por la tragedia
- José Alberto Chacón (jose.chacon@epasa.com)
- /
- @josechacon18
Nueve años reclamando justicia no han sido suficientes para que familiares de las 18 personas fallecidas en el bus 8B-06 reciban respuesta.La demanda por una ...

Familiares de víctimas siguen esperando una respuesta por la tragedia
Nueve años reclamando justicia no han sido suficientes para que familiares de las 18 personas fallecidas en el bus 8B-06 reciban respuesta.La demanda por una ...
Nueve años reclamando justicia no han sido suficientes para que familiares de las 18 personas fallecidas en el bus 8B-06 reciban respuesta.
La demanda por una indemnización económica y el castigo a los responsables de este hecho se han quedado, literalmente estacionados.
Aseguran que la razón es porque las autoridades han mostrado poco interés al suceso que consternó a todo un país.
Ayer, tras conmemorarse un año más del incendio de aquel bus, que cubría la ruta Mano de Piedra-Corredor Norte, los rostros de los parientes de las víctimas se arrugaban de dolor, al igual que las llamas con la vida de 18 panameños, aquel lunes 23 de octubre de 2006.
La renombrada avenida Martín Sosa-23 de Octubre, punto donde ocurrió el hecho lamentable, se quedó paralizada, tal como aquella fecha.
Pero los gritos que se escuchaban no eran de desesperación, sino de súplicas a las autoridades para que, al menos, consideren a los afectados, entre quienes se encuentran personas lisiadas y que perdieron a sus seres queridos y también su forma de sustento.
Testimonio
El infierno desatado por las llamas del autobús 8B-06 aún arde en la mente de Luis Contreras, uno de los sobrevivientes.
"Cada vez que me levanto me acuerdo, cada vez que escucho en las noticias que muere alguien a raíz de un accidente, pienso que en cualquier momento me puede volver a pasar... es como si me persiguiera la muerte", relató.
Por suerte, contó, su vida pudo ser salvada gracias a que el conductor de otro bus que se percató del incidente, bajó y empezó a romper los vidrios con una varilla de hierro.
Sin embargo, su rescate pasó factura inmediata.
"Los restos de vidrios y metal en esos bordes de las ventanas cortaron mi piel que ya estaba quemada", expresó.
Contreras perdió la conciencia por la inhalación de humo tóxico y, poco antes de desmayarse, palpó el terror que no logró aplastar su moral.
"Allí dentro no se veía nada, yo estuve 90 segundos en el bus desde que empezó a botar humo negro, la gente gritaba, los niños lloraban desesperados. Era como estar en los brazos de la muerte", relató.
Ya en el hospital, los galenos decretaron que había quemaduras en el 68% de su cuerpo, pero estaba vivo como lo está ahora.
David Ramírez, cuyo hijo del mismo nombre, perdió la vida en esta tragedia, señaló que el Estado tiene una deuda con estas personas.
"No se ha hecho justicia; es lamentable que a nueve años sigamos sin respuestas", dijo.
En tanto, Esperanza Mena, de Fundación para la Protección del Usuario del Transporte Público, aseguró que en materia de transporte, las autoridades tienen mucho que explicar.
"Exigimos a diario mejoras en el servicio, mejor atención humana y mayor calidad, pero no se nos escucha", confesó.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.