‘A solo días de dejar la presidencia de la Corte, María Eugenia López genera más dudas que transparencia en su gestión’
Rivera recuerda que en las revelaciones de la abogada Karisma Karamañites, el nombre de López sale a relucir.
María Eugenia López está por culminar su segunda presidencia. Foto: Cortesía
La supuesta comunicación entre la magistrada presidenta de la Corte Suprema de Justicia, María Eugenia López, y la expresidenta del diario La Prensa, Annette Planells, sigue generando cuestionamientos, sobre todo cuando se acerca el fin de su actual periodo al frente de la Corte.
De acuerdo con el abogado Rosendo Rivera, a solo días de finalizar su presidencia en la máxima corporación de justicia, López deja más dudas que transparencia en su gestión.
Rivera recuerda que en las revelaciones de la abogada Karisma Karamañites, el nombre de López sale a relucir "como una de las personas que estuvo conspirando durante la presentación y discusión del fallo de inconstitucionalidad en contra de la candidatura de Mulino".
El abogado además se pregunta qué hacía la presidente de un organismo del Estado en conversaciones con miembros de la sociedad civil.
Para Rivera, el hecho de que López dejara de responderle el teléfono a Planells implica que hubo traición. En este sentido recuerda que las personas que ostentan cargos públicos no responden a ideales ni a objetivos altruistas, sino a intereses personales y a sus desmedidas ambiciones de poder.
Asimismo resalta cómo la Corte que preside López logró un jugoso aumento de salario, por unos 4 mil dólares, el cual es solo uno de sus múltiples escándalos, que también incluyen la contratación de un auto blindado.
Por otra parte, el letrado subraya que Planells ha visto como la percepción de honestidad y rectitud que rodeaba su figura se ha difuminado como agua entre los dedos. De luchar por la transparencia ha pasado al paredón.
"Y no es para menos, medios como TVN-2, Telemetro y el diario La Prensa magnificaban sus opiniones", agregó, a la vez que recordó cómo desde estas plataformas desacreditaba a cualquier objetivo político a través de presuntas prácticas de extorsión, "evidenciando un claro caso de terrorismo mediático".