Cómo saber si eres parte de una relación rebote
Actualizado 2018/01/30 14:30:01
- Redacción / @PanamaAmerica
Como cualquier otra pérdida, una ruptura sentimental requiere un período de duelo en el que la persona se tome su tiempo para asumir el distanciamiento, reorganizar su vida y sus pensamientos, aclarar las emociones y superar el dolor.



Tras una separación amorosa, el sentimiento más común es de pérdida y vacío. Algunas personas, consciente o inconscientemente, se sienten incapaces de soportar este malestar a solas y buscan inmediatamente el consuelo en otra relación, lo que se le conoce como relación rebote.
Suele suceder de forma rápida y dependiendo del papel que se juegue en esa nueva unión se puede decir que es una representación de la tan conocida frase “un clavo saca otro clavo”.
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Como cualquier otra pérdida, una ruptura sentimental requiere un período de duelo en el que la persona se tome su tiempo para asumir el distanciamiento, reorganizar su vida y sus pensamientos, aclarar las emociones y superar el dolor.

Una solución rápida, para las personas que no se sienten preparadas para estar solas, es saltarse esta fase de duelo, implicándose rápidamente en una nueva relación.
Cómo es una relación Rebote
Hay ciertas características comunes en las relaciones de tipo rebote. Que se de el caso de algunas características no significa que te estén o estés usando de rebote en tu actual relación.
Se dan justo tras una ruptura reciente, la persona ha salido de una relación larga y no ha tenido el adecuado periodo de “luto” o adaptación, habla demasiado de su ex, aún guarda cosas de él o ella, quizás siguen siendo “amigos” o por el contrario se pasa el día comentándote los defectos de su ex, la relación parece que va muy rápida y muy lenta, simpre parece que no acaba de estar 100% a gusto.
Otras características son la inestabilidad y cambios repentino, un día esta enamorado de ti y eres la mujer de su vida, al próximo no se acuerda ni de que existes. Un día ella te dice que vayas a verla al trabajo, dos días después pone cara de “tierra tragame” cuando te ve aparecer por allí. Parece que no sabes a que atenerte.
Existen muchas razones por las cuales ocurren este tipo de relaciones. Algunas de las más comunes pueden ser miedo a estar sola, una necesidad de conexión emocional distinta a una conexión amorosa verdadera. También puede surgir a raíz de querer evadir los sentimientos de enojo o tristeza, y se busca en esa relación una distracción que simplemente te mantenga ocupado u ocupada y no te de espacio para pensar en la relación que acaba de terminar.
Es por eso que las relaciones rebote pueden ser un arma de dos filos, dependiendo del papel que se juegue y de lo que resulte. Por muchos años se pensó que eran dañinas siempre, sin embargo se ha descubierto que en realidad pueden ser positivas. Ellas pueden servir para abrir los ojos y poder sentir que eso de que “nadie me va a volver a querer” es mentira. También ayudan a no sentirse emocionalmente dependiente a los ex y a expandir tus horizontes amorosos.

Si eres tú “el rebote”, debes tener presente que es muy probable que esa relación no sea una muy significativa. Puede que simplemente seas una especie de herramienta para sanar un dolor pasajero, y que una vez pase, ya no serás necesario y quizás termine contigo una vez se sienta mejor. También corres el riesgo de que en cualquier momento tu nueva pareja vuelva con su ex y quedes con los crespos hechos.
Hay que tener cuidado que los patrones que tenías con la pareja anterior no se repita; si los celos formaron parte de la ruptura, evitar caer en un patrón de celos que sea dañina. Si extrañas demasiado a tu ex o tienes un alto nivel de apego a esa persona, las probabilidades que sea una fracaso son altas. Si eres una persona ansiosa y dependiente, buscarás refugio en tu nueva pareja y en ese caso hay que tener cuidado, porque puede ser que estés con esta persona no por amor, sino por necesidad, y eso no es sano para nadie.
Ir detrás de un rebote tiene su riesgo por varias razones. Puedes terminar en una peor situación; puede que te sientas más triste, con más soledad y ansiedad, puede afectar tu autoestima y todo el proceso de recuperación se verá saboteado. Es ciertamente recomendable tener un poco de paciencia y dedicarte un tiempo a tí; reflexionar y aprender a disfrutar de tu propia compañía. Después de una ruptura siempre es bueno respirar aires nuevos y pasar momentos con tus amigos, hacer ejercicio, viajar o simplemente descansar de todo un poco antes de lanzarte otra vez al ruedo.
Si te encuentras en una relación de rebote, debería plantearte que es lo que buscas tú. Si buscas algo más serio este tipo de relación puede ser una relación tóxica para ti.
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