La Operación Valkiria pudo haber evitado millones de muertes
Alemania recuerda a héroes de atentado en contra de Adolf Hitler
- Berlín (EFE)
Alemania honró a los héroes de la Operación Valkiria, el grupo de militares que protagonizó hace setenta años un fallido atentado contra Adolf Hitler y que demostró, subrayó el presidente del país, Joachim Gauck

Alemania honró a los héroes de la Operación Valkiria, el grupo de militares que protagonizó hace setenta años un fallido atentado contra Adolf Hitler y que demostró, subrayó el presidente del país, Joachim Gauck
Datos
- Hijos del coronel
- Los cuatro hijos del coronel Claus Schenk von Stauffenberg, que un giro del destino evitó que acabaran en el campo de concentración de Buchenwald, fueron separados de la madre e ingresaron en un orfanato, donde se les cambió de apellido.
- Reunión
- Después de la guerra, la familia logró reunirse de nuevo y su hijo, Schenk von Stauffenberg Berthold, ingresó en el ejército, pero no por su padre, apunta.
- Honores
- Aunque los conspiradores del 20 de julio estuvieron entre los ejemplos más prominentes de la resistencia alemana a los nazis, en los últimos años los historiadores han procurado poner de manifiesto a otros hombres y mujeres menos conocidos que se opusieron al régimen.
Alemania honró a los héroes de la Operación Valkiria, el grupo de militares que protagonizó hace setenta años un fallido atentado contra Adolf Hitler y que demostró, subrayó el presidente del país, Joachim Gauck, que “se puede elegir entre actuar o no actuar, entre hablar y callar”.
Gauk presidió el principal homenaje organizado para recordar al joven coronel Claus Schenk von Stauffenberg, quien ejecutó el atentado el 20 de julio de 1944 y pagó ese mismo día con su vida el intento de asesinato del dictador.
El 20 de julio, destacó el presidente alemán, recuerda la capacidad del hombre de ser “valiente” en defensa de sus derechos, de “no ser cómplice cuando los demás están equivocados”.
El homenaje tuvo lugar en el Bendlerblock de Berlín, cuartel en el que Stauffenberg planeó el atentado y en cuyo patio fue fusilado junto a otros tres militares cómplices, horas después de descubrirse la conspiración.
Hoy se levanta en ese lugar un centro conmemorativo de la resistencia alemana durante el nazismo, una lucha soterrada que lideraron en la clandestinidad socialistas, comunistas, judíos, cristianos, sindicalistas y, también, aristócratas y militares, como los que diseñaron Valkiria.
Imperaba el temor
En 1944, recuerda en las páginas del popular diario Bild el expresidente alemán Richard von Weizscker, los alemanes tenían miedo: miedo a morir como soldados en el frente, o bajo las bombas de los aliados, miedo a tener que huir, a ser hechos prisioneros o a acabar en un campo de concentración.
Weizscker, entonces oficial del ejército, conoció personalmente a Stauffenberg, un militar directo y espontáneo que en 1943 regresó a Berlín tuerto y manco, tras haber sufrido graves heridas en África.
Para entonces había abandonado su fe en el nacionalsocialismo y era ya consciente de los asesinatos en masa del régimen.
Aunque dudó entre acabar con el dictador o dejar que se hundiera solo para propiciar un renacimiento moral del país, subraya el expresidente, decidió actuar y evitar que se cobrara nuevas vidas inocentes.
El intento de asesinato de Hitler tuvo lugar en los cuarteles generales del Führer en Wolfsschanze, la actual Polonia, a donde viajó Stauffenberg con la bomba que debía acabar con la vida del dictador.
El coronel voló de regreso a Berlín sin conocer el resultado de su acción, sin saber que los explosivos solo habían estallado de forma parcial y lo suficientemente lejos de Hitler como para causarle apenas heridas leves, aunque murieron cinco de las 24 personas que estaban reunidas en la sala.
Berthold Schenk von Stauffenberg tenía entonces 10 años y se convirtió, de repente, en “hijo de un traidor”.
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