ANAM retoma la educación ambiental no formal
Publicado 2005/01/23 00:00:00
- José Eduardo Sánchez S.
CON EL objetivo de promover la revalorización, transformación y generación de una nueva cultura ambiental, fuera del sistema educativo, se ha establecido una red de cooperación para educación ambiental no formal.
Con esta iniciativa se busca generar conocimientos, aptitudes y valores que preserven los recursos naturales y el ambiente.
La red está formada por agrupaciones, organizaciones no gubernamentales, empresas e instituciones que desarrollen actividades de educación, promuevan la diversidad biológica y cultural y fomenten la solidaridad entre las generaciones.
Se trata de que a través de una participación ciudadana, informada y proactiva, se desarrolle el proceso de educación en materia ambiental.
La Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), coordinará la red.
Lourdes Lozano, directora nacional de Fomento de la Cultura Ambiental de la ANAM, afirmó que el establecimiento de esta red es parte de un proceso que lleva tres años de desarrollo.
Lo que se busca, afirma, es establecer una política de educación ambiental que toma en cuenta tanto los procesos dentro del sistema educativo, como la participación ciudadana, estrategia consignada en la Ley 41 de 2 de julio de 1998, que regula la ANAM.
Dentro de las tareas de la red se encuentra crear y fortalecer estructuras que ejecuten la política de educación ambiental no formal.
Igualmente transmitir conocimientos que ayuden a sensibilizar a la población, capacitar ciudadanos, fomentar la participación ciudadana, desarrollar investigaciones y promover la cooperación y el diálogo en los individuos e instituciones sobre la realidad ambiental del país.
Los organismos interesados en formar parte de esta red, que realicen actividades de educación ambiental, deben comunicarse con la Dirección Nacional de Fomento de la Calidad Ambiental de la ANAM.
En noviembre de 2001, se inició la labor de lo que se denominó un plan estratégico de educación ambiental no formal y la creación de la red de cooperación interinstitucional para la educación ambiental no formal.
Ese esfuerzo permitió identificar los obstáculos y dificultades que estos sectores enfrentan en el esfuerzo cotidiano por realizar acciones de educación ambiental.
Como resultado de lo logrado, se entendió que era necesario crear una estrategia que a largo plazo formará una conciencia ambiental sensible.
Con esta iniciativa se busca generar conocimientos, aptitudes y valores que preserven los recursos naturales y el ambiente.
La red está formada por agrupaciones, organizaciones no gubernamentales, empresas e instituciones que desarrollen actividades de educación, promuevan la diversidad biológica y cultural y fomenten la solidaridad entre las generaciones.
Se trata de que a través de una participación ciudadana, informada y proactiva, se desarrolle el proceso de educación en materia ambiental.
La Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), coordinará la red.
Lourdes Lozano, directora nacional de Fomento de la Cultura Ambiental de la ANAM, afirmó que el establecimiento de esta red es parte de un proceso que lleva tres años de desarrollo.
Lo que se busca, afirma, es establecer una política de educación ambiental que toma en cuenta tanto los procesos dentro del sistema educativo, como la participación ciudadana, estrategia consignada en la Ley 41 de 2 de julio de 1998, que regula la ANAM.
Dentro de las tareas de la red se encuentra crear y fortalecer estructuras que ejecuten la política de educación ambiental no formal.
Igualmente transmitir conocimientos que ayuden a sensibilizar a la población, capacitar ciudadanos, fomentar la participación ciudadana, desarrollar investigaciones y promover la cooperación y el diálogo en los individuos e instituciones sobre la realidad ambiental del país.
Los organismos interesados en formar parte de esta red, que realicen actividades de educación ambiental, deben comunicarse con la Dirección Nacional de Fomento de la Calidad Ambiental de la ANAM.
En noviembre de 2001, se inició la labor de lo que se denominó un plan estratégico de educación ambiental no formal y la creación de la red de cooperación interinstitucional para la educación ambiental no formal.
Ese esfuerzo permitió identificar los obstáculos y dificultades que estos sectores enfrentan en el esfuerzo cotidiano por realizar acciones de educación ambiental.
Como resultado de lo logrado, se entendió que era necesario crear una estrategia que a largo plazo formará una conciencia ambiental sensible.
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