Año Internacional de la astronomía y los enanitos verdes
- Louis Taylor
El Año Internacional de la astronomía 2009 es un esfuerzo global iniciado por la Unión Astronómica Internacional y la UNESCO.
Hace 400 años un profesor italiano llamado Galileo Galilei tomó dos lentes y los apuntó al cielo. Vio maravillas. En honor a ese gesto, la Asamblea General de las Naciones Unidas atendiendo una iniciativa de la Unión Astronómica Internacional declaró el año 2009 como “Año Internacional de la Astronomía”.
Sin embargo, a pesar de lo loable que es esta ciencia, cuando se le habla de astronomía al público común, su interés está en la búsqueda de hombrecitos verdes en sus naves de platos de cocina. Deseo aprovechar estas líneas y combinar algo de lo poco que sé de astronomía para referirme al caso de los hombrecitos verdes que nos visitan según la TV y revistas.
En primera instancia, busquemos cuál sería su fuente de energía principal en su supuesto sistema solar, que en el caso de nosotros sería nuestro Sol. Los astrónomos tienen una sistemática forma de ordenar las estrellas dentro de una gráfica conocida como diagrama Hertzsprung-Russell, se clasifican con letras, siendo las más calientes las de tipo O, hasta las más frías que son las de tipo M (La secuencia sería así: O, B, A, F, G, K y M, como ven, no está en orden alfabético). Bueno, nuestro Sol y todas las estrellas parecidas al Sol, así de amarillas y con temperatura superficial de 6000 grados Kelvin (el cuerpo humano es de apenas unos 310 grados Kelvin) son del tipo “G”, pero... pero... solo el 8% de las estrellas conocidas en el universo son de ese tipo.
La mayoría de las estrellas son de tipo M, es decir color rojas y frías (de apenas 2000 a 3500 grados Kelvin), ya que de cuatro estrellas, tres son de ese tipo. Y si vamos a buscar vida, hay más probabilidad que las encontremos en sistemas solares compuestas por estrellas tipo M que por las de tipo G, ya que son mayoría.
La pregunta es cómo sería la vida en un sistema solar de tipo M. Pues bien, cualquier planeta “terrestre” tendría que orbitar más cerca de esta estrella que la distancia que nos separa a nosotros del Sol. ¿Por qué? Porque las estrellas de tipo M son las más débiles de la secuencia principal del catálogo estelar.
Un planeta tan cerca de su estrella estaría inducida por el mismo fenómeno gravitacional de las mareas que sufre nuestra Luna, estaría prácticamente dándole una cara a su sol, mientras que la otra cara estaría siempre en la oscuridad. Esta particularidad le permitiría un clima estable, sólo y solo si, tuviera una atmósfera cargada de dióxido de carbono suficiente para que el efecto invernadero de la cara eternamente iluminada, enviara vientos calientes a la cara oscura que por ende estaría más fría.
¿Cómo serían los seres vivos de un planeta así? Las estrellas rojas emiten la mayor parte de su energía en el especto infrarrojo, de forma que se produce muy poca luz en longitudes de onda que permitan la fotosíntesis. En pocas palabras, no habría plantas. O por lo menos, los seres “vivos” obtendrían su energía de mecanismos geotérmicos causados por el mismo efecto de las mareas sobre el planeta. Es decir, serían seres tipo vulcanos o amantes del calor de los volcanes.
Puesto de esta manera, me parece demasiado difícil que seres de ese tipo de ambiente puedan aclimatarse a las condiciones que hay en la Tierra y aún me hace dudar de que sean “inteligentes”.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.