Aplausos y abucheos en entierro de Cardenal

Un cardenal venezolano crítico del presidente Hugo Chávez fue enterrado ayer en la Catedral de Caracas, en medio de aplausos de cientos de sus admiradores y los abucheos de un pequeño grupo de "chavistas".
Ignacio Velasco, quien era arzobispo de Caracas y murió el domingo de cáncer a los 74 años, cuestionó la política "revolucionaria" de Chávez argumentando que durante su mandato se ha acelerado la descomposición social, el clima de intolerancia y la impunidad.
El desaparecido prelado fue señalado de "golpista" por haber firmado el decreto constitutivo del gobierno que sustituyó a Chávez durante su fugaz derrocamiento en abril del 2002, pese a que fue quien rezó junto al mandatario en su cautiverio durante el levantamiento militar.
"!Sé hizo justicia, se murió el golpista!", gritaba una veintena de seguidores de Chávez a la procesión que cargaba el féretro alrededor de la Plaza Bolívar, en el centro de la capital, donde está ubicada la Catedral de Caracas.
Los improperios fueron silenciados por fuertes aplausos de feligreses.
En el área conocida como zona "chavista" y en la que el lunes efectivos dispersaron a seguidores del presidente que arrojaron piedras y petardos contra los asistentes al funeral, fue desplegado un fuerte cordón de guardias nacionales y policías.
El canciller Roy Chaderton condenó ayer este hecho, calificándolo de "bochornoso", y llamó a la reconciliación y a la paz entre el predominantemente católico pueblo venezolano, que está radicalmente dividido en torno al mandatario, de tendencia izquierdista.
En declaraciones a periodistas tras el sepelio, en una capilla de la Catedral, el canciller reprochó "esa verguenza que ocurrió en los alrededores de la Plaza Bolívar, pero en todo caso yo prefiero pensar en el mensaje del Papa, un mensaje de condolencia y un mensaje de unión para todos los venezolanos".
Chávez, quien en una ocasión describió como "un tumor" a la jerarquía de la Iglesia Católica, no asistió al sepelio.
Por otro lado, el presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, monseñor Baltazar Porras, denunció un plan para fabricar escándalos"" en contra de obispos y sacerdotes a fin de quebrar la credibilidad de la Iglesia Católica local.
Manifestó que con ese plan, se pretende crear una matriz de opinión en la cual los obispos, sacerdotes y religiosas apareceremos como gente sin moral, ladrones, sinvergüenzas"".
Explicó que el propósito es provocar la desconfianza entre los fieles y la disidencia en el clero.