Beatifican a religiosos
Publicado 2003/11/10 00:00:00
- EFE
El Papa Juan Pablo II beatificó ayer a cinco religiosos, entre ellos a los españoles Bonifacia Rodríguez Castro y Juan Nepomuceno Zegri y Moreno, dándolos como ejemplo para la actual sociedad, obsesionada por el consumo y el dinero.
Los otros tres religiosos beatificados son el belga Valentín Paquay, el italiano Luigi M. Monti y la francesa Rosalie Rendu. El Papa, de 83 años, cuya salud se desmejoró en los últimos meses pudo leer por completo la extensa fórmula de beatificación.
En su homilía, el Soberano Pontífice destacó que "el secreto de la hermana Rosalie Rendu era simple: ver en todo hombre el rostro de Cristo". Al recordar las palabras de Jesús en el Evangelio de la jornada subrayó: "No hagáis un mercado de la casa de mi Padre" y dijo que ello entrañaba una recomendación a nuestra sociedad "tentada a veces de convertirlo todo en mercancía y en réditos, dejando de lado los valores y la dignidad que no tienen precio".
El Papa añadió que como "la persona fue creada a imagen de Dios" había que defenderla "cualesquiera sean su condición social y su trabajo". La religiosa española Bonifacia Rodríguez Castro (1837-1905) fundó en el siglo XIX la orden de los Servidores de San José, comprometida en el mundo del trabajo, que se consagraba en Salamanca a la actividad artesanal.
El religioso español Juan Nepomuceno Zegri y Moreno, oriundo de Granada, donde nació en 1831, fundó la orden de las religiosas Mercedarias de la Caridad, que se consagra a ayudar a las prostitutas.
La hermana Rosalie Rendu, oriunda de Jura (este de Francia) donde nació en 1786, quien se convirtió en religiosa desde los 16 años, consagró su vida a ayudar a los pobres, a las víctimas de las epidemias de cólera y a los combatientes de todos los bandos heridos durante las revoluciones de julio de 1830 y febrero de 1848.
La misa de ayer era la 143 ceremonia de beatificación presidida por Juan Pablo II, quien ha beatificado a 1,320 bienaventurados y declarado a 476 santos durante sus 25 años de pontificado.
Los otros tres religiosos beatificados son el belga Valentín Paquay, el italiano Luigi M. Monti y la francesa Rosalie Rendu. El Papa, de 83 años, cuya salud se desmejoró en los últimos meses pudo leer por completo la extensa fórmula de beatificación.
En su homilía, el Soberano Pontífice destacó que "el secreto de la hermana Rosalie Rendu era simple: ver en todo hombre el rostro de Cristo". Al recordar las palabras de Jesús en el Evangelio de la jornada subrayó: "No hagáis un mercado de la casa de mi Padre" y dijo que ello entrañaba una recomendación a nuestra sociedad "tentada a veces de convertirlo todo en mercancía y en réditos, dejando de lado los valores y la dignidad que no tienen precio".
El Papa añadió que como "la persona fue creada a imagen de Dios" había que defenderla "cualesquiera sean su condición social y su trabajo". La religiosa española Bonifacia Rodríguez Castro (1837-1905) fundó en el siglo XIX la orden de los Servidores de San José, comprometida en el mundo del trabajo, que se consagraba en Salamanca a la actividad artesanal.
El religioso español Juan Nepomuceno Zegri y Moreno, oriundo de Granada, donde nació en 1831, fundó la orden de las religiosas Mercedarias de la Caridad, que se consagra a ayudar a las prostitutas.
La hermana Rosalie Rendu, oriunda de Jura (este de Francia) donde nació en 1786, quien se convirtió en religiosa desde los 16 años, consagró su vida a ayudar a los pobres, a las víctimas de las epidemias de cólera y a los combatientes de todos los bandos heridos durante las revoluciones de julio de 1830 y febrero de 1848.
La misa de ayer era la 143 ceremonia de beatificación presidida por Juan Pablo II, quien ha beatificado a 1,320 bienaventurados y declarado a 476 santos durante sus 25 años de pontificado.
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