Caníbal alemán buscaba más víctimas para devorarlas
Publicado 2003/12/09 00:00:00
- Kassel
Armin Meiwes, el "caníbal de Rotenburgo" (centro de Alemania), admitió ayer ante el tribunal que lo juzga en Kassel que hace un año, antes de ser detenido, buscaba más víctimas para devorarlas, porque veía que se le terminaba la carne humana que tenía guardada en el congelador.
En el segundo día de un proceso sin precedentes en la historia judicial alemana, la corte vio a puertas cerradas un vídeo casero mostrando la atroz muerte del ingeniero berlinés Bernd Juergen Brandes, de 43 años, el 10 de marzo de 2001, el descuartizamiento de su cadaver y la espeluznante ingestión de parte de su anatomía.
Meiwes, un especialista en computadoras de 42 años, cortó el pene de su víctima y juntos lo comieron después saltearlo a la plancha. "Ni siquiera cocido era comestible", confesó Meiwes, quien hablaba calmadamente ante los jueces.
El canibal se declaró, sin embargo, decepcionado de su primera víctima. Dijo que cuando tomaron contacto a través de internet el ingeniero había dado una edad menor de la que tenía realmente y era más gordo de lo que deseaba.
"Espero encontrar otra víctima, porque la carne que tengo en el congelador se me termina pronto", confió Meiwes a un amigo a través de un e-mail en poder de la Policía.
Efectivos de la Policía alemana que participaron en las investigaciones prestaron testimonio ante la corte y señalaron que habían puesto al descubierto una red de canibalismo en Alemania. "A este círculo pertenecen dentistas, maestros, cocineros, funcionarios públicos y artesanos", aseguró el detective Wilfried Fehl, de la policía de investigaciones del Estado federado alemán de Hesse.
"Son gente como el promedio de la sociedad, son personas absolutamente normales", agregó. Meiwes, rechazó la acusación de asesinato, pero admitió que su acto fue "amoral y enfermo".
En el segundo día de un proceso sin precedentes en la historia judicial alemana, la corte vio a puertas cerradas un vídeo casero mostrando la atroz muerte del ingeniero berlinés Bernd Juergen Brandes, de 43 años, el 10 de marzo de 2001, el descuartizamiento de su cadaver y la espeluznante ingestión de parte de su anatomía.
Meiwes, un especialista en computadoras de 42 años, cortó el pene de su víctima y juntos lo comieron después saltearlo a la plancha. "Ni siquiera cocido era comestible", confesó Meiwes, quien hablaba calmadamente ante los jueces.
El canibal se declaró, sin embargo, decepcionado de su primera víctima. Dijo que cuando tomaron contacto a través de internet el ingeniero había dado una edad menor de la que tenía realmente y era más gordo de lo que deseaba.
"Espero encontrar otra víctima, porque la carne que tengo en el congelador se me termina pronto", confió Meiwes a un amigo a través de un e-mail en poder de la Policía.
Efectivos de la Policía alemana que participaron en las investigaciones prestaron testimonio ante la corte y señalaron que habían puesto al descubierto una red de canibalismo en Alemania. "A este círculo pertenecen dentistas, maestros, cocineros, funcionarios públicos y artesanos", aseguró el detective Wilfried Fehl, de la policía de investigaciones del Estado federado alemán de Hesse.
"Son gente como el promedio de la sociedad, son personas absolutamente normales", agregó. Meiwes, rechazó la acusación de asesinato, pero admitió que su acto fue "amoral y enfermo".
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