Consejo de Seguridad mantiene abierto posible despliegue misión de paz a Somalia
- NACIONES UNIDAS
El Consejo de Seguridad de la ONU mantiene abierta la posibilidad de enviar cascos azules a Somalia, a pesar de la opinión del secretario general de la organización, Ban Ki-moon, quien considera que "no es realista" despachar una misión de paz a ese país africano.
El presidente de turno del Consejo, el embajador indonesio Marty Natalegawa, aseguró hoy que el deseo de sus 15 miembros es que se sigan elaborando planes de contingencia para un posible despliegue de una fuerza de paz en Somalia.
"Los miembros tomaron nota de la reflexión del secretario general, pero hemos hecho hincapié en la necesidad urgente de que se debe considerar este asunto", apuntó.
Natalegawa advirtió que el Consejo quiere dejar claro que sigue muy atentamente la situación en Somalia, donde la violencia se ha recrudecido en las últimas semanas y miles de personas han abandonado la capital, Mogadiscio.
"El Consejo está muy preocupado por el deterioro de la situación política, de seguridad y humanitaria en Somalia, por lo que llamamos a todos los actores a renunciar a la violencia y entablar un diálogo", agregó el presidente de turno del órgano ejecutivo de la ONU.
Más de tres semanas de combates entre el Gobierno federal de transición, y los soldados etíopes que lo respalda, con los rebeldes islámicos que le disputan el poder han agravado la crisis humanitaria que sufre el pueblo somalí tras dos décadas de inestabilidad.
Ante este panorama, Ban desaconsejó el pasado 8 de noviembre en un informe la posibilidad de enviar una misión de paz del organismo a Somalia y señaló que la comunidad internacional debería considerar "una coalición de voluntarios" para tratar de restaurar el orden en ese país.
Ban indicó que ni siquiera fue posible mandar un equipo técnico a Mogadiscio a causa de la precaria situación de seguridad.
Pero ante la postura del Consejo de Seguridad, el líder de la ONU dijo hoy, durante un encuentro con la prensa, que el departamento de Operaciones de Paz de la institución seguirá trabajando en "una evaluación estratégica" de la situación del país.
Pero también insistió en que "enviar cascos azules no es actualmente una opción".
"Hay que mantener abiertas dos vías. Una es presionar para que el Gobierno de transición y la oposición dialoguen, y la otra es que la comunidad internacional debe aumentar la ayuda financiera a la misión de paz de la Unión Africana" (UA), agregó Ban.
La UA accedió en febrero pasado, bajo autorización del Consejo de Seguridad, al envío de 8.000 soldados para que sustituyan a las tropas de Etiopía, que desde el año pasado han dado respaldo al frágil Gobierno somalí.
Sin embargo, hasta ahora solamente Uganda ha enviado un contingente de 1.600 militares.
La situación en Somalia es tan grave que el coordinador de Naciones Unidas para la asistencia humanitaria en el país, Christian Balslev-Olesen, afirma que la gente se muere en brazos de los trabajadores de las organizaciones no gubernamentales.
"Se dispara a todo y desde todos los frentes. Mogadiscio es una ciudad fantasma. Hasta los trabajadores de la ONU intentan huir", señaló Olensen en una entrevista que hoy publica el semanario alemán "Der Spiegel".
Según sus cifras, más de 800.000 personas intentan huir en estos momentos y tan sólo en los 30 kilómetros que separan las ciudades de Mogadiscio y Afgooye se encuentran alrededor de 150.000 fugitivos.
Somalia vive sin un auténtico Gobierno central desde que en 1991 fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré y comenzaron los enfrentamientos entre los diferentes clanes que componen el país.
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