Coronan al rey más joven del mundo en Bután
- REDACCION
Namgyel Wangchuck, de 28 años, es el quinto soberano de la dinastía Wangchuk, en el poder desde 1907, y sucedió en el trono a su padre Jigme Singye Wangchuck, quien abdicó en 2006.
Bután, un remoto país del Himalaya inmerso en una lenta y peculiar transición democrática, entronizó hoy a su quinto rey, Jigme Khesar Namgyel Wangchuck, que con 28 años se ha convertido en el monarca más joven del mundo.
Con el canto de "sutras" o versículos budistas de fondo, el rey saliente, Jigme Singye, posó sobre la cabeza de su hijo la tradicional corona con forma de cuervo que lo encumbró como el quinto "dragón" de la dinastía Wangchuck.
La ceremonia.
Esta escena simbólica tuvo lugar a las 08.31 hora local (02.31 GMT), el momento previsto por los astrólogos de la Casa Real, que recomendaron al monarca que aplazara su coronación hasta 2008, a pesar de que podría haberse entronizado el año pasado tras la abdicación de su padre.
Los cantos mántricos se prolongaron durante horas con el máximo líder espiritual butanés, Je Khenpo, como maestro de ceremonias.
El primer ministro, Jigme Thinley, y otras autoridades entregaron al monarca pequeños objetos simbólicos como una rueda del "dharma" o ley natural, un elefante símbolo de la fortaleza y un caballo, signo de la velocidad.
Los monjes le han ofrecido incienso, frutas y conchas marinas en la pequeña sala, con la presidenta india, Pratibha Patil, como único jefe de Estado presente, aunque una visita de este nivel no se producía desde hace 20 años, según una fuente diplomática india consultada por Efe.
Una cola de cientos de personas se agolpaba en los aledaños del edificio real, y la Policía forcejeaba para evitar la entrada masiva de butaneses, ataviados para la ocasión con las vestimentas tradicionales del reino budista.
Solicitud real.
Tras horas de contacto directo con los ciudadanos, el rey les pidió que "recen" por su padre y por la "prosperidad" de la nación.
"Por favor, no os preocupéis por no haber tenido la oportunidad hoy", dijo a los butaneses, a los que no había podido saludar personalmente.
El monarca recordó que su corona es la misma que llevó el primer rey de su dinastía, que llegó al trono hace un siglo, y deseó la "felicidad" para todos los butaneses.
"No puedo expresar lo que siento por el rey... Será un gran monarca", declaró a Efe ante las puertas del fuerte un profesor de 30 años, Tshering Tobgay, quien no logró saludar a Khesar.
Papel real del rey.
El primer ministro, en una conversación con Efe, justificó el papel del rey como "garante de la democracia" arguyendo que es el encargado de dar "seguridad" a los butaneses.
"Hay momentos en que el pueblo siente inseguridad, incertidumbre y desilusión. Y esto puede desembocar en inestabilidad. En tiempos como éstos, el rey tiene un papel muy importante al proporcionar unidad y una sensación de seguridad psicológica y emocional", expuso Thinley.
El monarca será quien guíe al país en su apertura democrática, tal y como declaró Thinley en rueda de prensa, aunque el rey no tiene poder de veto sobre las leyes aprobadas por el Parlamento, según una fuente gubernamental consultada por la agencia de noticias Efe.
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