Colombia
El expresidente de Colombia Álvaro Uribe es condenado a 12 años de prisión domiciliaria
- Bogotá / EFE / @panamaamerica
Fue condenado a una pena de 12 años que deberá cumplir en prisión domiciliaria por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.

El expresidente colombiano Álvaro Uribe. Foto: Archivo
Noticias Relacionadas
El expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) fue condenado a una pena de 12 años que deberá cumplir en prisión domiciliaria por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, según una sentencia divulgada este viernes.
El documento señala que la jueza del Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá, Sandra Heredia, quien leerá el fallo a partir de las 14:00 hora local (19:00 GMT), resolvió imponer a Uribe una pena, en primera instancia, de 12 años de prisión, una multa de más de 3.400 millones de pesos colombianos (unos 822.000 dólares) y lo inhabilitó por más de ocho años para el ejercicio de derechos y funciones públicas.
La figura de Uribe no deja indiferente a nadie en Colombia, donde sus seguidores y opositores lo defienden o atacan con el mismo ardor, lo que se constató en las últimas semanas con la inminencia del fallo leído este lunes por la jueza Sandra Heredia, que lo condenó en primera instancia por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal.
Las pasiones que despierta el que fuera presidente de Colombia entre 2002 y 2010 son un reflejo de su vida, en la que ha combinado bucólicas jornadas en sus haciendas con la intensa actividad en los pasillos del poder.
La popularidad de Uribe en Colombia
De carácter recio, practicante de yoga y aficionado a los caballos, y a la vida tranquila en el campo, Uribe se refugió en su hacienda en los departamentos de Antioquia y Córdoba después de dejar la Presidencia con una popularidad del 75 % pero sin despegar su mirada de los acontecimientos nacionales ni de los pasos de sus sucesores Juan Manuel Santos (2010-2018), Iván Duque (2018-2022) y Gustavo Petro, desde 2022.
Nacido el 4 de julio de 1952 en Medellín, capital de Antioquia, una tierra de «arrieros invencibles», según dijo el domingo, Uribe es un defensor de la empresa privada, la inversión extranjera y la lucha sin cuartel contra los grupos guerrilleros y narcotraficantes, plasmada en la política de «seguridad democrática» de su Gobierno, que le dio tantos éxitos como problemas con la Justicia hasta hoy.
Adicto al trabajo, de memoria prodigiosa y con una oratoria propia de los caudillos, Uribe resumió su programa de Gobierno en el lema ‘mano firme, corazón grande’, con el que se ganó el apoyo del empresariado y de las Fuerzas Armadas, pilares de su Gobierno.
Enemigo de la guerrilla
Abogado de profesión, Uribe se hizo políticamente en el Partido Liberal, del que luego se separó, y en su dilatada carrera ocupó los cargos de director de la Aeronáutica Civil, senador, alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia, antes de llegar a la Presidencia en 2002.
La determinación de combatir a las FARC fue su obsesión tras el asesinato de su padre, el ganadero Alberto Uribe Sierra, a manos de esa guerrilla en 1983, y ese fue el norte de su Gobierno.
Así, obtuvo resultados nunca antes logrados por un Gobierno contra las FARC que hicieron subir su popularidad y le abrieron el camino a la reelección en 2006.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.