El Frankenstein de Occidente
Publicado 2006/12/30 00:00:00
- EE.UU.
Hussein intentó liderar la causa árabe-musulmana contra Occidente por el respaldo a Israel.
EN ENERO de 1991, días antes de comenzar la Guerra del Golfo Pérsico y cuando los iraquíes se preparaban para defender el emirato de Kuwait, al que habían ocupado por la fuerza, Saddam Hussein visitaba un templo de la antigüedad.
Mientras veía los murales en Samarra, en donde se observaba una alegoría de Saddam saludando al histórico Rey Nabucodonosor, el otrora líder iraquí declaró: "Prepárense, porque vendrá la madre de todas las guerras".
Pese ha haber provocado tres guerras y masacrar a los chiítas y a los kurdos, millones de árabes siguieron respaldándole.
Pero la realidad era diferente. Es mas, este moderno "Anticristo" que mató a más de dos millones de personas, fue el mayor aliado de estados Unidos en la región, después de Israel.
Pocos recuerdan cuando el Secretario de Defensa norteamericano Donald Rumsfeld visitó a Saddam para respaldarle en la guerra contra los iraníes en 1980-1988.
La verdad acerca de Saddam es que fue una creación de Occidente.
Para el catedrático español y analista Roberto Mesa, Huseein fue como un monstruo "Frankenstein" que se despertó tras recibir en su momento dinero y armas de Francia, Estados Unidos y Arabia Saudita para formar un poderoso ejército contra el Irán del Ayatolá Jomeini.
Saddam parecía la viva imagen de Saladino, el glorioso líder musulmán que liberó a Jerusalén de la ocupación cristiana en las Cruzadas.
Hussein, huérfano de padre, se crió en casa de su tío Jairalah Tulfah, un oficial del Ejército iraquí que había sido expulsado por participar en una conspiración pro-nazi en 1941.
Este hecho fue fundamental en su formación política, ya que creció en un ambiente dominado por un nacionalismo árabe profundamente anticolonialista.
Un legado del cruel dictador fue dar impulso al Partido Árabe Socialista Baas, que habían fundado antes el sirio Michel Aflaq.
El partido Baas tenía un lema: "Unidad, libertad, socialismo". Baas significa "Renacimiento" en árabe.
La "Unidad" se refiere a la unidad árabe, la "libertad" hace énfasis en la liberación del control extranjero y particularmente de su intervención, y el "socialismo" se refiere a lo que se ha dado en llamar socialismo árabe antes que al marxismo.
En tanto, Saddam supo ganar adeptos en Oriente Medio con su apoyo a la causa palestina contra Israel.
El bombardeo de misiles Scud contra Tel Avív en 1991 le ganó mucho respaldo en el mundo musulmán.
Hasta el final, Saddam Hussein creyó ser un líder "bendecido" por la gracia de Alá (Dios) e incluso se mantuvo desafiante con sus captores, los norteamericanos.
"¡Larga vida a Irak, larga vida a los iraquíes! ¡Alá es más grande que el ocupante!", gritó el ex dictador cuando fue condenado a muerte por sus crímenes.
Aunque Saddam ya no esté entre los mortales, su influencia en el movimiento musulmán contra Occidente fue importante, porque impoulsó a grupos extremistas y radicales que cambiaron el curso de la historia, como la red terrorista Al Qaeda.
"Soy Saddam Hussein, presidente de la República iraquí y jefe de las Fuerzas Armadas iraquíes", dijo el ex dictador al presentarse en una corte de justicia en 2004.
"Kuwait es un territorio iraquí. Yo no lo invadí. Yo entré en Kuwait porque los kuwaitíes compraban mujeres iraquíes por diez dinares".
"Prepárense porque vendrá la madre de todas las batallas", indicó Saddam en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991.
Mientras veía los murales en Samarra, en donde se observaba una alegoría de Saddam saludando al histórico Rey Nabucodonosor, el otrora líder iraquí declaró: "Prepárense, porque vendrá la madre de todas las guerras".
Pese ha haber provocado tres guerras y masacrar a los chiítas y a los kurdos, millones de árabes siguieron respaldándole.
Pero la realidad era diferente. Es mas, este moderno "Anticristo" que mató a más de dos millones de personas, fue el mayor aliado de estados Unidos en la región, después de Israel.
Pocos recuerdan cuando el Secretario de Defensa norteamericano Donald Rumsfeld visitó a Saddam para respaldarle en la guerra contra los iraníes en 1980-1988.
La verdad acerca de Saddam es que fue una creación de Occidente.
Para el catedrático español y analista Roberto Mesa, Huseein fue como un monstruo "Frankenstein" que se despertó tras recibir en su momento dinero y armas de Francia, Estados Unidos y Arabia Saudita para formar un poderoso ejército contra el Irán del Ayatolá Jomeini.
Saddam parecía la viva imagen de Saladino, el glorioso líder musulmán que liberó a Jerusalén de la ocupación cristiana en las Cruzadas.
Hussein, huérfano de padre, se crió en casa de su tío Jairalah Tulfah, un oficial del Ejército iraquí que había sido expulsado por participar en una conspiración pro-nazi en 1941.
Este hecho fue fundamental en su formación política, ya que creció en un ambiente dominado por un nacionalismo árabe profundamente anticolonialista.
Un legado del cruel dictador fue dar impulso al Partido Árabe Socialista Baas, que habían fundado antes el sirio Michel Aflaq.
El partido Baas tenía un lema: "Unidad, libertad, socialismo". Baas significa "Renacimiento" en árabe.
La "Unidad" se refiere a la unidad árabe, la "libertad" hace énfasis en la liberación del control extranjero y particularmente de su intervención, y el "socialismo" se refiere a lo que se ha dado en llamar socialismo árabe antes que al marxismo.
En tanto, Saddam supo ganar adeptos en Oriente Medio con su apoyo a la causa palestina contra Israel.
El bombardeo de misiles Scud contra Tel Avív en 1991 le ganó mucho respaldo en el mundo musulmán.
Hasta el final, Saddam Hussein creyó ser un líder "bendecido" por la gracia de Alá (Dios) e incluso se mantuvo desafiante con sus captores, los norteamericanos.
"¡Larga vida a Irak, larga vida a los iraquíes! ¡Alá es más grande que el ocupante!", gritó el ex dictador cuando fue condenado a muerte por sus crímenes.
Aunque Saddam ya no esté entre los mortales, su influencia en el movimiento musulmán contra Occidente fue importante, porque impoulsó a grupos extremistas y radicales que cambiaron el curso de la historia, como la red terrorista Al Qaeda.
"Soy Saddam Hussein, presidente de la República iraquí y jefe de las Fuerzas Armadas iraquíes", dijo el ex dictador al presentarse en una corte de justicia en 2004.
"Kuwait es un territorio iraquí. Yo no lo invadí. Yo entré en Kuwait porque los kuwaitíes compraban mujeres iraquíes por diez dinares".
"Prepárense porque vendrá la madre de todas las batallas", indicó Saddam en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991.
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