Esposa de Arafat declara la guerra
Publicado 2004/11/09 00:00:00
- Roberto Acuña
A la esposa del "rais" se le acusa de querer toda la fortuna.
La esposa de Yasser Arafat arremetió ayer contra la dirección palestina, que después de dudar durante horas decidió enviar altos responsables a París para visitar al dirigente palestino, quien agoniza en un hospital militar francés.
En una declaración al canal árabe Al Yazira, Suha Arafat denunció un "complot" y acusó al número dos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) Mahmud Abbas (Abu Mazen), al primer ministro Ahmad Qorei (Abu Alaa) y al canciller Nabil Shaath de querer "enterrar vivo" a su marido al viajar a París.
"Un puñado de personas que desean heredar su poder vienen a París para intentar enterrarlo vivo", lamentó Suha Arafat en su "llamado" al pueblo palestino desde el hospital militar Percy de Clamart, cerca de París, donde su esposo está ingresado desde el 29 de octubre.
Suha Arafat aseguró que el presidente de la Autoridad Palestina, de 75 años, en estado de "muerte cerebral" según fuentes médicas francesas, "se encuentra bien y va a regresar a su patria".
El presidente del Consejo Legislativo Palestino, Rawhi Fattuh, exigió "excusas" a Suha.
La esposa del líder palestino quiere apropiarse de la fortuna secreta de su marido, estimada en 1,000 millones de dólares, aseguró ayer la prensa israelí.
Según el diario israelí Haaretz, los bienes de Arafat superan los 1,000 millones de dólares y provienen de fondos sustraídos entre 1995 y 2000 a la Autoridad Palestina.
El periódico Yediot Aharonot publicó una clasificación de la revista estadounidense Forbes, en la que el "rais" ocupa la novena posición entre los dirigentes más ricos del mundo, con un capital personal valorado en 200 millones de dólares.
La prensa palestina critica regularmente su modo de vida en París, donde Suha se instaló hace nueve años, y le ha puesto irónicamente el apodo de la "Señora dinero".
Haaretz mencionó un informe reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI) que señala un "agujero" de 778 millones de dólares en las cuentas de la Autoridad Palestina.
Cientos de palestinos se concentraron ayer en Ramala para protestar por las declaraciones de la esposa de Arafat.
Muchos palestinos critican a Suha, quien tiene una hija con Arafat, por comportarse como una "reina" que ha perjudicado la dignidad de su líder.
Dirigentes palestinos llegaron ayer a París para visitar a Arafat.
En medio de una disputa cada vez más agria sobre el destino de Arafat, el primer ministro, Ahmed Qorei; el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina, Mahmoud Abbas; y el ministro de Relaciones Exteriores, Nabil Shaath, llegaron a París en un avión privado tras hacer escala en Amman, la capital jordana.
Medios de prensa israelíes han informado que Arafat, de 75 años, sería desconectado de los aparatos que le mantienen vivo, después de que los tres dirigentes palestinos lo visitaran en París, donde está internado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital.
Sin embargo, el jefe del equipo de médicos que está atendiendo al líder palestino, Christian Estripeau, explicó que "el estado del señor Arafat es estable, pero las visitas siguen limitadas".
Un funcionario dijo que los tres dirigentes palestinos discutirán hoy con las autoridades francesas la situación médica de Arafat.
La Fuerza 17, guardia personal de Yasser Arafat, luchará hasta la muerte si Israel niega a su jefe el derecho a ser enterrado en Jerusalén Este, afirmaron ayer varios miembros de esa agrupación.
Desde que en diciembre de 2001 la aviación israelí bombardeó la Muntada, la residencia del "rais" a orillas del mar en Gaza, los integrantes de esta unidad de élite parecen no tener nada que hacer salvo reunirse para charlar y jugar a las cartas.
Pero su lealtad al jefe es sagrada. Responsabilizan a Israel de la enfermedad de Arafat e incluso amenazan con iniciar hostilidades si su primer ministro, Ariel Sharon, se obstina en impedir que sea enterrado en la Explanada de las Mezquitas de la ciudad santa.
"Habrá una catástrofe si los israelíes se oponen a las últimas voluntades de Arafat y rechazan su entierro en Al Qods (Jerusalén). Han luchado contra él mientras vivía. ¿También quieren afrontarlo tras su muerte?", se pregunta el oficial Abo Ismail.
Convencido de que su jefe ha sido envenenado por agentes israelíes, pronostica un rebrote de la Intifada.
"Se lo debo todo a Arafat. Hasta ese punto le soy leal, confío enteramente en mi presidente", afirma el coronel Jazar al Ghul.
En una declaración al canal árabe Al Yazira, Suha Arafat denunció un "complot" y acusó al número dos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) Mahmud Abbas (Abu Mazen), al primer ministro Ahmad Qorei (Abu Alaa) y al canciller Nabil Shaath de querer "enterrar vivo" a su marido al viajar a París.
"Un puñado de personas que desean heredar su poder vienen a París para intentar enterrarlo vivo", lamentó Suha Arafat en su "llamado" al pueblo palestino desde el hospital militar Percy de Clamart, cerca de París, donde su esposo está ingresado desde el 29 de octubre.
Suha Arafat aseguró que el presidente de la Autoridad Palestina, de 75 años, en estado de "muerte cerebral" según fuentes médicas francesas, "se encuentra bien y va a regresar a su patria".
El presidente del Consejo Legislativo Palestino, Rawhi Fattuh, exigió "excusas" a Suha.
La esposa del líder palestino quiere apropiarse de la fortuna secreta de su marido, estimada en 1,000 millones de dólares, aseguró ayer la prensa israelí.
Según el diario israelí Haaretz, los bienes de Arafat superan los 1,000 millones de dólares y provienen de fondos sustraídos entre 1995 y 2000 a la Autoridad Palestina.
El periódico Yediot Aharonot publicó una clasificación de la revista estadounidense Forbes, en la que el "rais" ocupa la novena posición entre los dirigentes más ricos del mundo, con un capital personal valorado en 200 millones de dólares.
La prensa palestina critica regularmente su modo de vida en París, donde Suha se instaló hace nueve años, y le ha puesto irónicamente el apodo de la "Señora dinero".
Haaretz mencionó un informe reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI) que señala un "agujero" de 778 millones de dólares en las cuentas de la Autoridad Palestina.
Cientos de palestinos se concentraron ayer en Ramala para protestar por las declaraciones de la esposa de Arafat.
Muchos palestinos critican a Suha, quien tiene una hija con Arafat, por comportarse como una "reina" que ha perjudicado la dignidad de su líder.
Dirigentes palestinos llegaron ayer a París para visitar a Arafat.
En medio de una disputa cada vez más agria sobre el destino de Arafat, el primer ministro, Ahmed Qorei; el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina, Mahmoud Abbas; y el ministro de Relaciones Exteriores, Nabil Shaath, llegaron a París en un avión privado tras hacer escala en Amman, la capital jordana.
Medios de prensa israelíes han informado que Arafat, de 75 años, sería desconectado de los aparatos que le mantienen vivo, después de que los tres dirigentes palestinos lo visitaran en París, donde está internado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital.
Sin embargo, el jefe del equipo de médicos que está atendiendo al líder palestino, Christian Estripeau, explicó que "el estado del señor Arafat es estable, pero las visitas siguen limitadas".
Un funcionario dijo que los tres dirigentes palestinos discutirán hoy con las autoridades francesas la situación médica de Arafat.
La Fuerza 17, guardia personal de Yasser Arafat, luchará hasta la muerte si Israel niega a su jefe el derecho a ser enterrado en Jerusalén Este, afirmaron ayer varios miembros de esa agrupación.
Desde que en diciembre de 2001 la aviación israelí bombardeó la Muntada, la residencia del "rais" a orillas del mar en Gaza, los integrantes de esta unidad de élite parecen no tener nada que hacer salvo reunirse para charlar y jugar a las cartas.
Pero su lealtad al jefe es sagrada. Responsabilizan a Israel de la enfermedad de Arafat e incluso amenazan con iniciar hostilidades si su primer ministro, Ariel Sharon, se obstina en impedir que sea enterrado en la Explanada de las Mezquitas de la ciudad santa.
"Habrá una catástrofe si los israelíes se oponen a las últimas voluntades de Arafat y rechazan su entierro en Al Qods (Jerusalén). Han luchado contra él mientras vivía. ¿También quieren afrontarlo tras su muerte?", se pregunta el oficial Abo Ismail.
Convencido de que su jefe ha sido envenenado por agentes israelíes, pronostica un rebrote de la Intifada.
"Se lo debo todo a Arafat. Hasta ese punto le soy leal, confío enteramente en mi presidente", afirma el coronel Jazar al Ghul.
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