Ex rey Shah regresa tras 29 años de exilio
Publicado 2002/04/18 23:00:00
- Carlos Estrada
El ex rey de Afganistán Mohammad Zahir Shah pisó ayer su tierra natal después de un exilio de 29 años en Italia, llevando sobre sus frágiles hombros las esperanzas de grandes cambios en esta nación desgarrada por las guerras.
Shah, de 87 años, pisó la alfombra roja del aeropuerto de Kabul como ciudadano común, vistiendo una chaqueta de cuero, sin corona y sin planes de reclamar el trono. Pero algunos lo ven como una personalidad posiblemente capaz de eliminar las divisiones entre etnias y caudillos que podrían lanzar a Afganistán nuevamente al caos.
"Si este retorno puede traer unidad entre varias tribus, entonces él es más que bienvenido", dijo Ahmed Rashid, mientras observaba al ex monarca y a sus seguidores salir del aeropuerto hacia su nueva casa en un exclusivo suburbio de Kabul. El canciller Abdullah Abdullah dijo que el regreso del rey era un día memorable en la historia afgana y que se le había pedido que desempeñara un "papel paternal" en el futuro del país.
"Su papel será promover la unidad nacional", dijo Abdullah a la prensa. "El puede viajar por todo el país si las condiciones de su salud, que ahora es perfecta, lo permiten". El líder interino de Afganistán, Hamid Karzai, un primo distante del rey y como él de etnia mayoritaria pashtún, caminó a su lado. Abdul Rashid Dostum, el poderoso caudillo uzbeco del norte, lo hizo del otro lado.
Seis ministros del gobierno viajaron con Karzai a Roma para escoltar a Zahir Shah y su familia. En el aeropuerto, niños pequeños le entregaron flores a un monarca descrito como un asceta que gobernó Afganistán como un modernizador por 40 años hasta que fue depuesto por un primo cuando pasaba unas vacaciones en Italia en 1973.
Aparte de una concentración de varios cientos de personas en el aeropuerto, la llegada del ex rey a Kabul fue fundamentalmente discreta con pocas personas en las calles para saludar a la caravana en que viajaba. "No noté ningún cambio aparte de la estricta seguridad, periodistas y una banda musical del este de Afganistán que irritó mis oídos", dijo Mohammad Shafi, de 22 años.
Tras la breve ceremonia de 15 minutos en el aeropuerto, el ex rey fue conducido en una caravana junto con fuerzas de paz internacionales, vehículos blindados y varias decenas de policías italianos que viajaron con él a Roma. El ex monarca se alojará en una casa de dos pisos, con grandes terrenos, una piscina y un sauna.
Shah, de 87 años, pisó la alfombra roja del aeropuerto de Kabul como ciudadano común, vistiendo una chaqueta de cuero, sin corona y sin planes de reclamar el trono. Pero algunos lo ven como una personalidad posiblemente capaz de eliminar las divisiones entre etnias y caudillos que podrían lanzar a Afganistán nuevamente al caos.
"Si este retorno puede traer unidad entre varias tribus, entonces él es más que bienvenido", dijo Ahmed Rashid, mientras observaba al ex monarca y a sus seguidores salir del aeropuerto hacia su nueva casa en un exclusivo suburbio de Kabul. El canciller Abdullah Abdullah dijo que el regreso del rey era un día memorable en la historia afgana y que se le había pedido que desempeñara un "papel paternal" en el futuro del país.
"Su papel será promover la unidad nacional", dijo Abdullah a la prensa. "El puede viajar por todo el país si las condiciones de su salud, que ahora es perfecta, lo permiten". El líder interino de Afganistán, Hamid Karzai, un primo distante del rey y como él de etnia mayoritaria pashtún, caminó a su lado. Abdul Rashid Dostum, el poderoso caudillo uzbeco del norte, lo hizo del otro lado.
Seis ministros del gobierno viajaron con Karzai a Roma para escoltar a Zahir Shah y su familia. En el aeropuerto, niños pequeños le entregaron flores a un monarca descrito como un asceta que gobernó Afganistán como un modernizador por 40 años hasta que fue depuesto por un primo cuando pasaba unas vacaciones en Italia en 1973.
Aparte de una concentración de varios cientos de personas en el aeropuerto, la llegada del ex rey a Kabul fue fundamentalmente discreta con pocas personas en las calles para saludar a la caravana en que viajaba. "No noté ningún cambio aparte de la estricta seguridad, periodistas y una banda musical del este de Afganistán que irritó mis oídos", dijo Mohammad Shafi, de 22 años.
Tras la breve ceremonia de 15 minutos en el aeropuerto, el ex rey fue conducido en una caravana junto con fuerzas de paz internacionales, vehículos blindados y varias decenas de policías italianos que viajaron con él a Roma. El ex monarca se alojará en una casa de dos pisos, con grandes terrenos, una piscina y un sauna.
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